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El teatro.

domingo, 28 de abril de 2019

Las 15 reglas de oro de la etiqueta en el teatro.-a



La sala está llena. La obra va a empezar. Pero, ¿sabemos qué hacer con nuestras palomitas, dulces, patatas fritas y teléfonos móviles? Por si se diera el caso (que ya sabemos que no es el suyo), sobre todo si se encuentra de viaje por países europeos de antigua tradición teatral, vamos a recordar unas cuantas normas básicas de comportamiento, cortesía de Benedict Nightingale, crítico teatral del Times de Londres.

1. No basta con apagar su teléfono móvil en respuesta a la invitación que muy probablemente le haya hecho por megafonía una educada y sugerente voz. Asegúrese de que ya está apagado antes de entrar al teatro, aunque sólo sea por no ser humillado después en público por una Nuria Espert, un Rafael Amargo o cualquier otro personaje similar.
2. Nunca susurre y mucho menos hable durante la ejecución. Si es usted un poco duro de oído, cómprese algún complemento auditivo, pero no distraiga a su compañero para obtener información acerca de la trama de la obra. Y por favor, no tararee nunca las canciones, incluso aunque sean las de Abba en Mamma Mia.
3. No haga picnics. De hecho, no coma nada, ni siquiera las uñas, incluso si la obra es, por así decirlo, de mordérselas. Si tiene que comprar un helado en el descanso, asegúrese de que al comenzar la segunda parte ya lo ha terminado y se ha deshecho cuidadosamente del envoltorio. El ruido del papel rasgándose o arrugándose suena como un gato enloquecido arañando una puerta.
4. Si teme que le pueda entrar un ataque de tos en plena representación, lleve preparado un amplio pañuelo para taparse la boca y pastillas para calmarla. Un aficionado al teatro bien considerado preferiría sin duda asfixiarse, antes que interrumpir a un buen actor.
5. Pida siempre disculpas si tiene que obligar a alguien a levantarse para llegar a su asiento, pero si, además, es porque llega usted tarde (lo cual nunca debería ocurrir), no se enrolle con el vecino y limite sus disculpas a un rápido y apenado guiño.
6. No aplauda nunca la entrada ni salida de escena de actores, incluso aunque estos sean famosos o lo hagan con un estilo de esos que “invita a aplausos”. Este tipo de cosas están pasadas de moda y solo le harán quedar como un “buscafamosos” compulsivo.
7. No haga estrepitosas ovaciones de pie a menos que una actuación se acerque a lo que pudiéramos considerar como una experiencia única en la vida. En Estados Unidos esas ovaciones sin sentido se han convertido en habituales, hasta el punto de que si no se producen, indican desaprobación. Aquí no queremos que nada de eso ocurra.
8. Si tiene un amigo que actúa o es escritor o director de una comedia que esté usted viendo, no exagere con las risas ni los aplausos. El resto del público, por lo general, notará la  artificialidad y lo más probable es que sus aspavientos contribuyan involuntariamente al fracaso de la obra.
9. Si asiste usted a una de esas casi siempre incómodas, falsamente brillantes ocasiones, llamadas “noche de estreno”, no pretenda ser un invitado importante, incluso aunque de verdad lo sea. Piense que los otros asistentes, sobre todo los actores, lo que quieren realmente es disfrutar del espectáculo. Y entiéndalo, el espectáculo no es usted.
10. Para ir al teatro, no hay necesidad de vestirse especialmente para la ocasión y desde luego mucho menos ponerse la chaqueta de las cenas ni el vestido de noche, como se estilaba hace años. Pero eso sí, intente ir un poco mejor vestido que los críticos, que a menudo tienen el aspecto de haber salido de una lavadora a media tarea.
11. Si en plena representación ve a un crítico echándose un sueñecito, por nada del mundo le despierte. Si duerme durante al menos media obra, el cargo de conciencia hará que su crítica sea, sin ningún lugar a dudas, más favorable que en condiciones normales.
12. Si en el silencio natural de la sala le molestan los sonidos de un crítico tomando notas en un bloc, sea comprensivo, es su trabajo. Pero si ve que usa uno de esos horribles bolis con luz, susúrrele con mucho tacto alguna frase educada como por ejemplo: “Eh, tu, pedazo de cegato, apaga eso inmediatamente”.
13. Si va al teatro acompañado de uno de esos niños de tipo locuaz, amordácelo sin contemplaciones. Si el niño es de los llamados inquietos, espósele y póngale grilletes. Y si resultara ser usted tan altruista e incauto como para llevar a toda una fiesta infantil a una matinée de Shakespeare, amenace previamente a los pequeños presuntos malhechores con entradas para una sesión de lectura intensiva del Ulises de Joyce o para un curso avanzado sobre ética de Apemantus.
14. No trate de ser más alto de lo que es, lo que significa que en el teatro, nada de sombrerería ni crestas en el pelo. Y si la cosa es tan grave que no puede remediarlo, pida un asiento de pasillo o en algún lugar donde no interfiera la visión de los demás.
15. Si entre los presentes descubre usted alguien con quien está enfadado, procure aplazar un encuentro violento con víctimas graves hasta que haya una pausa, preferentemente en el descanso. Pero tenga en cuenta que por lo general una fría mirada y un gesto despectivo, seguidos por una sonrisa de reproche, deberían ser suficientes.

