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El teatro.

jueves, 24 de mayo de 2018

Historias de Better Call Saul (3) a


Better Call Saul: Charlamos con Bob Odenkirk, Rhea Seehorn y Peter Gould sobre el final de la serie
"Fue la escena más fácil que filmamos." - Bob Odenkirk

David Griffin
21 de Agosto de 2022


En pocas palabras, el final de la serie de Better Call Saul es una "obra maestra", ya que los creadores Peter Gould y Vince Gilligan se despidieron del universo Breaking Bad en "uno de los finales más satisfactorios, catárticos y ganados para una serie de televisión en años".


Pero, ¿cómo lograron Gould, Gilligan y el elenco este magistral golpe de creatividad? Hablamos con Bob Odenkirk (Saul), Rhea Seehorn (Kim) y Gould para aprender más sobre cómo se le dio vida al episodio titulado "Saul Gone".

La escena final de Better Call Saul con Kim y Jimmy

"Fue la escena más fácil que filmamos", dijo Odenkirk sobre la escena final con Kim de Rhea Seehorn en la sala de reuniones de la prisión. 

"Es una de las pocas veces que uno de ellos no está tratando de manipular el momento o impulsar algún argumento en alguna dirección".

Odenkirk agregó que cree que Kim y Saul "son dos personas que van juntas", incluso con todo su equipaje. Seehorn se hace eco de los sentimientos de Odenkirk sobre esa escena final.
"Me impresionó mucho la forma en que Bob estaba jugando su lado; fue muy cuidadoso, sostenía y estabilizaba su mano. E incluso la forma en que está haciendo la broma, es una escena tan perfectamente escrita que intenta hacerla reír un poco, incluso haciéndole saber de alguna manera que está bien"

El productor ejecutivo y cocreador de la temporada 6, Gould, nos informó que la escena final de Kim y Jimmy pasó por varias iteraciones: 

"Hubo versiones de esa escena que había escrito en las que se decía mucho más, y se ponía al día mucho más y se iba reduciendo cada vez más mientras trabajaba en ella porque, de una manera extraña, no tienen que decirse mucho el uno al otro".

Es una de las pocas veces que uno de ellos no está tratando de manipular el momento.

¿Saul Goodman siempre estuvo destinado a ir a la cárcel?

Gould explicó que a la sala de escritores se le ocurrió la idea de que Jimmy terminara en la cárcel "en algún momento de la temporada 4 o 5. Sentí con tanta fuerza que el final correcto para Saul era estar en el sistema, el sistema del que se ha burlado, y que está retorcido para sus propios fines".

Lo que separa a Saul de los otros antihéroes principales en el universo de Breaking Bad, como Jesse y Walt, es que su historia no termina con él solo, ya que tiene una pareja en Kim. 
"Sentí que nuestra serie tenía un elemento adicional, que es que Kim Wexler es tan importante para nosotros que en este punto del programa. Es una especie de coprotagonista y tiene un final muy esperanzador en mi libro".

¿Qué sigue para Saul y Kim?

Y hablando de finales esperanzadores, Seehorn compartió lo que cree que les espera a Kim y Jimmy después de Better Call Saul. "Personalmente, soy una romántica empedernida", explicó.

 "Entonces, creo que [Kim y Jimmy] continúan viéndose y que todavía hay un vínculo allí y que tal vez ella trata de encontrar una forma legal de reducir su sentencia, pero de una manera justa, no una estafa".

Seehorn elogió a Gould por "hacer un final que inspira a los espectadores a pensar más allá de ese día y preguntarse cómo serán sus vidas después de eso".

Creo que [Kim y Jimmy] continúan viéndose y que todavía hay un vínculo.

¿Qué harías si tuvieras una máquina del tiempo?


A lo largo de los diversos flashbacks del final, Saul les pregunta a Mike y Walter qué cambiarían de sus vidas si cada uno de ellos tuviera su propia máquina del tiempo. Si bien Walt catalogó la idea como una locura, ambos hombres compartieron historias únicas sobre puntos importantes en sus vidas: Mike menciona la primera vez que aceptó un soborno, mientras que Walt lamenta dejar que sus amigos se beneficiaran de sus hallazgos científicos.

Le preguntamos a Gould sobre el significado de la pregunta de la máquina del tiempo. "Gran parte de la serie trata sobre lo que podría haber sido", respondió.

 "¿Cuáles son las decisiones que toman estos personajes? Y tal como decía Bob, les estás gritando, 'vayan para el otro lado, por favor solo despierten'. Pero la verdad es que muchos de nosotros nos pasamos la vida haciendo cosas porque queremos, o porque algo en nosotros nos impulsa a hacerlo. Es difícil examinarse a sí mismo y examinar sus acciones y hacerse cargo de ellas. Creo que la máquina del tiempo era una forma de pensar en eso".


Si bien las respuestas de Jimmy a la pregunta sobre el viaje en el tiempo son superficiales, Odenkirk cree que su personaje daría una respuesta diferente si se le hiciera la misma pregunta al final del episodio.

Creo que [Saul] siempre lo sabía mejor, y por eso me encanta el final.

"Creo que él lo sabe mejor", dijo Odenkirk a IGN. 

"Creo que él siempre lo supo mejor, y por eso me encanta el final. Porque exhala, mira a Kim en esa escena del tribunal, piensa que ha hecho algo bastante inteligente. Y se da cuenta de que en realidad no es suficiente. No es una confesión completa. Y no muestra el alcance de su autoconciencia y su valentía que puede llamar y de lo que es capaz, y lo hace. Y lo hace frente a ella y le muestra quién puede ser".

Better Call Saul (2x1), Zafiro añejo de Breaking Bad

Jimmy McGill (Bob Odenkirk) vuelve como abogado frustrado que se toma unos tequilas en un bar, en concreto de la marca Zafiro Añejo.El futuro Saul Goodman disfrutando de la vida, con un cóctel en la piscina.



En el episodio de Better Call Saul vemos la botella y, en 
concreto, ese tapón con forma de corona que se lleva de recuerdo
 Kim (Rhea Seehorn).



 Este tequila no existe en realidad, es una marca ficticia que vimos por primera vez en el episodio 4x10 de Breaking Bad.


Zafiro Añejo en Breaking Bad.

Gustavo, planeando su fría venganza, le regala a don Eladio, su némesis, un tequila en botella llamado Zafiro Añejo. Este tequila no existe pero la botella que aparece en la serie, que es preciosa, sí. Parece inspirarse en una de las botellas del coñac Hardy Perfection (vía) que cuesta unos 7.000 dólares porque sólo se vendieron 300 botellas en todo el mundo. Al estar en Albuquerque y entre mexicanos, el coñac se cambió por tequila, pero la intención es la misma. Es una botella muy cara que va en una exclusiva caja. El regalo perfecto. Algo que lleva a sospechar a don Eladio de su contenido.
botella

En el episodio de Better Call Saul vemos la botella y, en concreto, ese tapón con forma de corona que se lleva de recuerdo Kim (Rhea Seehorn).
En Breaking Bad, la bebida aparece como una herramienta más del personaje, que demuestra quién es el que tiene el poder.
En Better Call Saul, el pobre Jimmy McGill no sabe que dicho tequila es tan caro, lo que nos demuestra que ni le sobra el dinero ni conoce tan siquiera su valor. No es consciente hasta ese momento de lo importante que es para él tener dinero. Eso le provoca una punzada en la autoestima (que algo le queda). Es el tequila Zafiro Añejo el que le lleva a tomar una decisión algo temeraria y lo que hace que empecemos a vislumbrar cierto cambio de actitud, de que todo es posible.
Seguramente, cuando se convierta en Saul Goodman, como le ocurría a Walter White con Heisenberg, pida Zafiro Añejo, recordando viejos tiempos.



Preguntas y respuestas de Better Call Saul -- Patrick Fabian (Howard Hamlin)

Patrick Fabian, quien interpreta a Howard Hamlin en Better Call Saul de AMC , habla sobre finalmente enfrentarse a Chuck después de la "traición final", por qué Howard es tan duro con Kim y bebe whisky (falso) de 35 años.

P: Howard fue originalmente visto como el chico malo, y desde entonces ha ido y venido. ¿Cómo ha sido para ti navegar esos cambios en la reacción de los fanáticos?

R: En el primer episodio, nuestro héroe del programa, Jimmy McGill , se refiere a mí como Darth Vader. Cuando el tipo que sintonizamos para ver llama a alguien por un nombre, intrínsecamente lo creemos. Esa revelación en el Episodio 9 de la Temporada 1 fue genial porque la gente decía: 
“¡Oh! Él también ha estado luchando. Arrojares el tipo detrás de todo esto”. 

... Luego, en la temporada 2, les estaba gustando un poco Howard y luego envié a Kim a la revisión de documentos y todos se pusieron en mi caso al respecto. Ahora que estamos en 3, vemos que los hermanos McGill están realmente en la garganta del otro. Son como este vórtice de agujero negro que atrae a todos en el universo. Creo que te estás dando cuenta de que la paciencia de Howard se está agotando y las cosas están llegando a un punto crítico. Es divertido porque ahora hay dos campos: personas que no quieren confiar en mí porque parezco el tipo que solo quiere salvar su negocio. Y luego hay otras personas que entienden totalmente ese punto de vista de tratar de salvar su negocio y ser arrastrado por estos pesos y albatros que son los hermanos McGill.

P: La primera aparición de Howard esta temporada fue corriendo una carrera de obstáculos en el patio trasero al estilo de Ferris Bueller con un traje Hamlindigo Blue. ¿Qué tan difícil fue disparar eso?

R: Fue una carrera totalmente divertida. Creo que Cary Grant solía hablar de que nunca quería que su traje se doblara cuando caminaba, que es lo que le dio esa habilidad de deslizarse. Howard tiene la misma afinidad por su ropa, por lo que se ve obligado a escabullirse... y en la carrera, simplemente no quería que mi traje se abrochara. La carrera salió muy divertida por eso. Estaba tratando de ser Howard Undercover, que tal vez sea un spin-off que hagan más adelante. La bóveda sobre la pared fue muy divertida. Vince no quería agotarme, así que solo quería hacer un par de tomas, pero, por supuesto, siendo el actor impulsado por el ego, dije: “¡No hay problema, hombre! ¡Puedo hacer esto todo el día!" Pero después de un par de tomas de saltar la pared, dije:
 "¡¿Lo entendiste?" 
No soy solo yo saltando el muro. ¿Cómo salvaría Howard el muro? El no' No quiero burlarme de sus zapatos o rasgar su traje, por lo que se vuelve un poco más frenético y agotador. Fue gratificante saltar el muro porque lo estaba pensando como algo serio, y no fue hasta que él gritó "corten" que miré hacia atrás y vi a todos con las manos sobre la boca, reprimiendo la risa. En ese momento, pensé:
"Oh, es posible que esto no salga de la forma en que creo que saldrá".

La reacción de los fans fue muy divertida y alguien me hizo un meme. Como actor, supongo que ahora puedo morir. esto puede no estar saliendo de la forma en que creo que está saliendo”. La reacción de los fans fue muy divertida y alguien me hizo un meme. Como actor, supongo que ahora puedo morir. esto puede no estar saliendo de la forma en que creo que está saliendo”. La reacción de los fans fue muy divertida y alguien me hizo un meme. Como actor, supongo que ahora puedo morir.

P: Esta temporada, incluso más que otras, hemos podido ver el vínculo real entre Chuck y Howard. ¿Cómo describirías cómo ha evolucionado su relación a lo largo de los años?