martes, 16 de abril de 2019

Paulina Marcela Urrutia Fernández.-a

Carla Nicol Vargas berrios

(Santiago, 15 de enero de 1969) es una actriz, académica, directora, dirigente sindical y política chilena. Fue ministra presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes durante el primer Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet entre 2006 y 2010.


Nacida en una familia de clase media, se crió en la comuna de San Miguel de la capital chilena. Sus padres trabajaban en la administración pública y se separaron cuando ella tenía quince años de edad. Cursó sus estudios en el colegio de la Compañía de María de avenida  Seminario, en la comuna de Providencia.
Su primer acercamiento con el teatro lo tuvo siendo niña, en un taller del colegio. Más tarde, ya egresada de la educación secundaria, ingresó a estudiar la disciplina en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

El ejercicio de su profesión lo inició muy tempranamente. La primera obra de teatro en la que actuó fue Esperando la carroza, en 1987, bajo la dirección de Raúl Osorio.​ Su carrera en televisión comenzó en una serie de Televisión Nacional de Chile (TVN) en 1989, gracias a una invitación de la productora Sonia Füchs, en la que interpretó con gran éxito a Juanita Fernández Solar, quien bajo el nombre de Teresa de Los Andes fue declarada más tarde la primera santa chilena.
Un año después participó, también en TVN, en El milagro de vivir, su primera telenovela. En 1994, luego de protagonizar la teleserie Jaque Mate, ingresó en la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile (UC TV), donde permaneció hasta 2002. De ese periodo destaca su actuación en Fuera de control, como Sarita Mellafe, considerada por la crítica especializada como una de las mejores villanas vistas en la televisión chilena. En 2003 volvió a TVN participando en la telenovela Puertas adentro, pero volvería al año siguiente a UC TV donde participaría en Tentación y Gatas & tuercas.​Su debut en el cine se produjo en 1993, en la película Johnny cien pesos del realizador local Gustavo Graef Marino.

Urrutia se involucró rápidamente en el mundo político al participar activamente en el Sindicato de Actores de Chile (Sidarte), llegando a ser su secretaria general y su presidenta (2001).​ Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet fue nombrada presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (cargo equivalente en Chile al de ministro de Cultura de otros países) en 2006.
Bajo su administración como ministra fue elaborado y discutido el proyecto de reformas a la ley sobre propiedad intelectual, que fue aprobado unánimemente por el Congreso Nacional el 13 de enero de 2010, y promulgado como Ley N° 20.435 el 4 de mayo de ese año, ya en el Gobierno de Sebastián Piñera.
En mayo de 2016 asumió la dirección del teatro Camilo Henríquez, sucediendo en el cargo al dramaturgo Ramón Griffero.Es casada con el periodista, productor y director Augusto Góngora.

martes, 9 de abril de 2019

Brad Pitt.-a

William Bradley Pitt

William Bradley Pitt (Shawnee, Oklahoma, Estados Unidos; 18 de diciembre de 1963),​ conocido como Brad Pitt, es un actor y productor de cine estadounidense. Además, por su trabajo interpretativo, ha sido nominado en cuatro ocasiones a los Premios Óscar (ganando dicho premio como productor en 2013 y como mejor actor de reparto en 2020​) y en cuatro a los Premios Globo de Oro (ganó como mejor actor de reparto en 1995 y 2020.​) Su significativa presencia mediática se debe también a su consideración como uno de los hombres más atractivos del mundo.

Pitt comenzó su carrera interpretativa al aparecer como invitado en programas de televisión, entre los cuales se incluye un papel en el serial televisivo de CBS, Dallas (1987). Posteriormente, obtuvo reconocimiento de la prensa con la interpretación del cowboy autoestopista que seduce al personaje de Geena Davis en la película Thelma & Louise (1991).
 Los primeros papeles protagónicos de Pitt en producciones de alto presupuesto fueron A River Runs Through It (1992) y Entrevista con el vampiro (1994). También participó junto con Anthony Hopkins en el drama Leyendas de pasión (1994), papel que le hizo obtener su primera nominación a los Premios Globo de Oro. En 1995 recibió aclamación de la crítica por sus interpretaciones en el filme de suspense Se7en y en el de ciencia ficción Doce monos, siendo esta última la que lo hizo ganar un Globo de Oro en la categoría de «mejor actor de reparto» y una nominación al Premio Óscar.
 Cuatro años más tarde, protagonizó el éxito de culto Fight Club (1999), y poco después actuó en el exitoso filme Ocean's Eleven (2001) en el papel de Rusty Ryan y lo mismo en sus secuelas, Ocean's Twelve (2004) y Ocean's Thirteen (2007). Sus máximos éxitos a nivel comercial han sido Troya (2004) y Sr. y Sra. Smith (2005). Pitt recibió su segunda nominación al premio de la Academia por su papel protagónico en la película El curioso caso de Benjamin Button (2008) y su tercera nominación cuatro años más tarde, en la misma categoría, por Moneyball (2011). En 2020, obtuvo el premio al mejor actor de reparto por Once Upon a Time in Hollywood.

Tras una relación con la actriz Gwyneth Paltrow, Pitt estuvo casado con Jennifer Aniston durante cinco años. Sin embargo, después comenzó a convivir con Angelina Jolie, siendo esta una relación que obtuvo una amplia popularidad.​ Tienen seis hijos, tres adoptados: Maddox, Zahara, Pax y tres biológicos: Shiloh, Knox y Vivienne.
 Desde que comenzó su relación con Jolie y mientras esta duró, se involucró en muchos emprendimientos sociales en los Estados Unidos y a nivel internacional. Pitt posee una compañía de producción llamada Plan B Entertainment, entre cuyos trabajos se cuentan la ganadora del Óscar a la «mejor película», The Departed (2007).

lunes, 8 de abril de 2019

Quentin Tarantino (director de cine ) a.-

Carla Nicol Vargas berrios

Quentin Jerome Tarantino (Knoxville, Tennessee, 27 de marzo de 1963) es un director, productor, guionista, editor y actor de cine y televisión estadounidense.

Su carrera comenzó a finales de la década de 1980, cuando escribió y dirigió My Best Friend's Birthday, cuyo guion sería la base del argumento de la película True Romance —Tony Scott, 1993—. En 1992 inició su carrera como cineasta independiente con el estreno de Reservoir Dogs, considerada por la revista Empire como «la mejor película independiente de todos los tiempos». Su popularidad no hizo sino crecer con su segundo largometraje, Pulp Fiction (1994), una comedia negra de historias cruzadas que se convirtió en un enorme éxito de crítica y público. El semanario Entertainment Weekly la designó como la mejor película estrenada entre 1983 y 2008​ y algunos críticos del British Film Institute la han colocado en el número 127 de las mejores películas de todos los tiempos.​ En Jackie Brown (1997) Tarantino rinde homenaje al género blaxploitation.