R: Creo que Howard tiene tanto cariño por Chuck como cualquiera. Él le debe, y él lo sabe. Es un vínculo directo con su padre. Chuck y Howard comparten una cosmovisión similar de modales y cómo uno se comporta, tanto personalmente como con la ley. Nos unimos por el whisky añejo. La única razón por la que me imagino que dejamos los cigarros es porque ya no están de moda. Dos hombres unidos por un viejo whisky escocés para celebrar nuestras victorias y curar nuestras heridas me parece que están "parados alrededor del fuego". Esto es lo que hacen los hombres. Es una forma muy inglesa. Nuestras emociones se juegan de cerca y hay reglas estructurales en las que se nos permite operar, razón por la cual ambos estamos tan irritados con el comportamiento de Jimmy. Él es literalmente el toro en la tienda de porcelana, y hemos puesto una bonita tienda de porcelana y no nos gusta. Howard también ha mostrado una verdadera preocupación por Chuck. Hay un acto de equilibrio. Tiene que preocuparse por el negocio, pero también por la salud de Chuck. El hecho es que me he adaptado a su condición y no se revela si Howard cree en ella o no. Creo que hay un gran afecto por Chuck, y ha nublado el juicio de Howard y le ha hecho hacer cosas que normalmente no haría.  

P: En casi cada paso del camino durante la vendetta de Chuck, Howard ha mencionado la idea de que tal vez Jimmy no valga la pena. ¿Por qué crees que apoya a Chuck aun así?

R: Hay una autopista por la que Chuck está saltando, y yo le sigo diciendo: “Gira a la izquierda aquí. Detengámonos a un lado de la carretera. Utilizo diversas tácticas para tratar de hacer eso. Intento apelar a su sentido de la dignidad oa su sentido del ego. La idea de decirle a alguien: “Olvídate de tu hermano. No vale la pena” y luego inmediatamente apelando a la vanidad de Chuck, que hemos visto muchas veces, comparándolo con grandes abogados... en ese momento, Howard ha intentado todos los trucos para evitar cada accidente automovilístico que es. viniendo. Creo que Howard siente un accidente automovilístico y quiere poder decir que hizo todo lo posible para tratar de ayudar.

P: ¿Cómo fue para ti enfrentarte a Rhea en el Episodio 5 , mientras Hamlin y Kim resolvían algunos de sus problemas pasados ​​en la corte?

R: Me encanta trabajar con Rhea Seehorn. Somos grandes amigos fuera de la pantalla, por lo que es muy divertido poder enfrentarnos. Realmente no me di cuenta al principio, a decir verdad, hasta que estuvimos allí. Aunque leí el guión y sabía lo que estaba pasando, no fue hasta que me puse el traje y las cámaras estaban rodando y ella se puso de pie detrás de ese escritorio. Era una mezcla de orgullo y consternación de que estuviera a punto de hacerme preguntas. "¿Cómo se atreve? Yo la obligué. Le ofrecí las llaves del reino". Creo que Howard siempre sospechó que habría una "W" en la pared en algún momento. Siento que a Howard solo lo atraparon una o dos veces, pero cuando habló sobre el nepotismo, fue un momento muy divertido. Los fanáticos estaban muy emocionados de ver a Kim clavarme en la pared.

P: Cuando Howard ve la escena que hizo Chuck durante su testimonio en el Episodio 5, ¿cómo procesa eso? ¿Cómo cambia la forma en que ve a Chuck?

R: Michael McKean es un actor tan bueno. Me lo paso muy bien trabajando con él. Trabajando en escenas con él, me siento como un novato jugando en Wimbledon, y puedo volver y jugar y mejorar un poco cada vez. Él trae mucho a la mesa. No conozco a otro actor que pueda manejar el papel de Chuck y entregarlo de tal manera que nos haga sentir tantas emociones. Verlo en esa escena de la sala del tribunal fue simplemente un honor. También fue desgarrador. Me senté al lado de Ann Cusack, y estábamos desconsolados al ver ese colapso suyo.

En el momento en que sale la batería, la plantilla está arriba. Desde el punto de vista de Howard, ir al médico y el lado positivo de nuestros trajes y la manta espacial, todo esto pasa a la categoría de tonterías. Howard está limpio con su toma de decisiones: estás dentro o estás fuera. En ese momento, todo lo que hemos estado haciendo con Chuck ahora está fuera. Si ese es el caso, ¿cómo voy a ayudar a mi amigo? Claramente, voy a necesitar ayudarlo porque todavía lo necesito en la firma, pero si esta no es la condición médica que dice que es, ¿qué podemos hacer?

P: Howard y Kim tienen otra ronda en el Episodio 8 . ¿Por qué Howard sigue metiendo la nariz? ¿Por qué le molesta tanto que ella le dé un cheque para pagar su deuda con él?

R: Howard opera en un mundo donde los modales importan. Estamos en este restaurante, y es obvio que los veo. Ignorarlos sería admitir vergüenza o vergüenza, y no es así como te comportas. Entonces, en lugar de eso, Howard se acerca y es tan amable como puede ser considerando que perdió Mesa Verde en circunstancias que son menos que honorables para su protegido que dejó su compañía. ... En todo caso, es esa manera agusanada de Howard de querer atribuirse el mérito de algo por lo que no tiene nada de qué atribuirse el mérito. Él se para allí y come cuervo justo en frente de ellos y luego su recompensa es que regrese y haga que ella me empuje ese dinero. Le dije que su educación era un regalo, por lo que lo enfada. Nos encontramos en el servicio de aparcacoches, y Es la primera vez que realmente vemos a Howard bajo la presión de todos estos eventos y empezamos a resquebrajarnos. Por supuesto, se desquita con ella.

P: En el Episodio 9 , Howard finalmente se rompe. ¿Cómo fue enfrentarse finalmente a Chuck? ¿Se trata de algo más que las tarifas del seguro?

R: Creo que Howard ya sabe la respuesta. Hay una posibilidad entre un millón de que Chuck pueda decir algo en la mesa que los hará decir: “Nos equivocamos. Es la misma tarifa. No te preocupes por eso. Entonces, creo que le estoy dando a Chuck una oportunidad más de lograr un gran golpe y tan pronto como se haga evidente que eso no sucederá, entonces el plan B presentará una estrategia de salida. No es un plan B de empujarlo por la puerta, pero realmente es un consejo sobre dejar ir a Jimmy. "¿Sabes que? No luchemos contra esto. Tuviste una gran carrera y ahora tienes mucho tiempo y dinero para hacer esta otra cosa que dijiste que siempre quisiste”. Es difícil decirle a alguien:
 "Terminaste". se está rompiendo.
 Es decir: "Ya no te amo". En este sentido, lo amo. Eso'

P: ¿Qué tan sorprendido está Hamlin cuando Chuck lo demanda?

R: Howard se ha quedado sin dar oportunidades. Ha sido empujado a una esquina y no hay salida. [Chuck] demandarlo es simplemente la cosa más asquerosa del mundo. Es la traición máxima.

P: Aunque en realidad no se cruzan con tu parte de la historia, ¿cómo ha sido tener más actores de Breaking Bad en el set esta temporada?

R: Es emocionante. Es casi como si estuviéramos en dos programas diferentes. La vinculación aún no se ha producido, así que cuando veo el programa como los fans, siempre me quedo asombrado. Me encanta ver a Michael Mando , y Giancarlo aporta tal presencia al espectáculo. Ver a los personajes de Breaking Bad comenzar a aparecer es muy emocionante porque sabemos a dónde vamos. Estamos en cámara lenta, viendo eventos que sabemos que van a terminar en ciertos lugares. Alguien señaló en una escena hace un par de episodios donde todos los que conocemos ya están muertos. 
Es una locura verlos vivos y hablando y haciendo sus maquinaciones. En la temporada 2, le mencioné a Jonathan Banks que realmente me gustaría trabajar con él y me dijo sin dudarlo:
 “Patrick, no, no lo harás.] 

Y pensé:

 “Oh, cierto. Tal vez el día que vea a Mike no sea un buen día”. 

Esta temporada se siente como un punto de inflexión a medida que las personas comienzan a ingresar a la historia y la pelota comienza a rodar más rápido.

The Macallan 35 Year Old 1967 (cask 1195) - Fine & Rare


P: ¿Cuánto le gustaría tener en sus manos un Macallan real  de 35 años?

R: Nunca he tenido un Macallan de 35 años. En el pasado, bebí whisky Maker's Mark. Así de elegante me puse. Esos whiskys huelen tan increíble y creo que los creadores enviaron una botella, pero nunca llegó al camerino de McKean o Fabian, así que tendré que hablar con alguien en Props al respecto. Era té helado [en la escena]. No creo que hubiera ayudado si hubiera sido real.

P: ¿Qué es lo más extravagante en lo que has derrochado?

R: Ahora tengo dos niños pequeños, así que lo más extravagante que compro es ropa interior sin agujeros. Así de sexy y con clase se vuelve para mí en estos días.

Lea una sesión de preguntas y respuestas con Laura Fraser , quien interpreta a Lydia Rodarte-Quayle.





Macallan es una destilería de whisky escocés de malta, situada cerca de Easter Elchies House, en Craigellachie en la región de Speyside. Originalmente, Macallan envejecía sus whiskies únicamente en barriles de jerez comprados en Jerez de la Frontera (Cádiz) España. A partir de 2004, Macallan introdujo una nueva serie de productos, la serie Fine Oak, con el whisky madurado en barricas de roble que habían contenido bourbon, además de los de Jerez.
En 2007, una botella de whisky Macallan 1926 vintage fue vendida en la casa de subastas Christie's por 54.000 dólares, convirtiéndola en una de las botellas de licor más cara jamás vendida.
Macallan fabrica así mismo uno de los componentes del whisky mezclado (blended whisky) The Famous Grouse.

Variedades

La destilería produce una amplia variedad de expresiones, siendo la más común la de 12 años de edad, aunque la de 18 años es también muy conocida:

Serie Sherry Oak

Esta serie se produce a partir de barricas de roble del norte de España (Galicia, Asturias y Cantabria), que se llevan a Jerez donde se rellenarán de mosto (siempre que sea posible) y posteriormente con jerez oloroso y seco durante 18 meses. Posteriormente las barricas se rellenarán con el espirituoso de nueva creación y se dejará madurar.

Las variedades así producidas son: 10 años, 10 años cask strength, 12, 18, 25 y 30 años.

Serie Fine Oak

En esta serie además de las barricas tratadas como en la serie Sherry Oak, se utiliza una cierta proporción de barricas de roble americano que, o bien se rellenan con jerez (este proceso es actualmente muy inusual), o bien se usan barricas de roble americano que han guardado bourbon whiskey durante 8 años.

Las variedades que se producen son: 10, 12, 15, 17, 18, 21, 25 y 30 años.

La colección 1824

Macallan Select Oak

 

Crianza en roble español y americano toneles seleccionados por George Espie, el maestro en madera de Macallan. Desde la bellota de la que crece el roble hasta el cristal el proceso de producción lleva más de 100 años para producir resultados y en un espíritu dulce y suave.

Macallan Whisky Makers Edition

 

Destilado de cebada cultivada en la finca de Macallan, Maker's Whisky Edition es elaborado por el Bob Dalgarno y embotellado con su graduación preferida de 42,8% APV.

Macallan Estate Reserve

Tomado de barriles seleccionados para conseguir la máxima intensidad y profundidad de sabor, entre ellos algunos barricas de jerez sazonadas especialmente reservadas para esta expresión. Es non-chill filtrado y embotellado en el viejo estilo de 80 grados, más comúnmente conocido como 20 under.

Macallan 1824 edición limitada

Elaborado a partir de las barricas más antiguas de Macallan, tendrá un embotallado diferente cada año. En 2009 se produjeron 1824 decantadores de cristal elaborados a mano y decorados por un orfebre escocés.

Macallan Oscuro

 

Está elaborado a partir de una serie de barricas Sherry Oak, lo que produce su color especial.

Fine & Rare.