Seis años después, en la película dividida en dos partes Kill Bill (2003, 2004), ofreció un relato de venganza que aúna tradiciones cinematográficas del cine de kung-fu, artes marciales japonesas, spaghetti western y terror italiano. En 2007 dirigió Death Proof, una de las entregas de Grindhouse junto a su amigo Robert Rodriguez, y dos años después estrenó un proyecto largamente pospuesto y bien valorado por la crítica,Inglourious Basterds, que cuenta una historia ficticia alternativa sobre dos planes para asesinar a los líderes políticos de la Alemania nazi. En 2012 con Django Unchained Tarantino filmó su primer wéstern, centrado en el mundo esclavista del sur de Estados Unidos justo antes de la Guerra de Secesión, y que con una recaudación de 425 millones de dólares se alzó como su película con mayores ganancias en taquilla. Su octavo largometraje, The Hateful Eight (2015), es un wéstern de misterio en el que rinde homenaje a las películas de gran presupuesto de 1960 y 1970 y fue rodado en película de 70 mm.
Cuatro años después, Tarantino volvería a lo grande con Once Upon a Time in... Hollywood (2019). Una historia de crimen y misterio. La historia, tiene lugar en el Los Ángeles de 1969, en el mejor momento de la contracultura hippie. Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt), luchan por triunfar en un Hollywood que ya no reconocen, a la vez que los asesinatos de Charles Manson (Damon Herriman) y su Secta se llevan a cabo, y donde Rick tiene una vecina muy famosa... Sharon Tate (Margot Robbie).

El cine de Tarantino ha sido elogiado por la crítica y ha gozado del favor del público general, que lo ha convertido en un éxito comercial. Por ello, ha recibido numerosos galardones, como dos premios Óscar, dos Globos de Oro, dos premios BAFTA y la Palma de Oro del Festival de Cannes. En 2005 la revista Time lo incluyó en su lista de las 100 personas más influyentes​ y el cineasta e historiador Peter Bogdanovich también afirmó que es «el director más influyente de su generación» En diciembre de 2015, Tarantino recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood por sus contribuciones a la industria del cine.

Primeros años

Nació en Knoxville, Tennessee, en 1963, hijo de Tony Tarantino, actor y músico amateur nacido en Queens, y Connie McHugh, una enfermera.6​ Su padre es de ascendencia italiana (su bisabuelo era originario de Palermo)​ y su madre es de ascendencia inglesa, irlandesa y alemana;7​8​9​ Tarantino ha afirmado que posee ascendencia cheroqui por parte materna, aunque esto no ha sido verificado. El nombre de Tarantino hace referencia a un personaje de una serie de televisión, el herrero mestizo Quint interpretado por Burt Reynolds en Gunsmoke. Fue criado por su madre, ya que sus padres se separaron antes de nacer.​ Cuando tenía dos años, se trasladaron a Torrance, al sur de Los Ángeles, y más tarde al barrio de Harbor City, donde asistió a la escuela superior Fleming Junior en Lomita, y tomó clases de teatro.
​ En su barrio había una mezcla de gente de diferentes razas por lo que estuvo expuesto a una gran variedad de influencias cinematográficas y de culturas populares, como por ejemplo las películas de artes marciales, que se seguían poniendo en los barrios negros después de que la fiebre del kung-fu se trasladara a otros sitios. Tarantino se las apañó para seguir viéndolas hasta bien entrados los años 70. Asistió a la escuela superior de Narbonne en Harbor City durante un año antes de abandonarla a los 15 años para dedicarse a tiempo completo a tomar clases de interpretación en la James Best Theater Company en Toluca Lake.
Se puso a trabajar en el videoclub Video Archives en Manhattan Beach junto a otros entusiastas del cine, entre ellos Roger Avary, donde discutían de cine y de las recomendaciones a los clientes. Prestó mucha atención a los tipos de películas que le gustaba alquilar a la gente y ha citado la experiencia como fuente de inspiración para su carrera como director. El propio Tarantino ha dicho:
"Cuando la gente me pregunta si fui a la escuela de cine les digo: no, fui al cine‘".


Carrera cinematográfica

Empezó a escribir junto con Avary y otros amigos, pasó varios frustrantes años escribiendo e intentando poner en marcha dos guiones que pretendían ser su debut como director. En parte como consecuencia de lo difícil que resultaba poder hacer una "película de verdad" para un escritor desconocido como director, escribió en 1991 Reservoir Dogs, con la intención de que fuera el proyecto más minimalista que se pueda imaginar: la historia de un atraco a mano armada en la que el robo tiene lugar fuera de la pantalla, páginas y páginas de diálogo que necesitan un solo plató. Pretendía ser una película de 16 mm extremadamente barata con Tarantino y sus amigos de Video Archives interpretando todos los papeles. Afortunadamente, el ambicioso productor Lawrence Bender leyó el guion de Reservoir Dogs, le fascinó y pidió a Tarantino que le concediera un mes para intentar convertirlo en esa "película de verdad".

 Fue Bender quien hizo llegar el guion al actor Harvey Keitel y fue el entusiasmo de este lo que atrajo a varios buenos actores y, finalmente, un presupuesto decente para la producción. Rodada en menos de un mes en Los Ángeles, con un reparto excepcional que incluía al propio Keitel (que también se encargó de coproducirla), Michael Madsen, Steve Buscemi, Tim Roth, Lawrence Tierney, Chris Penn y el propio Tarantino. Reservoir Dogs fue todo un éxito, primero en el Festival de Cine de Sundance y después en todo el mundo.
De repente, Tarantino estaba de moda y los dos guiones en los que había estado trabajando antes de Reservoir Dogs se vendieron enseguida: True Romance (Amor a quemarropa, 1992, dirigida por Tony Scott) y Natural Born Killers (Asesinos natos, re-escrita y dirigida por Oliver Stone en 1993). También le ofrecieron algunos proyectos, como Speed y Men in Black,​ pero prefirió retirarse a Ámsterdam a trabajar en su guion de Pulp Fiction, un collage de ficción interpretado por John Travolta y Uma Thurman estrenado en 1994, que supuso otro éxito para Tarantino y varias nominaciones a premios, de los que consiguió la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y el Óscar, Globo de Oro y BAFTA al mejor guion original.
Tras esto dirigió el cuarto episodio de Four Rooms, The Man From Hollywood, un homenaje a Alfred Hitchcock. El resto de episodios de la película fueron dirigidos por Allison Anders, Alexandre Rockwell y Robert Rodriguez. Actuó y escribió el guion de From Dusk Till Dawn, largometraje que dirigió su amigo Robert Rodriguez, y que dio lugar a dos secuelas, en las cuales Tarantino y Rodríguez solo ejercieron como productores ejecutivos.
Su tercera película fue Jackie Brown, en 1997, que escribió y dirigió. Fue una adaptación de Rum Punch, novela de Elmore Leonard. Un homenaje a las películas de blaxploitation, protagonizada por Pam Grier, quien actuó en muchas de las películas del género en los años 70, y que le valió la nominación tanto a los Globos de Oro como a los premios SAG por su papel, y el co-protagonista Robert Foster fue nominado al Óscar en la categoría de mejor actor de reparto. Completaban este reparto único Samuel L. Jackson (nominado también para un Globo de Oro), Robert De Niro, Bridget Fonda y Michael Keaton
Había planeado hacer a continuación una película bélica provisionalmente titulada Inglourious Basterds, pero lo pospuso para escribir y dirigir Kill Bill (estrenada en dos partes, Vol. 1 y Vol. 2), una película de venganza que tomaba elementos de Wuxia (arte marcial chino), Jidaigeki (género cinematográfico japonés) y spaghetti westerns. La protagonista de la película se basó en el personaje (la Novia) y la trama que Uma Thurman y él habían desarrollado durante el rodaje de Pulp Fiction. En 2005 Tarantino fue director invitado en Sin City, película dirigida por Frank Miller y Robert Rodriguez. En ella dirige la escena del coche protagonizada por Clive Owen y Benicio del Toro.