The Macallan 1926: 120 años
The Macallan 1937: 32 años
The Macallan 1937: 37 años
The Macallan 1938: 31 años
The Macallan 1938: 35 años
The Macallan 1948: 53 años
The Macallan 1949: 52 años
The Macallan 1949: 53 años
The Macallan 1950: 52 años cask 598
The Macallan 1950: 52 años cask 600
The Macallan 1951: 51 años
The Macallan 1952: 49 años
The Macallan 1952: 50 años
The Macallan 1953: 49 años
The Macallan 1954: 47 años
The Macallan 1955: 46 años

The Macallan 1958: 43 años
The Macallan 1959: 43 años
The Macallan 1964: 37 años
The Macallan 1965: 36 años
The Macallan 1966: 35 años
The Macallan 1967: 35 años
The Macallan 1968: 33 años
The Macallan 1968: 34 años
The Macallan 1969: 32 años cask 9369
The Macallan 1969: 32 años cask 10412
The Macallan 1970: 31 años
The Macallan 1970: 32 años
The Macallan 1971: 30 años cask 4280
The Macallan 1971: 30 años cask 7556
The Macallan 1972: 29 años cask 4014
The Macallan 1972: 29 años cask 4043
The Macallan 1973: 30 años
The Macallan 1974: 30 años
The Macallan 1975: 30 años
The Macallan 1976: 44 años

Lalique.

The Macallan Lalique I: 50 años
The Macallan Lalique II: 55 años
The Macallan "Lalique III": 57 años

Masters of Photography.

The Macallan Rankin Edition
The Macallan Albert Watson Edition
The Macallan Annie Leibovitz Edition
The Macallan Elliot Erwitt Edition

Destilados exclusivos.

The Macallan Ghillie's Dram
The Macallan Cask Selection 2008 Release

Otros.

The Macallan: 1961 (40 años), 1946 (52 años), 1948 (51 años), & 1951 (49 años)
The Macallan Replica: 1861, 1874, 1841, 1876, and 1851
The Macallan Vintage Travel: 20s, 30s, 40s, and 50s
The Macallan Exceptional: I, II, III, IV, V, & VI
The Macallan Cask Strength: US & UK
The Macallan 50 Years Old
The Macallan Adami
The Macallan Blake
The Macallan Gran Reserva 1979, 1980
The Macallan Gran Reserva 1982, 2002
The Macallan Millennium Dec
The Macallan Private Eye sin declaración de edad aunque la edición incluye un cask de1961
The Macallan Speaker Martin's
En 2010, Macallan produjo 250 botellas de una edición especial de whisky de 10 años de edad para conmemorar el final del escuadrón Nimrod basado cerca de la destilería. Estas botellas se distribuyeron a los miembros de la Squardon Nimrod línea en RAF Kinloss por Gordon y Macphail de Elgin.

Codiciado single malt Macallan de 35 años, presentado como parte de su serie Fine & Rare. Este fue destilado en 1967 y embotellado en 2002 en barrica. La gama Fine & Rare presenta muchos, muchos lanzamientos emocionantes, antiguos y generalmente asombrosos, y son muy buscados por coleccionistas y entusiastas.


Macallan 35yo 1967 #1195 Details
CountryScotch Whisky
RegionSpeyside Whisky
Distillery / BrandThe Macallan
BottlerThe Macallan
Age35 year old Whisky
Distillation Date06 Feb 1967



Better Call Saul y la alegoría del Rusty Nail.

17 abril, 2015
Por Lic. Juan Pablo Duarte

Vierta todos los ingredientes directamente en el vaso lleno
 de hielo. Revuelva suavemente. Decorar con un toque de limón. Servir.




Los minutos iniciales de Better Call Saul contrastan con la atmósfera kitsch, grasa y algo pícara que acompaña a Saul Goodman desde el momento en que cobró existencia televisiva en Breaking Bad.
La melancólica Address unknown (Dirección desconocida) de los Ink Spots y las imágenes en blanco y negro de Saul devenido en camarero y en la soledad de su apartamento al final del día, parecen buenos ingredientes para el flashfoward de su final.
Propiamente, se trata de un cold open. Un fragmento que —a pesar de estar separado del resto de la narración— se sugiere como un condensado en cual buena parte de los cabos sueltos que promete la historia se funden en diferentes detalles de la escena.
Me encanta ver en ese fragmento los escombros de Saul tras el encuentro con el venerado tándem metanfetamínico entre Walter White y Jesse Pinkman que dio cuerpo a Breaking Bad, la serie matriz de la cual parte este spin-off. Un cuadro del día después de la catástrofe que terminará por arrojarlo a la infinita búsqueda de una dirección desconocida. Un lugar transitorio para existir en el anonimato, lejos de las miradas asesinas —reales o imaginarias— que aparecen desde cualquier rincón para recordarle que, aunque quizá no se reconozca en ellas, sus acciones se ocuparon de escribir una historia que lo persigue.

A esta altura (acaba de finalizar la primer temporada) no se sabe si ese cold open es el final —el final después del final de los sesenta y dos episodios de Breaking Bad— o un final más al que luego se sumarán otros.
En mi museo personal, la escena equivale a Walter atropellando sus propios pantalones durante la frenética huída en su camioneta-laboratorio por el desierto de Albuquerque. O al maltratado osito de peluche rosa chillón que por algún motivo acabó en la piscina de los White con medio cuerpo quemado, un ojo menos y que episodio tras episodio va siendo adornado por toda clase de señales de desastre.
Al igual que la primera escena de Better Call…, aquellas fueron presagios de un relato intersticial. En este caso, anticipa la historia —o las miles de historias posibles— alojadas entre el abogado inescrupuloso, inteligente, divertido casi siempre frágil e infinitamente simpático que aparece por primera vez en el octavo episodio de la segunda temporada de Breaking Bad y ese empleado de un café cualquiera en cualquier lugar, acosado por los fantasmas de su pasado.

Es temprano para juzgar si la elegancia de la resolución igualará en belleza al misterio. Saul aún no es Saul, es Jimmy McGill —Jimmy “el Resbaladizo”— y queda mucho por recorrer para acceder a los detalles de su metamorfosis.
La calva, el bigote y la barriga de Saul en los primerísimos minutos de la precuela, sugieren que pasará el tiempo y dejará rastros. Pero lo que realmente me inquieta es el trago que elige para aderezar lo que parece ser el ocaso de su vida: un Rusty nail (clavo oxidado).
Además de whisky escocés —Saul elige un Dewar’s— el ingrediente fundamental del Rusty nail es el Drambuie, una mezcla de cebada con hierbas y miel elaborada en un pueblito a las afueras de Edimburgo cuya fama creció en tiempos de la Ley Seca.
El sueño americano del Drambuie comenzó a materializarse en el momento en que un cantinero de alguno de los miles de bares ilegales de la costa este de los Estados Unidos, descubrió que iba muy bien para endulzar las notas ásperas del whisky clandestino.
Rara vez el Drambuie se toma solo. En muchas ocasiones, se usa para hacer tolerable el sabor de bebidas más fuertes. Hay que decirlo, también las disfraza hasta el punto de convertirlas en otra cosa.
Cuando recurrí a mis amigos de Los fenicios para ilustrarme un poco sobre este licor, me dijeron que resultaba inexplicablemente difícil de vender. Después de todo, es caro y su sabor dulce y color oxidado arruina cualquier whisky. Salí de la vinería pensando que un whisky malo sería el único beneficiado con este licor. Mientras caminaba por Boulevard Illia, me vino a la mente una de las frases que podría anticipar el devenir de Jimmy McGill y abrir la puerta a su metamorfosis en Saul Goodman: 

“Usted es la clase de abogado que los culpables contratarían". 


Las palabras  de Betsy Kettleman—una respetable esposa deseosa por acompañar a su marido hacia la impunidad luego de un desprolijo desfalco— caen sobre Jimmy con el peso de un anatema. Su perplejidad sugiere que hasta ese momento no tenía la más mínima idea de lo que venía haciendo.

Guiado por el ejemplo de Chuck, su exitoso hermano mayor, erudito en jurisprudencia y socio de un importante buffet, Jimmy ha pasado de timador callejero a mediocre hombre de ley. Pero parece que, sin importar el camino que tome, siempre llega a los infames. Como el Drambuie, se mezcla bien con los malos. A los que —como Betsy y Craig Kettleman— las van de buenos, su simpática cercanía los corroe.
Hacia el final del cold open, Saul mira nostálgicamente uno de sus propios comerciales televisivos. Basta entrar a su página web o a youtube para encontrarse con varias de estas hilarantes piezas transmediáticas.

 ¿Necesitás plata y no sabés a quien demandar?
 ¿tu tigre Fluffy desfiguró al que inspeccionaba el medidor de tu casa? 

Cualquiera sea el caso, “Mejor llama a Saul”. El puede transformar lo ilegal en legal y además lograr una compensación por tu dolor.

Una de las historias de Better call se aloja entre el Saul de los comerciales y aquel abogado que obtuvo su título de un curso on line de la Universidad de la Samoa Americana y deambula por los tribunales de Albuquerque. Entre el tipo que tiene conexiones con las más altas esferas del mundo narco y el que por unos pocos dólares defiende a una pandilla de adolescentes por sus travesuras necrofílicas.
Entre misterio y misterio, Better call… parece tener en su horizonte contar con sutileza el modo en que esta dulce y corrosiva criatura se hizo a si misma transformando su satisfacción por deformar, manipular y deconstruir la ley en el emblema de su firma y en su nombre propio.
A la vez, el fascinante cold open del comienzo insinúa que el vértigo que lo conduce una y otra vez a las cercanías del mal no solo alimenta la esfera cómica de nuestro héroe, también puede ser la vía para narrar el dramático transcurrir de su historia.

Nota

Un Rusty Nailclavo oxidado») es un cóctel elaborado con Drambuie y whisky escocés. Un Rusty Nail se puede servir en las rocas o neat en un vaso old fashioned, o up en un vaso martini. Lo más común es servirlo con hielo; a veces, un Rusty Nail sin hielo se llama Straight Up Nail
El Drambuie  en gaélico «la bebida que satisface», es un licor de origen escocés basado principalmente de whisky, miel, hierbas aromáticas y especias (comúnmente azafrán y nuez moscada).​ Posee un tono amarillo y ámbar brillante con aromas que recuerdan al regaliz y a la miel.Con 40º de alcohol se sirve solo, en cócteles o se utiliza en la preparación de distintos platos y postres.


Saul Goodman originalmente iba a morir en 'Breaking Bad', ¿por qué lo salvaron?

ENRIQUE BLANCAS
PUBLICADO 29 ABR 2021 – 

Saul Goodman es uno de los personajes más queridos por los fans de Breaking Bad y prueba de ello es su serie en solitario. Sin embargo, Vince Gilligan, creador de Breaking Bad, tenía planes distintos para la vida del abogado.
Saul Goodman, interpretado por Bob Odenkirk, apareció por primera vez en la segunda temporada de Breaking Bad y se convirtió en uno de los personajes secundarios más aclamados de la serie.
Su éxito fue tan grande que Odenkirk se convirtió en protagonista de la serie spin off Better Call Saul, que es una precuela de Breaking Bad.
En la historia original, Walter White y Jesse Pinkman conocieron a Saul cuando necesitaban de un abogado para disuadir a la DEA de la conexión entre Badger y Heinsenberg.
A pesar de que Saul tenía una moral cuestionable, Walt accedió para que se volviera su abogado. Además, Saul conocía la verdadera identidad del narcotraficante.
Durante un tiempo, Walt, Jesse y Saul tuvieron una relación cordial e incluso el abogado les ayudó a encontrar nuevas formas para lavar dinero, a las cuales después se unió Skyler.
También hubo momentos en los que Saul se ensució las manos por Heinsenberg, por lo que se convirtió en uno de sus aliados confiables.
Sin embargo, en la quinta temporada, Saul se dio cuenta que la relación con Walt ya no estaba funcionando y su vida corría peligro.
Heinseberg envenenó a Brock y el comportamiento de Jesse cada vez era más peligroso para lo organización.