Su siguiente proyecto fue Grindhouse, codirigida junto a Robert Rodriguez y estrenada en 2007. Tarantino dirigió el segmento titulado Death Proof. Su rendimiento en los cines no fue el esperado a pesar de tener una crítica favorable.

A continuación llegó la película Inglourious Basterds, una historia sobre un grupo de soldados estadounidenses en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La filmación comenzó en octubre de 2008.​ La película se estrenó el 21 de agosto de 2009 (en Estados Unidos), cosechando críticas muy positivas y llegando al primer puesto de recaudación mundial. Es la película de Tarantino que mayor recaudación ha conseguido tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial.

En 2011 comenzó la producción de Django Unchained, una película sobre Django, un ex-esclavo que es rescatado por un cazarrecompensas con el que va a rescatar a su mujer de manos del dueño de una gran plantación. La película surgió del deseo de Tarantino de hacer un spaghetti western en el sur profundo de Estados Unidos, que Tarantino ha llamado un "southern",​ afirmando:
"Quería hacer películas que trataran del horrible pasado de Estados Unidos con la esclavitud y esas cosas, pero como lo hacen los spaghetti westerns, no como películas sobre un gran problema. Quiero hacerlo como si fueran películas de género, pero se enfrentan con todo lo que Estados Unidos nunca se ha ocupado porque se avergüenza de ello, y otros países no tratan sobre ello porque no sienten que tengan derecho a hacerlo."

​ Tarantino terminó el guion el 26 de abril de 2011, y se lo entregó a The Weinstein Company.​ Christoph Waltz fue elegido para interpretar a un alemán cazador de recompensas.
​ Para el papel protagonista se rumorearon Will Smith e Idris Elba, pero finalmente Jamie Foxx fue el elegido para hacer de Django.26​ También estaba en el reparto Samuel L. Jackson, como Stephen, un esclavo fiel; y Leonardo DiCaprio en el papel de Calvin Candie, el dueño de la plantación Candyland, principal antagonista en la película. Se estrenó el 25 de diciembre de 2012.

En noviembre de 2013 Tarantino comentó que estaba trabajando en una nueva película, otro western, y que no sería una secuela de Django. El 12 de enero de 2014 se reveló que su título sería The Hateful Eight. Su producción debería de haber empezado en verano de 2014, pero tras filtrarse el guion, Tarantino barajó la posibilidad de no hacer la película y publicar una novela en su lugar. Comentó que el guion únicamente se lo había dejado a unos pocas personas, entre las que estaban Bruce Dern, Tim Roth y Michael Madsen, actores que intervendrían en la película. Se estrenó en Estados Unidos el 25 de diciembre de 2015, y lo hizo en España el 15 de enero de 2016. La historia gira en torno a una ventisca en las montañas de Wyoming y de cómo, huyendo de ella, se encuentran en la misma diligencia un cazarrecompensas, John Ruth "la horca" (Kurt Russell), con su prisionera Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh, nominada al Óscar por este papel); un cazarrecompensas afroamericano, el Mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson) y el supuesto sheriff del pueblo donde se dirigen, Red Rock, llamado Chris Mannix (Walton Goggins). Posteriormente, los cuatro pasajeros y el cochero O.B. Jackson (James Parks) llegan a la Mercería de Minnie. 
El mexicano Bob (Demian Bichir) comenta que la propietaria del local está ausente y él lleva el negocio mientras tanto. De modo que se refugian en el lugar junto con el ya mencionado Bob; un británico llamado Oswaldo Mobray (Tim Roth), que es el verdugo del pueblo; el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y un general confederado, el anciano Sanford Smithers (Bruce Dern). Las tensiones entre los personajes y sus diferentes intereses e ideologías provocarán una helada, sanguinaria y estéticamente tarantiniana, aunque progresiva, reacción en cadena. De entre los actores que forman el reparto, también habría que mencionar a Channing Tatum.