Si Saul delataba a Walt, probablemente habría sido asesinado; si no lo hacía, la DEA lo habría encarcelado.
En cualquier caso, el destino del abogado corría peligro, así que decidió huir a Omaha, Nebraska, con una nueva identidad bajo el nombre de Gene Takavic con ayuda de El Desaparecido, Ed Galbraith.
Ese fue el final de Odenkirk en la serie y no se mostró más relación del personaje con la vida criminal; sin embargo, los planes originales para el desenlace de Saul eran distintos.
En una entrevista de 2014 con Entertainment Weekly, el creador de la serie Vince Gilligan habló sobre los finales alternativos de la serie.
Según Gilligan, el equipo de escritores discutió varias ideas del final. Una de ellas incluía matar a todos los personajes principales.
En algún momento de la discusión, también pensaron en matar a Saul Goodman; sin embargo, no encontraron una muerte lo suficientemente satisfactoria para mostrar en pantalla y decidieron darle una segunda oportunidad.
Además, Gilligan llegó a la conclusión de que «Saul es como una cucaracha que sobreviviría a todas las guerras nucleares y seguiría en algún lugar después de que la humanidad se extinguiera».
De esta manera, les pareció una mejor idea dejar un final abierto para el abogado sin saber realmente qué fue de su vida.
La muerte de Saul Goodman no habría detenido el desarrollo de Better Call Saul porque es una precuela; sin embargo, su desarrollo habría estado empañado por su destino fatal.
Además, hay situaciones en Better Call Saul que se conectan directamente con los sucesos de Breaking Bad y habrían sido diferentes con la muerte del abogado.

Better Call Saul 5x2, el gnomo de jardín y el helado


LOS DROGADICTOS TIENEN NOMBRE

No son Beavies and Butthead, pero lo parecen. En el episodio 5x1 me fijo en un chaval que lleva gorro de lana, que me recuerda a Jesse Pinkman (y más al personaje que dobla en BoJack Horseman), va con otro melenudo. Confiando en que Saul Goodman los sacará de problemas pagando la mitad (ese 50% del título) los dos desfasan de lo lindo, drogándose y rompiendo todo tipo de cosas, como un gnomo de jardín. En los créditos aparecen como "drogadictos" por un error, según los creadores, porque, en realidad, tenían nombre: Sticky y Ron (que a mí me suena a Ren y Stimpy, aquellos dibujos animados descerebrados). Cuando rapea uno de ellos, de hecho, dice que se hace llamar Sr. Sticky (pegajoso). 





'LOCO OCHO', ASÍ NACIÓ EL APODO

En una partida de póker, Domingo deja ganar a Lalo. Este al ver sus cartas (llevaba dos 8 y en la mesa hay otro 8) le llama Loco Ocho, creando el futuro apodo criminal de Krazy-8. Domingo es detenido por la policía al intentar desatascar una tubería por donde lanzan la droga.

NACHO, CABALLO DE TROYA

El caballo de Troya es Nacho. Gus le amenaza con matar a su padre si no consigue ganarse la confianza de Lalo para acabar con él desde dentro. Mientras, Lalo visita a su tío Salamanca para hacerle ver que intuye que Gus oculta algo: sabe que no es un frigorífico lo que estaba construyendo. Cuando detienen a Domingo, los SWAT entran en el edificio abandonado en busca de la droga. Nacho se la juega y se cuela por la azotea para recuperar la mercancía, una forma de ganarse a Lalo, que aplaude su valentía.

MIKE, ENCABRONADO

Tras rechazar el trabajo de Gus, Mike ha debido beber y mucho. Le llama su nuera para que cuide de su nieta. Le anima a descubrir quién fue Jacques Cousteau porque su padre quiso ser explorador de los mares. Todo va bien hasta este momento cuando la nieta le recuerda a su hijo. Mike pierde un poco los papeles con ella, echa de menos a su hijo y se enfada. Mike parece bruto, pero es un tipo de gran corazón. No solo por cuidar de la familia, cuando entra en la casa acaricia al perro, por ejemplo. Son pequeños detalles que dicen mucho de una persona empática. Mike no lleva bien ni la muerte de su hijo ni la del alemán, se siente culpable.

UN ARMARIO MÁS GRANDE


A Jimmy la casa se le queda pequeña, no tiene armario donde meter todo su vestuario colorido y hortera, algo que mosquea a Kim, porque le quita espacio. Luego Jimmy lleva a Kim a visitar una espaciosa casa, con un vestidor de fantasía. Aunque Kim le apremia a no saltarse la ley y sigue confundida, acaba riéndose al salpicarle agua debajo de la ducha. Supongo que veremos estos tiras y aflojas porque Kim quiere a Jimmy, pero al mismo tiempo es muy cerebral y sabe que profesionalmente no lo está haciendo bien. Curiosamente, Jimmy exclama: "¿Dónde están mis Louboutin?", bromeando con que sus palabras hacen eco dentro del vestidor. ¿Louboutin? Ahora, no se los puede permitir, pero ahí muestra su ambición.

EL ASCENSOR Y LA FISCAL


Jimmy (ese hombre tierno con Kim) desaparece cuando se viste del pícaro Saul. En los juzgados le vemos como pez en el agua hablando con unos y con otros, engatusándolos, dejándose querer. El único hueso es una fiscal, Ericsen. El mago Saul logra convencer a un tipo de mantenimiento (con servicios legales gratis para su primo) para que los deje encerrados en el ascensor. Es la única forma de que ella llegue a acuerdos con él antes de llevarlos a juicio.


EL GNOMO Y EL HELADO

Jimmy va con su disfraz de Saul a lo suyo, comiendo un helado por la calle. Se le acerca un coche, es Nacho que le obliga a subirse a él. Los dos se conocen, pero hacía dos años que no se veían. Al inicio del episodio, los drogatas rompen un gnomo de cerámica cuando arrancan el coche, en una perspectiva similar vemos el helado de cucurucho que Jimmy deja caer al suelo cuando sube al coche de Nacho.

GUIÑO A TARANTINO Y A MARTIN SCORSESE

"Trae bagels" dice alguien, que es lo que le dice Brad Pitt a Leonardo DiCaprio en Érase una vez… en Hollywood, de Quentin Tarantino. Pero el guiño cinéfilo más potente es a Martin Scorsese. Saul le dice a Kim de ver Jó, qué noche. Además, Saul compara a un rival con Toro salvaje, también de Scorsese. Para más inri, la cadena AMC, que emite la serie en EE UU, emitió justo después del episodio Uno de los nuestros.

El curioso motivo por el que nació Mike Ehrmantraut, el personaje de Breaking Bad al que todos aman
La serie tuvo un cambio de guion por un imprevisto entre los actores; este giro le dio vida a la persona que se ganó el cariño de la audiencia
2 de junio de 2022

Breaking Bad es considerada como una de las mejores series de la década. Su historia atrapante pone a la audiencia en el “bando de los malos” al generar empatía con sus protagonistas. Por ello, aún genera gran repercusión, aunque la emisión de su último capítulo fue en 2013. Walter White y Jesse Pinkman son los personajes más queridos. Sin embargo, otros tantos con rasgos particulares se llevan también los halagos de los fans. Este es el caso de Mike Ehrmantraut, interpretado por Jonathan Banks que se unió a la al final de la segunda temporada. En la ficción tiene una escena clave que pudo realizar por mera casualidad.

Mike Ehrmantraut es la persona que ayuda a Jesse Pinkman en un desesperado y triste momento: la muerte de su novia. Este hombre acude al llamado del joven y, con total frialdad, se propone limpiar la escena para librar culpabilidades. Con rudeza y sin acaparar en sentimentalismo, lo hace reaccionar para que se sobreponga de la situación. La composición de la escena fue una de las que causó estupor en la audiencia, que enaltecía esa historia de amor en medio de adicciones y negociones peligrosos.

Desde aquel instante este personaje fue un apoyo durante la ficción para el protagonista, tal es así que formó parte de a película El Camino: A Breaking Bad, lanzada en 2019.

La repercusiones fueron inmediatas y aún lo son. Pero, la historia detrás es un tanto llamativa debido a que Mike no iba a ser la persona a la que el joven acudiría en la grave situación. Los guiones indicaban una resolución similar pero en manos de otro personaje: Saul Goodman. El hombre interpretado por Bob Odenkirk iba a ser el héroe en esa ocasión.

Contrario al libreto, Odenkirk no pudo cumplir con su contrato que estipulaba la filmación de cuatro capítulos, uno de ellos el que incluia escena. En paralelo, el actor se encontraba en la filmación de How I met your mother, donde interpretó al mítico jefe Arthur Hobbs, motivo por el cual no podría ser parte del drama que atravesaba el personaje Jesse la priorizar su rol en esta segunda serie.

Ante esta dificultad, los productores decidieron realizar un cambio en el guion y ese lugar fue ocupado por Mike Ehrmantraut, un hombre frío y calculador que se unió al drama. Esta información la reveló el mismo Odenkirk en una entrevista con Rolling Stone. Lo cierto es que su personaje no perdió peso alguno en la historia, debido a que fue tal la aceptación que se ganó el protagonismo para el spin-off de la misma: Better Call Saul, que cuenta con seis temporadas y finalizará en julio.

En este sentido, queda implícito que la exitosa serie dio lugar para que los brillantes actores puedan lucirse en cada papel y reciban la aceptación y el cariño del público.



Estatuas de Walter White y Jesse Pinkman (Breaking Bad) fueron develadas en Nuevo México.

La estatua en honor a la serie 'Breaking Bad' fue develada en Albuquerque, Nuevo México, con la presencia de los protagonistas de la serie, Walter White y Jesse Pinkman.

Walter White y Jessie Pinkman de Breaking Bad tendrán su propia estatua

30 de julio de 2022

Nuevo México recibió a Brian Cranston y Aaron Paul, protagonista de la serie Breaking Bad, en una ceremonia realizada en el centro de convenciones de Albuquerque, para develar dos estatuas erigidas en honor a la serie. Las dos obras escultóricas, de tamaño superior al real, fueron donadas al estado por el director de la producción cinematográfica, Vince Gilligan y Sony Pictures. 

La ceremonia realizada el pasado 29 de julio contó con la presencia de los dos protagonistas, además de Patrick Fabian, Michael Mando y Rhea Seahorn de Better Call Saul, junto a Dean Norris de la serie original. 
Tim Keller, el alcalde de la ciudad ofreció un discurso antes de la develación de este par de obras de bronce y dijo que si bien las estatuas no serás apreciadas universalmente en Nuevo México, por tratarse de dos traficantes de metanfetamina “ficticios e infames”, él sólo ve a dos de los mejores actores de los Estados Unidos. 
“Los veo, en carácter, como dos figuras trágicas más grandes que la vida, cuentos con moraleja”, apuntó Keller. 

Estos estandartes a la serie son una muestra de agradecimiento por parte de la ciudad de Albuquerque, pues desde la publicación de Breaking Bad, se recibió una gran incentivo turístico-cinematográfico. Keller remarcó este hecho y reconoció el deleite que trae a los pobladores. 

“Si bien las historias pueden ser ficticias... los trabajos son reales todos los días”, dijo Keller. “La ciudad también es un personaje. ... Nos vemos a nosotros mismos de muchas maneras, buenas y malas”, dijo el mandatario. 

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se estima que entre abril de 2020 y el mismo mes de 2021, más de 100 mil personas murieron por sobredosis de drogas. Mientras que según AP, las muertes por sobredosis de metanfetamina y fentanilo, superó a otros estupefacientes, y fueron las principales causas de deceso en todo el estado durante 2020. 
Es aquí donde las opiniones sobre estas estatuas divergieron, pues el representante republicano, Rod Montoya, declaró que aunque es fan de Brian Cranston como actor, las estatuas representan algo más allá de la serie. 

“Me alegro de que Nuevo México tenga el negocio, pero ¿en serio?” Montoya dijo. "¿Vamos por el camino de glorificar literalmente a los fabricantes de metanfetamina?"


Algunas ideas sobre el brillante final de “Better Call Saul”, de Vince Gilligan y Peter Gould (Netflix)


Arriba: Rhea Seehorn y Bob Odenkirk. Abajo:
 Peter Gould, Carol Burnett y Vince Gilligan.





El 14 de abril de 2015 debutaba Better Call Saul, un proyecto que tenía el desafío mayúsculo de ser precuela y spinoff de una de las mejores series de la historia: Breaking Bad (2008 2013). Pasaron 63 episodios (uno más que los de BB, que luego tuvo como apéndice la "película" El Camino) en el lapso de algo más de siete años y hoy, luego de haber visto Saul Gone, el extraordinario capítulo final, podemos sostener sin dudas ni exageraciones que BCS no solo le hizo honor y estuvo a la altura de las circunstancias, sino que incluso en algunos aspectos superó a su predecesora.

Sobre esta sexta y última temporada de BCS ya habíamos escrito aquí y aquí, pero faltaban apreciar las cinco entregas finales y fue entonces -con amplio predominio del blanco y negro y con el protagonista Saul Goodman en su versión más patética como Gene Takavic para cerrar “recuperando” al Jimmy McGill- cuando la historia se encontró de forma definitiva con el universo de BB, incluyendo los esperados regresos de Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul) y -en el episodio de cierre vía flashback- de su hermano Chuck McGill (Michael McKean) y -en el marco del juicio- de Marie Schrader (Betsy Brandt), la viuda del Henry "Hank" Schrader que supo interpretar Dean Norris.
Si BB tuvo un final entre trágico, sangriento, desgarrador e impiadoso, BCS apostó en cambio por una épica distinta no exenta de lirismo, romanticismo y -a su manera- redención. La visita de Kim Wexler (Rhea Seehorn en plan heroína) a Jimmy (Bob Odenkirk en su cima actoral) en plena prisión y ese momento en que ella le ofrece y le prende un cigarrillo (simetría perfecta con el primer episodio de la serie) para que él luego le agarre las manos quedarán como una de las escenas de cierre más brillantes de la historia de las series, así como ese intercambio final de miradas con ese gesto cómplice que solo ellos entienden. De esa manera, BCS se convirtió en el complemento pero también en el reverso perfecto de BB.
En las entregas inmediatamente anteriores (sobre todo con la incorporación del personaje de Marion a cargo de la mítica Carol Burnett) ya quedaba en claro que Jimmy/Saul/Gene no tendría escapatoria y que lo apresaran dentro de un container de basura resultó un castigo si se quiere sádico y desmedido. Y, cuando parecía que para salvarse el protagonista apelaría a sus peores armas (lo cual ya es mucho decir) tratando de aportar más pruebas sobre el asesinato del abogado Howard Hamlin (Patrick Fabian), los showrunners Vince Gilligan y Peter Gould (guionista y director del episodio final) volvieron a sorprender con una última vuelta de tuerca: cuando Jimmy había conseguido un muy favorable acuerdo con una condena de apenas 7 años (tan baja que hasta la magistrada que supervisa el caso United States v. Saul Goodman no puede entender), él termina -ante la mirada de Kim ubicada en la última fila del juzgado- autoincriminándose como partícipe fundamental en la creación del imperio de Walter White para -luego sabremos- terminar recibiendo una condena de ¡86! años y limpiando para siempre la situación de quien fuera su esposa.

Hay una escena cerca del final que parece en principio una mera humorada, pero resulta bastante más trascendente. El protagonista es trasladado rumbo a la cárcel en un micro lleno de prisioneros de temer. Allí lo reconocen y empiezan a cantar “¡Better Call Saul!”. El habrá renegado de ese alter-ego que tanto tiempo y energía le llevó construir para recuperar al Jimmy McGill, pero para el resto del mundo será siempre Saul Goodman.
Pasaron 13 años desde que el ambicioso y inescrupuloso abogado encarnado por Bob Odenkirk apareció en Breaking Bad. Lo que en principio era un tragicómico y a su manera simpático personaje secundario sin demasiada trascendencia se convirtió no solo en el eje de una serie con vuelo propio sino también en la excusa para una ampliación y profundización de ese universo con nuevos y viejos personajes que adquirieron mucho más despliegue y matices como, por citar solo algunos, Gustavo “Gus” Fring (Giancarlo Esposito), Michael “Mike” Ehrmantraut (Jonathan Banks), Ignacio “Nacho” Varga (Michael Mando), Eduardo “Lalo” Salamanca (Tony Dalton) y los mencionados Howard Hamlin (Patrick Fabian) o una memorable coprotagonista femenina como Kimberly “Kim” Wexler (Rhea Seehorn).
En el último y muy elegante episodio (salpicado de flashbacks con el protagonista junto a Mike Ehrmantraut cargando bolsos con 7 millones de dólares en pleno desierto o dialogando con una dulzura inusitada con su hermano Chuck) sobrevoló la idea de la máquina del tiempo (aparece otra vez un ejemplar de la novela de H. G. Wells), de qué haría cada uno si pudiera viajar a otro tiempo y lugar para evitar (o no) los errores que ha cometido. Gould le dio al cierre una dimensión ética y moral que de alguna manera cierra el arco dramático de BCS de una manera mucho más emotiva y querible que en BB. Jimmy/Saul/Gene podrá haber sido en muchos momentos un estafador desalmado, pero también alguien que encontró en Kim algo de amor y de humanidad como para no convertirse en un monstruo como Walter White. Como diría Spike Lee: haz lo correcto.

Ahora, tras este “final feliz” (todo lo feliz que podía ser para un personaje como el de Jimmy/Saul/Gene) solo queda sobrellevar el inevitable vacío que se nos generará tras esos casi 15 años de compañía que nos regaló el tándem BB-BCS y esperar a que Vince Gilligan y Peter Gould (juntos o por separado) nos sumerjan en otras de sus extraordinarias creaciones. Estamos en presencia de dos auténticos genios, dos magos de esta dorada de las series.

Better Call Saul: un ensayo sobre el orgullo cierra el universo de Breaking Bad

Por: Juan Diego Barrera Sandoval


A través de dos series y una película, Vince Gilligan y Peter Gould han construido un legado narrativo como pocos en este nuevo siglo. Enriquecerlo con la altura y elegancia con la que concluye Better Call Saul es una hazaña artística sobre la cuál vale la pena detenerse. Hablemos entonces sobre el final de la serie y de la saga entera.

El sentido del universo Breaking Bad

Better Call Saul es, según Gilligan y Gould , el cierre del “Universo Heisenberg”. ¿Qué se ve cuando damos un paso atrás y vemos las historias de Walter White, Jesse Pinkman y Jimmy McGill/Saul Goodman como un todo?

Cuando se habla de Breaking Bad, se habla de un clásico plagado de premios, y que pocos dudarían poner entre lo más alto de su lista de series favoritas. Dada su amplísima influencia y éxito, el anuncio de una película sobre Jesse Pinkman y un spin-off sobre el estrambótico abogado/cómplice, Saul Goodman, generó todo tipo de dudas. Muchos temían que fueran meramente esfuerzos avariciosos por exprimir las ganancias de la franquicia, manchando el legado de la serie original con algún relleno sin fondo.

Pero lo primero se dio sin lo segundo, en especial con Better Call Saul. La discusión sobre la mesa no es la de las secuelas fallidas y las franquicias que quizá no valía la pena hacer, sino la de obras maestras, ricas y complejas, capaces de competir entre sí, y que son, sobre todo, complementarias.

Breaking Bad exploró hasta la última consecuencia la soberbia. Recorrió cada peldaño de la escalera en espiral que lleva a un hombre cualquiera a los sótanos de un laboratorio de metanfetamina, debajo de los sepulcros improvisados y anónimos de quienes murieron sacrificados por él y otros hombres que se negaron a ser mortales. O eso creyeron, pues la serie también se encarga de mostrar que la soberbia es un motor envenenado con explosivos y destinado a destruir a quienes no se detengan, conviertiéndolos en granos del desierto de Nuevo México o cualquier otro lugar del mundo. Es una serie sobre Ícaro acercándose al sol, y cayendo al mar, con las alas derretidas y una sonrisa, en su ley.

El Camino fue la película secuela sobre los hechos inmediatamente posteriores al final de Breaking Bad. De la trilogía fue quizás la parte menos elogiada, pero es poderosa y esperanzadora. Su foco es la dignidad: Jesse Pinkman escapó de varios sótanos infernales, incluyendo el luto, las celdas de tortura bajo tierra y las adicciones, y se enfrentó a una última odisea para perdonarse a sí mismo y darse una nueva oportunidad en otro lugar, bajo otro nombre. En el personaje de Aaron Paul pesaba una sentencia que suele ser impuesta con ligereza, pero de manera devastadora, sobre niños problema y criminales, que luego la ven ratificada en el círculo vicioso de sus constantes caídas, asociadas con la falta de fe y confianza de otros, y sí mismo, sobre su persona y sus posibilidades. El Camino es la última prueba de redención que enfrenta Jesse: la de defender su valor como ser humano y madurar para ser independiente, libre de las cadenas de la culpa, el pesar y la condescendencia.

Entonces, hasta ahora, teníamos dos cierres. Primero, Breaking Bad fue la historia de la muerte de un renegado que insistió hasta la última instancia en dictar los términos de su propia vida y final, pasando sobre todo lo demás. Quizás más de uno, si contamos a Hank, Michael y Fring. Segundo, El Camino habló del renacer de alguien que se dio por muerto en vida hasta que vio a la muerte de verdad a los ojos, y recibió un soplo de vida.

¿Dónde encaja ahí Better Call Saul?
Finalmente, llegamos al cierre de Better Call Saul, protagonizada por Bob Odenkirk, quien también fue productor de la serie.

Esta precuela está enfocada en Jimmy McGill. El detalle es importante: a pesar del título, no es la historia de Saul Goodman. Sí, se cuenta su origen como alter ego y se da vueltas a la reivindicación que busca ese nombre. No obstante, la serie realmente trata sobre Jimmy, su conflicto con la identidad, la pertenencia a un linaje y las expectativas derivadas.

En cuanto a la mayoría de personajes, como Lalo, Howard o Nacho, la serie es un ensayo audaz y sangriento sobre el envenenamiento por orgullo y sus oscuras secuelas. Pero en cuanto a Jimmy es lo opuesto: la falta de orgullo lleva a travesías figuradas y literales por un desierto sin sombra, agua o frutos de la labor propia. Michael lo cruza con él, menos quejumbroso a pesar de su edad, resignado al remordimiento que ha cargado media vida.

Aunque a veces parezcan el mismo personaje, Jimmy y Saul no son lo mismo. Goodman es una herramienta para enriquecerse y darse a conocer entre criminales de todo tipo, pero sobre todo es el sueño frustrado e imposible de ser enteramente libre de juicio y de culpa. Es un arma de doble filo y un espejismo: el nombre por el que insiste en ser llamado por vergüenza que confunde con orgullo; el “bien, gracias” (que también es una forma de usar el it’s all good, man) con el que respondemos para no admitir nuestro dolor y vulnerabilidad.

Es justo lo que hace en el capítulo final ante Mike y Walter, así como en sus peticiones finales ante la fiscalía: se muestra superficial y materialista para escudarse de la realidad de que lo que busca no es dinero sino aprobación y la sensación de ser imprescindible, como lo fue su hermano. Solo hasta el juicio final cambia todo.


La historia de Jimmy es la síntesis de las de Walter White y Jesse Pinkman. Como el primero, su terquedad lo lleva continuamente a negociar con la desgracia, la justicia y la muerte, y a saberse capaz de conseguir un trato y salir ileso si así lo quiere. Como Jesse, la limitación que él mismo y los demás han hecho de su persona a un conjunto de caracteres, los de “Slipping Jimmy”, lo llevan a negarse la posibilidad de una vida distinta por sentir que no la merece o que realmente es la que desea su hermano. Como Walter, arrastra a finales fatídicos a los demás. Como Jesse, busca la aprobación de su familia y sus figuras paternas, sin ver que son la causa de su miseria. Chuck fue, al fin y al cabo, el mismo que por celos le cerró el camino de abogado, jamás agradeció su apoyo y le negó el reconocimiento de su madre, que lo buscaba con sus últimas palabras en el lecho de muerte.