En verano de 2018 empezó el rodaje de su novena película. Estaba prevista para ser estrenada el 9 de agosto de 2019 (cuando se cumplen 50 años de los asesinatos de Charles Manson), pero finalmente se estrenó el 26 de julio de 2019 y el 15 de agosto de 2019 en España. La historia tiene lugar en el Los Ángeles de 1969, en el mejor momento de la contracultura hippie y época de transición entre el Hollywood dorado de los años 50 y 60 al Nuevo Hollywood de finales de los 60 y principios de los 70. Los dos personajes principales son Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) antigua estrella televisiva por la serie western Bounty Law y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt), un veterano de guerra. Ambos luchan por triunfar en un Hollywood que ya no reconocen, pero Rick tiene una vecina muy famosa... Sharon Tate (Margot Robbie).
 Con Miramax y The Weinstein Company fuera del mapa por las docenas de acusaciones de abuso y de agresión sexual hacia Harvey Weinstein todas las productoras querían entrar en el proyecto y después de una lucha entre Warner Bros., Paramount Pictures y Sony Pictures, finalmente Sony fue la afortunada. La película muestra tres estratos sociales distintos en la industria de Hollywood. Sharon Tate aun no es una estrella de cine pero está emergiendo como tal, es la estrella emergente y a su vez está casada con Roman Polanski (Rafal Zawierucha), uno de los directores del Nuevo Hollywood mas cotizados del mundo y le rodean grandes estrellas como Steve McQueen (Damian Lewis). Por otra parte, Rick Dalton fue una estrella televisiva con la serie western Bounty Law, además de protagonizar la película bélica Los 14 puños de McCluskey y participar en otros westerns y series. Aunque sigue actuando, participando como villano en episodios de series de televisión como El avispón verde, protagonizada por Bruce Lee (Mike Moh) o FBI.
 Actualmente trabaja en Lancer, dirigida por Sam Wanamaker (Nicholas Hammond) y protagonizada por Wayne Maunder (Luke Perry) en el papel de Scott Lancer y James Stacy (Timothy Olyphant) en el papel de Johnny Madrid. También participa la niña actriz Trudi Fraser (Julia Butters). Aunque su carrera está estancada, sigue viviendo en su mansión de Beverly Hills. Por último, Cliff Booth representa ese grupo de personas que trabajan en Hollywood pero no son estrellas y no viven en Los Ángeles, vive a las afueras en una caravana con su perra Brandy. Otro elemento muy importante de la película es La Familia Manson que el 9 de agosto de 1969 asesinaron a Sharon Tate, así como a su amigo Jay Sebring (Emile Hirsch), Abigail Folger y a Wojciech Frykowski.
 La película ha sido descrita como una carta de amor al cine y a la ciudad de Los Ángeles y como un juego de espejos dentro de la propia industria cinematográfica de la época. Además, la película baila entre la comedia y el drama, además de presentar muchos elementos del spaguetti western y del cine de terror. Otros actores que participan en la película son: Al Pacino como Marvin Schwarz, agente de Rick Dalton; Bruce Dern como George Spahn, dueño del rancho donde vivía la Familia Manson (este papel lo iba a interpretar antes de fallecer Burt Reynolds); Kurt Russell como Randy Brooks, el coordinador de especialistas de El avispón verde; Zoe Bell como Janet, la esposa de Randy; Austin Butler, Mikey Madison y Madisen Beaty como los asesinos Tex Watson, Susan Atkins y Patricia Krenwinkel, respectivamente; Damon Herriman como Charles Manson; Margaret Qualley como Pussycat y Dakota Fanning como Squeaky Fromme, entre otros.