Ese deseo queda proyectado en Kim Wexler, sin lugar a dudas uno de los personajes más interesantes de esta y cualquier serie en tiempos recientes. Rhea Seehorn da vida a una abnegada abogada que se apega a las órdenes de sus superiores, así como a las normas del profesionalismo y la etiqueta. Poco a poco queda enamorada de un carismático Jimmy que, entendimos en la última temporada, es la proyección de su madre: capaz de actuar y mentir como ella nunca lo fue para protegerla y apoyarla. Con él, se hunde en el deleite de poder ir, quizás por primera vez, más allá de lo que se supone de un abogado.

Su encuentro fugaz con Jesse Pinkman, además de un gran fan service, es un desarrollo paralelo de ambos personajes, notables por su apego y lealtad. Y en ella vemos la fortaleza que tanto le costó a Pinkman conseguir para romper la idealización y poner límites ante la manipulación.

Gracias a Kim, el final de la serie tiene gran potencia emotiva. Saul se queda por siempre en el basurero donde se esconde de las consecuencias por última vez, luego de experimentar por primera vez una vida en la que su rebeldía y astucia no fuera reprendida sino admirada. Jimmy surge de los desechos y los diamantes con las manos vacías y en alto, sin oponer resistencia. Luego los (y nos) hace creer a todos que seguirá irremediablemente siendo el mismo, y que su final será fatídico, de “muerte en su ley”, como el de Walter White. Pero con McGill en la cárcel, tras confesar y aceptar su nombre, Wexler encuentra un vacío legal para visitarlo durante su sentencia y hablarle sin juicio alguno.

En ese movimiento, Jimmy gana su más audaz apuesta, el grito de auxilio que significó arriesgarse al odio de Kim con tal de saber si era meritorio de amor a pesar de ser la oveja negra que siempre fue. Y, además, queda libre de Jimmy, que reconoció su valentía para empezar de cero.

Su llegada a la cárcel es el arribo final al lugar donde es reconocido como algo más que sus errores. A lo largo de la serie, la cárcel significa una muerte en vida para todos los clientes de Jimmy y Kim, y su rol es siempre el de apelar a la emoción y a la humanidad de otros para luchar contra el sesgo estructural de un sistema punitivo hecho para ratificar las jaulas mentales de los propensos a caer en el crimen. El reconocimiento de los presos a Jimmy, coreando “Saul Goodman” y reverenciándolo como al profesor de La sociedad de los poetas muertos es un agradecimiento a esa labor, y un reconocimiento como un igual que Jimmy nunca tuvo, o que no supo aceptar.

El cierre de Better Call Saul es sutil, elegante, y, como su fotografía, gris. Está centrado en la reconciliación consigo mismo y alejado de los finales de Walter y Jesse, de las fantasías de la muerte espectacular y el borrón y cuenta nueva. Por tanto, puede ser decepcionante para algunos por “aburrido”, o puede ser leído como moralismo que idealiza la toma de responsabilidad. Pero implica una síntesis de esos otros cierres y un matiz. Saul debía morir para que Jimmy McGill tuviera, al fin, una vida y un nombre del cuál sentirse orgulloso y responsable: uno que permitió a cientos tener la segunda oportunidad que solo Kim había luchado por ofrecerle a él, y que también debe cargar con haber aportado arena al desierto que dejó Heisenberg a su paso.


Bob Odenkirk: "El cine es un salvavidas"
MATTEO PERSIVALE
Corriere della Sera
, 8 septiembre 2022 -

El protagonista de 'Better Call Saul', estrella en la televisión desde hace una década y media, no entierra al cine

"Quería distraerme de la pesadilla que tenía a mi alrededor". El actor, cómico, guionista y productor de cine Bob Odenkirk se ajusta la gorra de béisbol y sigue hablando. "Era abril de 2020 y estábamos en pleno confinamiento, no había la más mínima expectativa de disponer de una vacuna en breve, llegaban noticias terribles del mundo... Mis hijos estaban encerrados en sus habitaciones dando clases de forma remota. Hacer una película fue una forma de volver a estar en contacto con lo que hago en la vida: actuar. El cine es un salvavidas, tanto para los que lo hacen como para los que lo ven".

El tipo que se convirtió en una estrella mundial gracias a su papel de abogado de los bajos fondos en la serie Breaking Bad y a su precuela, Better Call Saul, ahora protagoniza la película Worlds Apart, dirigida por Cecilia Miniucchi y con Danny Huston y Radha Mitchell en el reparto. La trama: tres parejas se ven obligadas a convivir paralelamente en sus casas durante la pandemia. Una situación que les forzará a examinar sus relaciones y a sí mismas.

El actor ha viajado hasta el Festival de Cine de Venecia para presentar el filme, pero hablamos con la persona que da vida a Jimmy McGill (Berwyn, Illinois, Estados Unidos, 59 años) vía Zoom pocas horas después de la emisión en su país de la última entrega del spin off (sin spoilers: un final memorable).

"¿Sabe que en la última toma de Better Call Saul no experimenté un sentimiento tan fuerte como el que tengo ahora, la sensación de que un largo capítulo de mi vida se había cerrado y otro comenzaba? La verdad que estoy triste porque ya se ha terminado, pero también estoy orgulloso y contento por haber tenido esta oportunidad única en la vida que para mí lo cambió todo. Hoy Better Call Saul queda atrás y delante está Venecia".

Odenkirk interpreta ahora a un galerista de arte de ética distraída, otro de esos personajes a los que él consigue dotar de una dolorosa humanidad. "¿Qué persona tan fea, ¿verdad? Siempre intento darle dignidad a estos papeles, pero en este caso... el guion de Cecilia, escrito justo al principio del confinamiento, me gustó mucho. Hicimos algunos cambios y empezamos a rodar cada uno por su lado, esperando que con el final del encierro, un año y medio después, cuando todos estuviéramos vacunados, pudiésemos rodar las escenas de apertura y cierre con normalidad".

"Uno de los productores había fabricado dos artefactos en los que se insertaron dos pequeños trípodes de iPhone y iPad. Por la mañana dejaba este material desinfectado en la puerta de la casa de cada actor y así empezamos a rodar. Todo era a distancia, incluso los ensayos fueron por FaceTime. Y, aun así, estoy muy orgulloso de la película. Normalmente tienes colegas en el plató, en el equipo, trabajas grupalmente... Aquí no había nada de eso, lo único que había era soledad. Pero luego la claustrofobia termina y todo vuelve a fluir".

Odenkirk confiesa que la atmósfera de la película le recuerda a la de las cintas de Woody Allen. 
Soy un gran fan de sus películas y de sus historias. Cuando empecé en la comedia él era mi referencia", reconoce. 
"En Worlds Apart un personaje tan poco agradable como el mío acaba encontrando su dignidad porque el espectador comprende que su galería es realmente su razón de ser. Te las arreglas para entrar en su vida".

Hace un año, en el set de Better Call Saul, Odenkirk sufrió un infarto. Hoy está vivo sólo porque una actriz acababa de hacer un curso de reanimación cardiopulmonar y, ese mismo día tenía un desfibrilador en el maletero de su coche para devolvérselo a una amiga enfermera. Tras ese suceso, muchos de sus fans expresaron su cariño hacia él.

"Nadie se sorprendió más que yo. Todavía no puedo explicarlo. Pero ese gran amor que sentí durante mi convalecencia se ha quedado conmigo, me acompaña cada día", confiesa.

Cuesta creer que Odenkirk haya sido distinguido con una estrella en la acera de Hollywood Boulevard junto a otros gigantes del mundo del espectáculo, que haya actuado para Steven Spielberg (The Post) y que además haya alcanzado la fama propia de un héroe de acción. El actor empezó como cómico y el resto de su carrera es la de un éxito improbable.

"Todo lo que hacemos en este negocio es arriesgado, un salto en la oscuridad. Los actores tenemos que confiar en el texto, en el director, en nuestros sentimientos. Es como saltar de un acantilado esperando que debajo haya alguien que haya colocado una red. Es una cuestión de confianza en los que te rodean", conclusión.

ADIÓS A SAUL GOODMAN Y KIM WEXLER
UN MUNDO PARA ELLOS DOS

Saul Goodman nació de un problema: Breaking Bad, que había arrancado con un humor potente y ácido, se estaba volviendo demasiado dramática. El personaje secundario se convirtió en spin off y abrió un debate estéril: ¿cuál de las dos es mejor? No sabemos cómo serán las producciones del futuro, pero es improbable que vuelva a existir un universo como el de Breaking Bad + Better Call Saul. Mariana Levy analiza y despide a las dos grandes series que marcaron a una generación de guionistas y espectadores y que transformaron la televisión para siempre.

Con la despedida final de Better Call Saul asistimos al fin de una era. No sabemos cómo va a ser la televisión del futuro pero es muy improbable que alguna vez se vuelva a construir un artefacto como el universo Breaking Bad + Better Call Saul. Ese tipo de narración con ese control, esa libertad y esa capacidad de planear y cocer a fuego lento ya no existe en el mapa actual de los influencers y las cancelaciones sorpresa. La lectura -como serie y fenómeno- es parcial: nos falta perspectiva, dejarla unos años en la barrica de nuestro cerebro y ver cómo envejece, como le sienta el paso del tiempo.

Lo que sigue son algunas reflexiones sobre lo que deja, algunos fragmentos que pude entender del diálogo entre las dos series, en qué se continúan y se potencian, en qué se desmienten, en qué se contradicen. Este texto es una despedida, un agradecimiento a dos grandes series que marcaron a una generación de guionistas y de espectadores, y después de las cuales la televisión cambió para siempre.

1. Saul Goodman, un iceberg cómico en un mar de drama 

En 1966 Tom Stoppard escribió “Rosencratz y Guilderstern están muertos”, en el que exploraba las vidas y el devenir de dos personajes muy secundarios de Hamlet. La obra de Stoppard transcurre al mismo tiempo que la de Shakespeare. Asistimos a lo qué están haciendo estos dos personajes secundarios mientras sucede lo que ya sabemos: “Ser o no ser”, la aparición del fantasma, la muerte de Ofelia. Lo más interesante es que no es solamente un ejercicio de estilo, sino que se pregunta sobre la esencia filosófica de qué significa ser un personaje secundario. Rosencratz y Guilderstern -que en Hamlet aparecen siempre juntos, en dupla- tienen un problema de identidad, se confunden entre sí, no saben quién es quién porque no fueron dotados de características distintivas de personalidad, son esencialmente personajes secundarios, al servicio de una historia que no es la suya propia.

Saul Goodman nace de un problema. Breaking Bad, una serie que había arrancado con un humor potente y muy ácido, se estaba volviendo demasiado dramática. El universo del narco volvía todo muy oscuro y poco divertido. Entonces desde el writers room surgió el pedido de incorporar alguna subtrama que trajera lo que en inglés se llama “comic relief”, un remedio cómico, una curita de risa para tanto narco suelto. El excéntrico personaje aparece por primera vez en la nave nodriza en el episodio 8 de la temporada 2, titulado -por supuesto- “Better Call Saul”. La idea original era que fuera un personaje de un solo episodio o a lo sumo un par de entregas. 

Bob Odenkirk cuenta que cuando recibió el guión y vio que su personaje tenía monólogos larguísimos, asumió que iba a ser como la mayoría de sus apariciones especiales en otras series. Recibe un guión donde su personaje dice un montón de palabras y chistes y cuando llega al set se lo resumen en “la mesa está servida”. Pero no fue el caso. Saul había llegado para quedarse.

Odenkirk es un comediante. Y previo a la serie de Vince Gilligan sus roles no cómicos se cuentan con los dedos de la mano. Saul Goodman aparece como el iceberg cómico, el refugio de alivio humorístico en el mar de drama de Walter White. Saul es un personaje que fue concebido, del mismo modo que Rosencratz y Guilderstern, para ser secundario. Como dicen los yanquis, un “supporting role”, por diseño, no tiene la profundidad para ser protagonista. Eso hizo que cuando se anunció al mundo que se iba a hacer un spin off basado en el personaje de Saul, mucha gente pensó que iba a ser una comedia. Es más, hasta se pensó que podía ser una sitcom, así de chato y plagado de punchlines se percibía al abogado más chanta de Albuquerque.

Pero la precuela sorprendió a todo el mundo -creo que hasta a sus propios creadores- y se convirtió en una oda a la buena televisión. En las últimas semanas hubo proliferación de debates y think pieces sobre si es mejor o peor que su antecesora. Esa discusión me parece estéril y digna de la profundidad estética de Lalo Salamanca. Ambas series son hijas de su tiempo, son simétricas e iguales en muchas cosas no tan obvias y son diferentes en muchas otras que se esconden a plena vista. Ambas son grandes series. Ambas quedarán en la historia. Y probablemente nunca se haga otra serie igual a ninguna de las dos.

Casi toda Better Call Saul podría resumirse en un pitch de ascensor diciendo “es una serie que le construye una backstory a Saul Goodman”. Como si el hada de Pinocho de los personajes secundarios hubiera venido, dotada de mucho dinero de AMC, y hubiera dicho “Hey, Saul, vamos a convertirte en un personaje principal”. Y acá viene la primera diferencia entre Walt y Saul. 

Walt, siendo un personaje casi arquetípico de drama, tiene una backstory y una motivación tan simples que podrían ser las del personaje de una sitcom. Walt es un genio, tiene un trabajo de mierda y es humillado diariamente, merecería ser millonario pero sus ex amigos lo cagaron y le compraron sus ideas por dos pesos y las convirtieron en una mega empresa. Su cuñado está en la DEA y es todo lo que él no es: viril, exitoso, alabado por sus pares. Walt lo odia por eso y quiere vengarse del mundo que siente que le debe algo. Todo lo que podamos agregar a esto (que aprendemos en el primer episodio de Breaking Bad) son detalles, no cambia demasiado el esquema.

Me resulta imposible resumir en un párrafo quién es Saul, cuál es su motivación y por qué hace lo que hace. La serie es una gran exploración de su psiquis. Y casi como esa frase de pacotilla que dice que el payaso en realidad es un ser muy triste, asistimos a la profundidad del infierno que acosa a nuestro estafador favorito.

En estos días circuló mucha indignación por algunos nichos seriéfilos de las redes sociales porque nuevamente Better Call Saul perdió todos los EMMYs a los que fue nominada. A lo largo de las temporadas fue nominada 46 veces y jamás ganó. Más allá de que los premios cada vez se parecen más a un algoritmo de instagram y menos a un ensayo de Cahiers du Cinema, creo que es una especie de halago que Saul no gane premios. No es una serie “premiable” porque para premiarla debería ser mejor que otras en una categoría similar. Y Better call Saul es su propio animal, crea sus propias reglas. No se parece a nada salvo a sí misma. Es rara, es difícil, le escapa bastante al fan service. En Saul los narcos son accesorios, la verdadera droga son Jimmy y Kim, y las historias de amor vienen bastante devaluadas en el ranking de cosas premiables.

2. Breaking Bad, la serie perfecta

Breaking Bad es una serie perfecta. Y cuando digo eso no estoy haciendo un juicio sobre si me gusta más o menos que otras. De hecho creo que envejeció mal, preferiría cualquier día hacer re watch de Mad Men que uno de Breaking Bad, pero es perfecta en su forma, en su plan, en su ejecución. Es la serie que Henrik Ibsen -el dramaturgo icono del realismo clásico- hubiera escrito si viviera durante la tercera edad dorada de la televisión.

¿Qué quiero decir con esto? Vince Gilligan toma la narración clásica y la despliega perfectamente a lo largo de 6 temporadas. Todo lo que Aristóteles dijo en su Poética, o que los dramaturgos y después los guionistas y los profesores de guión interpretamos que Aristóteles dijo, o elucubramos a partir de eso, todo eso está ejemplificado en Breaking Bad. Tengo la teoría personal de que se puede aprender absolutamente todos los conceptos de guión clásico sólo mirandola obsesivamente. 

Lo programática y aristotélica de Breaking Bad no se entiende a partir de entrevistas ni de análisis críticos, sino de la propia serie. En el episodio piloto, durante la clase de química que da Walt para estudiantes de secundario que no se merecen a tremendo profesor, él explica que la química (o podríamos leer “el guión”) es el estudio del cambio. “Es la constante de la vida, solución y disolución una y otra vez. Es crecimiento, después decadencia, después transformación”. 

¿Les suena? Esquema de tres actos, acción, conflicto. Química pura.

“Toda acción tiene una reacción”, es algo que repite el profesor White, también es una de las leyes de la dramaturgia, y es casi el leit motiv de la serie convertido en “Nada es gratis”. Todo en Breaking Bad tiene consecuencias, nada se escapa, es un sistema cerrado. Si algo se presenta es por algo. Si aparece una cápsula con un veneno mortal alguien va a tener que morir con ese veneno. Como dicen que dijo Chejov: si en el primer acto aparece un revólver, en el tercer acto se tiene que disparar.

En todo esquema de fuerzas hay una escena obligada. En una premisa fuerte ya sabemos cuál es el conflicto y hacia dónde tiene que ir. Como dice Vince Gilligan, él no pretendía con el destino de Walter White hacer algo sorprendente, sino algo “inevitable inesperado”. O sea, lo inevitable es esa escena obligada, con un planteo tan clásico  se puede llegar a un solo lugar sin traicionar la premisa. El tema es llegar ahí de una manera inesperada, gloriosa, cosa que la serie del químico narco, creo, consigue con honores.

Por un lado, Walter White tiene que morir. Eso es así por diseño. Si en el primer acto de una serie un personaje es diagnosticado con cáncer terminal, ese personaje debe morir al final de la serie. El tema es si lo mata el cáncer o, como elige Vince, Walt muere en su ley, abrazado a su baby blue.

La muerte sería el final necesario de Walt, pero su escena obligada tiene que ver con Hank. Aristóteles nos enseña en la Poética que para que nuestro héroe trágico tenga un antagonista real, ese antagonista tiene que ser alguien con un vínculo cercano con el protagonista. En el caso de nuestra tragedia moderna marca AMC, el cuñado de quien será Heisenberg tiene un alto cargo en la DEA. La escena obligada es que Hank tiene que enterarse de que Walt es Heisenberg. Y uno de los dos tiene que acabar con el otro.

Todo eso, todo, está contenido en el piloto. Incluso la forma de la serie completa repite el ritmo y los temas de esa primera entrega. Arrancamos con un flash foward, seguimos con el cumpleaños número 50 de Walt, y vamos a ver el arco completo de la serie en esa primera emisión. La última temporada empieza (y termina) con el cumpleaños número 52 del que fue Walt y ahora es Lambert. La temporada final también empieza con un flashforward y el clímax de toda la serie va a ser ese mismo día, el del cumpleaños número 52 del héroe antihéroe, villano, the one who knocks. Arranca con el cumpleaños de 50. Termina con el cumpleaños 52. Perfecta. Redonda. Un sistema cerrado. Una catedral gótica.

3. Better Call Saul, un sistema abierto

Better Call Saul es todo lo contrario a perfecta redonda y cerrada. De Breaking Bad conmueve su estructura. De Saul conmueve todo lo demás.

Es una continuación no sólo en cuanto a universo y a algunos personajes sino en cuanto a un equipo de trabajo, de escritura. Esos guionistas son como una orquesta que toca junta hace rato. Aprendieron a tocar un tipo de sinfonía y lo hacen mejor que nadie. Pero después de algún tiempo, años, tocar la misma sinfonía simétrica y perfecta les empieza a pesar. Cumplen el diseño que les marca ese piloto a la perfección pero para su nuevo proyecto se arman un mapa mucho más libre. Lo único que hay en el mapa es un personaje y un punto temporal y temático al que tienen que llegar, pero pueden llegar hasta ahí por el camino que quieran, frenando a mirar el paisaje. Pueden retroceder y volver a empezar. Pueden ir en auto o caminar. 

La serie es el testimonio de un dream team de creadores que se conocen de memoria haciendo lo que realmente quieren, jugando, divirtiéndose, explorando cada vez más profundo las motivaciones y racionalidades de los personajes que crean. AMC les dio la llave de la juguetería para que hicieran lo que quisieran. Tenían una fan base que los iba a acompañar a donde fueran. La mayoría de las series no pueden darse ese lujo. Aunque parezca que Saul tiene muchos límites (porque sucede antes que Breaking Bad y tiene que llegar hasta ahí) en realidad no tiene casi ninguno. 


BCS es un sistema abierto porque vive y respira adentro de la mente de sus protagonistas y no en la arquitectura de sus tramas. De hecho, una típica trama Saul suele estar construida con una especie de ingeniería inversa que tiene más que ver con el personaje que con la trama en sí. ¿Cómo es esto? En una trama típica, la intriga está en qué va a pasar, y si van a tener éxito o no en el plan. Un ejemplo perfecto es Dead Freight, el episodio del robo al tren de BrBad. Primero vemos todo el ensayo, lo que quieren lograr, cómo lo van a hacer y los puntos donde puede salir mal. Después vemos el robo en sí y la intriga está en si lo van a lograr o no.

BCS trabaja la intriga de otro modo. Hace algo que podemos asociar con una trama más cercana a Los Simuladores. En Los Simuladores sabíamos que tenían que resolver un caso para alguien, entendíamos cuál era el conflicto, pero después los veíamos todo el episodio haciendo cosas que no tenían relación directa con el objetivo, o en apariencia no tenían nada que ver. El gancho estaba en ir develando lo intrincado del plan, como iban a llegar del punto A al punto B haciendo algo completamente poco convencional. Saul hace exactamente eso. Vemos a Saul y a Kim pegando fechas en un corcho, haciendo llamadas, sacando fotos, buscando gente con barba. Sabemos que traman algo pero podemos pasar varios episodios sin entender qué. La trama está armada de modo tal que no nos importa tanto el éxito o el fracaso del plan sino las cabezas de estas dos personas que están pensando tamaña demencia. Y cómo se divierten mientras lo hacen.

4. Una serie de trama vs. una serie de personaje

Se suele hermanar a estas dos series como si fueran más similares de lo que son. Hay una tentación de ver a Breaking Bad como una serie de personaje, pero en realidad es una serie de trama, a diferencia de Better Call Saul que es la pura exploración de sus personajes.

Walter es rehén de su premisa. ¿Quién sería Walter White fuera de su arco dramático? A quién le interesa ver la vida de un Walter White al que no le detectan cáncer y no se pone a producir metaanfetamina. En cambio, Saul es un buen personaje a pesar de la premisa que le toca. Saul podría existir en múltiples universos. Es un personaje por derecho propio. Está vivo. Es casi imposible escribir fan fiction sobre Walter White pero es facilísimo imaginar aventuras nuevas para Saul Goodman. 

Así como en Breaking Bad empezamos con un Walter White con un revólver en la mano y en calzoncillos, y la pregunta del piloto es “¿Cómo llegamos hasta ahí?”, toda BrBad funciona para Better Call Saul como ese punto de llegada, como ese flash foward. Toda precuela es en un punto un gran flashback. 


5. Dos series en tres tiempos

Breaking Bad funciona en 3 tiempos. Como buena estructura clásica. Hay 3 cumpleaños: 50, 51 y 52. Y hay 3 identidades: Walter White, Heisenberg y Lambert (la identidad que toma para huir).  

Saul es una serie mucho más libre y menos programática que Breaking Bad. Es más experimental. Pero desde la secuencia inicial del primer episodio ya nos anuncia que también va a trabajar en tres tiempos. Sabemos que es una precuela, o sea que vamos a tener los eventos anteriores a Breaking Bad, después tendremos al Saul que ya conocemos, y por último tenemos la vida post escape, a ese personaje en blanco y negro que vende cinamon rolls en un shopping. Nuevamente tres identidades, Jimmy Mc Gill, Saul Goodman y por último Gene Takovic.

También, ya conociendo el final de la historia, cuando volvemos a ver esa primera secuencia nos damos cuenta de que su final trágico está anunciado. La serie abre con la presentación de Gene, un hombre suburbano con una vida tranquila, común. Gerente de un negocio de un patio de comidas de shopping, tiene un trabajo rutinario. No llama la atención. Vuelve a su casa, una casa común, sin lujos. Pero aunque vive su nueva identidad con dedicación y se esfuerza por no ser descubierto, tiene una caja de secretos (que vamos a volver a ver en el último episodio), cosas de su vieja vida. Gene no se resigna a perder del todo a Saul. Y acá aparece su hybris, el foreshadowing (presagio) que nos indica desde el primer episodio que Gene va a caer por su propia vanidad, que haber sido Saul Goodman es lo mejor que le pasó y que no está dispuesto a dejarlo ir así nomás. Gene saca un VHS y se pone a ver los comerciales de Better Call Saul, los mismos comerciales que va a encontrar Marion (Carol Burnet) online y por los que va a descubrir su verdadera identidad y lo va a delatar a la policía.

Ese VHS del primer episodio es lo que lo llevará a recibir una condena de 86 años en prisión.

6. Saul y Walter

Lo interesante de ver las dos series en tándem es que comparten muchos elementos, pero en cada una significan cosas distintas, no valen lo mismo. Breaking Bad es la historia de un arco de transformación, de buen tipo a archivillano. Y Saul es en apariencia lo mismo. De ese Jimmy con una viveza criolla pero buenazo, sin una gota de maldad verdadera, a ese Gene que está a punto de asesinar a una anciana para no ser delatado.

Pero lo que en Breaking Bad es central en Saul es una anécdota. El clímax del series finale de Saul no es la persecución con la policía. La huida se resuelve en el primer bloque del episodio. Incluso a nivel dramático termina repitiéndose como parodia cuando nuestro protagonista es descubierto -después de tantas temporadas escondido- adentro de un tacho de basura.

Si la pregunta sobre Walt es, nuevamente, de trama, “¿hasta donde puede llegar?”, cuan villano puede ser, la pregunta de Saul es de personaje. ¿Quién es realmente? ¿Qué es lo que verdaderamente le importa? ¿Cómo funciona en profundidad la psiquis de un personaje así? 

Walt y Saul son ambos personajes altamente inteligentes que se inventan a sí mismos. Pero mientras Walt necesita que todo el mundo le reconozca su obra, la “firma” con ese azul que es su copyright sobre su creación, Saul quiere probarse algo, antes que nada a sí mismo. Walt cree que es el mejor del mundo pero quiere que los demás se enteren. Saul no cree ser el mejor del mundo, muchas veces duda sobre si es bueno, y sus mayores planes son secretos, se está probando algo a sí mismo antes que a alguien más. La mayor satisfacción de Saul, como buen estafador, es poder hacer algo enorme y que nadie lo note. Es un serial killer casi perfecto, no se lleva souvenires, no deja su firma, simplemente desaparece.

Sin embargo, en los últimos episodios esto cambia. Rompe sus propias reglas. Ser Gene ya no le resulta suficiente. Cuando el “público” de Walt era el mundo entero, la DEA, Gretchen y Elliot, el público de Saul era su socia -su amor, su cómplice y todo-, Kim Wexler. El intenta llamarla, establecer nuevamente algún lazo. Quiere que ella le reconozca su acto final, como se hizo millonario y pudo desaparecer, quiere compartir su truco. Pero ella ya no quiere jugar. Ella ya no comparte el código.

7. Kim

Y justamente Kim es el indicador de la gran diferencia entre las dos series. Se dijo mucho sobre Kim Wexler. Que es uno de los grandes personajes de serie de todos los tiempos (CIERTO), que Rhea Seehorn se merece ganar todos los premios de actuación del mundo y es ignorada (CIERTO), que Kim Wexler es la evolución de Skyler White post me too y movimiento feminista (FALSO).

Kim Wexler no es la evolución de Skyler. Es cierto que ambas son el interés amoroso de el protagonista y también es cierto que se convierten en cierto punto en su socia comercial y criminal, pero no tienen el mismo diseño. Skyler White era principalmente un obstáculo en el camino de ascenso de Heisenberg. Ella era no solo alguien a quien ocultarle cosas sino que era un punto débil, algo que como capo narco lo sometía a posibles extorsiones. De hecho, como el fandom más duro de Breaking Bad bancaba a Heisenberg en lo que fuera que hiciese, había gente que insultaba a Anna Gunn por la calle. Skyler era un personaje odiado por no dejar a Walter White ser un súperheroe a la Marvel.

Al ser Breaking Bad una historia de trama, Skyler es accesoria. Podría estar o no estar. Hank es indispensable en el diseño, Skyler no. Con más o menos matices cumple el horrible rol de “la mujer del protagonista”. 


También, sobre todo a partir de la escena de la última temporada donde vemos a Kim con Jesse en un flashback con respecto a la línea de Gene, o un flashfoward con respecto a la línea de Jimmy, hay quienes ven a Kim como una nueva versión de Jesse. Y si me apuntan con un revólver y me hacen elegir estoy más cerca de esta postura que de la de verla como una Skyler.

Pero Kim, a diferencia de Skyler y Jesse, existe más allá del protagonista. Kim existe en su propio universo. Y por momentos ese universo, como dos diagramas de Venn, se solapa con el universo en el que existe Saul. Pero ella es su propio planeta. En un mundo de personajes que van del bien hacia el mal, como si fuera un mapa claro, Kim Wexler es alguien cuya brújula es construida por ella misma. Kim se pregunta qué es el bien y qué es el mal. Se pregunta de qué lado quiere estar. Hasta dónde, por cuánto tiempo. Mientras Walt y Saul están cegados por el dinero, a Kim la enciende la trampa, la estafa, pero más por el plan en sí, por ser más inteligente, que por cuanto puede ganar. A Kim le gusta romper las reglas pero la destroza cuando el sistema expulsa a los que menos tienen. Kim es una Robin Hood del sistema legal yanqui, pero no es completamente buena o altruista. No es un personaje de Aaron Sorkin. Kim vive en el gris y va del blanco al negro como para compensar.

En medio de dos series que son llamativamente puritanas, llenas de violencia pero carentes de sexo, Kim y Jimmy tienen una relación altamente erótica. Todas sus escenas, todos sus planes son un gran juego previo, una danza de seducción y cachondeo. Kim y Jimmy se completan, son testigos de la genialidad del otro. Mientras Kim lo mire, Jimmy no necesita que nadie más sepa sobre lo exitosos de sus planes. No necesita que el mundo lo reconozca, solo que ella lo sepa. Jimmy hace todo para los ojos de Kim pero Kim no es una princesa pasiva que solo está ahí para mirarlo, ella al mismo tiempo avanza, duda, se pregunta cosas sobre su propia identidad. Kim tiene sus propios demonios. Y en este juego de subirse mutuamente la apuesta llegan, a los ojos de ella, demasiado lejos. Ella no puede vivir con lo que hicieron. Y por ende no puede vivir más con él.

Durante toda la serie, el futuro de Kim, la razón por la cual no la vemos en Breaking Bad, sobrevoló el imaginario de los espectadores. La mayoría la creían muerta. Imaginaban un final al estilo de Gwyneth Paltrow en Seven, con un Saul heroico, tratando de salvarla y no pudiendo. Pero no es esa historia y no es ese personaje. Lo que nos dice el final de Better Call Saul es que esto fue una historia de amor. Y que lo más doloroso del amor no es que el otro muera, sino que siga viviendo pero que ya no podamos estar juntos.

8. Postdata

Hay una escena en particular en el final de BCS que creo que está puesta ahí para invitarnos a interpretar, su sentido no está cerrado y es altamente llamativa. A lo largo del episodio tenemos tres flashbacks, en palabras de Peter Gould, el creador de Saul, nuestro protagonista es visitado por tres fantasmas. Primero lo vemos con Mike, en el famoso episodio en el que cruzan el desierto caminando, sin agua y llevando un bolso con 12 millones de dólares. El segundo es el mismísimo Walter White, durante el tiempo en el que están ambos en un sótano, esperando que les den sus nuevas identidades. Y el tercer fantasma es su hermano Chuck.

Las tres apariciones tienen un tema en común, qué harías si tuvieras una máquina del tiempo, o, en palabras de Walt, el arrepentimiento. En los últimos episodios aparece que, así como Kim no puede vivir con lo que le pasó a Howard Hamlin, Jimmy se arrepiente de sus acciones que llevaron a su hermano al suicidio. En la escena flashback de Jimmy con Chuck, que pareciera corresponder temporalmente a los hechos de la primera temporada de la serie, Jimmy le lleva víveres a su hermano que vive sin electricidad, pero pasa algo que nunca vimos en la serie. Chuck es amable con Jimmy. Amable en serio, lo trata con amor y respeto, le habla de igual a igual. Incluso le ofrece ayudarlo con sus clientes, habla de los marginales que contratan los servicios de Jimmy con mucha empatía y sin despreciarlos, e incluso explicita que son gente que se merece tener una buena defensa. Jimmy se niega a aceptar la ayuda de su hermano y se escapa. Y la escena cierra con un plano muy particular, un detalle de un libro, La máquina del tiempo de H.G. Wells.


¿Qué significa esa escena o qué significados nos abre? En principio, coquetea con la idea de las realidades paralelas, con que Saul haya efectivamente agarrado 6 millones de dólares del dinero de Lalo y lo haya usado para construir una máquina del tiempo, y esté tratando de enmendar sus errores. Pero por más de que esa idea me seduzca, está un poco fuera del código realista del universo Gilligan-Gould. Por otro lado, mucho más factible, nos abre la posibilidad de que todo lo que vimos hasta ahora haya sido un relato completamente sesgado contado por el propio Jimmy. Que todo lo que vimos de Chuck siendo la peor persona del mundo en realidad solo haya sido la percepción de su demente hermano menor. Que Chuck haya sido mucho más amoroso de lo que Jimmy nos hizo creer. Que toda la serie haya sido un relato de un narrador poco confiable, un poco como la “confesión” que ensaya Saul delante de Marie Schrader y los policías. Que nos haya hecho creer algo que lo mostraba a él como una víctima pero que no fue para nada así.

Por último, la idea de la máquina del tiempo puede ser una reflexión sobre la naturaleza misma de una precuela. Si cambiamos el pasado cambiamos el presente y cambiamos el futuro. Por más de que ya hayamos visto a Saul en BrBad, que eso ya esté escrito, no es el mismo personaje si cambiamos su pasado, lo que sabemos de él, su backstory. El Saul de Breaking Bad podría ser una fachada, como los posteos de gente feliz en instagram. Por sí solo no tiene profundidad, no nos dice nada, es un traje de colores y una sonrisa vacía. Esa imagen solo se completa viajando al pasado, sabiendo qué piensa y qué siente este personaje, qué decisiones toma, qué deja ir, qué arriesga, a quien ama. 

Y conociendo ese pasado podemos entender también que su punto de llegada, su truco final, podría ser demostrarle a la única persona que realmente lo entiende, que está dispuesto a pasar 86 años en la cárcel a cambio de no estar solo en el mundo. Un mundo que fue construido solo para ellos dos y que si alguno de ellos se va es un mundo con una puerta cerrada y del que nadie tiene la llave.


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