Productor


En los últimos años, Tarantino ha utilizado su poder en Hollywood para dar a películas pequeñas y extranjeras más atención de la que recibirían de otra manera. Estas películas llevan por lo general la etiqueta "Presentado por Quentin Tarantino" o "Quentin Tarantino Presenta". La primera de estas producciones fue en 2001 la película de artes marciales de Hong Kong Iron Monkey, que recaudó más de $14 millones en los Estados Unidos, siete veces su presupuesto.
 En el año 2004 llevó la película china de artes marciales Hero a Estados Unidos. Llegó a alcanzar el #1 de recaudación en su apertura a la taquilla ganando $53.5 millones. En 2006, la última producción "Quentin Tarantino Presenta", Hostel, alcanzó en su fin de semana de apertura el #1 en la taquilla con una recaudación inicial de $20.1 millones. En 2006 presentó Thai Dragon, y también es productor de la película Hostel: Part II (2007). En 2008 produjo Hell Ride (escrita y dirigida por Larry Bishop, que apareció en Kill Bill Vol. 2). También fue productor de la adaptación de la novela de Elmore Leonard, Killshot (donde está acreditado como productor ejecutivo, aunque Tarantino no estuvo asociado con la película a partir de su estreno en 2009). También brindó apoyo a la película El hombre de los puños de hierro, el debut como director de RZA, la cual se estrenó el 2 de noviembre de 2012 en Estados Unidos.
Además, en 1995 Tarantino creó Rolling Thunder Pictures​ junto con Miramax como un vehículo para lanzar o volver a lanzar varias películas independientes y extranjeras. En 1997, Miramax cerró la empresa debido a la "falta de interés" en las películas publicadas. Las siguientes películas fueron publicadas por Rolling Thunder Pictures:​ Chungking Express (1994, dir. Wong Kar-wai), Switchblade Sisters (1975, dir. Jack Hill), Sonatine (1993, dir. Takeshi Kitano), Hard Core Logo (1996, dir. Bruce McDonald), The Mighty Peking Man (1977, dir. Ho Meng-Hua), Detroit 9000 (1973, dir. Arthur Marks), El más allá (1981, dir. Lucio Fulci) and Curdled (1996, dir. Reb Braddock).

Otros proyectos potenciales

Antes de Inglourious Basterds, Quentin Tarantino había pensado en hacer una película sobre los hermanos Vega, que contaría con Michael Madsen y John Travolta retomando sus papeles de Vic Vega (Sr. Rubio) de Reservoir Dogs y Vincent Vega de Pulp Fiction. Sin embargo, en 2007, debido a la edad de los actores y las muertes de ambos personajes en pantalla, afirmó que el proyecto (que tenía la intención de llamarla Double V Vega) "es muy improbable ahora".
En 2009, en una entrevista para la televisión italiana, tras ser preguntado sobre el éxito de las dos películas de Kill Bill, Tarantino dijo:
"No me han preguntado acerca de la tercera", e insinuaba que iba a hacer una tercera película Kill Bill con las palabras "¡La Novia volverá a pelear!"
Más tarde ese año, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, Tarantino anunció que le gustaría hacer la película Kill Bill: Vol. 3. Él explicó que quería dejar pasar diez años entre el último conflicto de la novia, a fin de dar a ella y a su hija un período de paz.

Vida personal


Tarantino se ha vinculado sentimentalmente con la actriz estadounidense Mira Sorvino,37​ las directoras de cine Allison Ander y Sofia Coppola,38​ la actriz Julie Dreyfus39​ y las comediantes Kathy Griffin40​ y Margaret Cho.​ Mantuvo una relación de cuatro años con la actriz australiana de origen turco Didem Erol. También ha habido rumores acerca de su relación con Uma Thurman, a quien se refería como «su musa».​ Sin embargo, Tarantino ha afirmado que su relación es estrictamente platónica.
Tarantino declaró: «No estoy diciendo que nunca vaya a casarme o tener un hijo antes de que tenga 60 años. Pero he tomado la decisión, por ahora, de ir por este camino solo. Este es mi tiempo para hacer películas».43​ También ha declarado que planea retirarse del mundo del cine a los 60 años, para centrarse en escribir novelas y en la literatura cinematográfica. También se muestra contrario al rumbo hacia lo digital de la industria del cine, diciendo:
«Si llega un día en el que no puedas ver películas de 35 mm en los cines y todo sea proyección digital, ni siquiera voy a llegar a los 60»

El 18 de febrero de 2010, Tarantino compró el New Beverly Cinema, un viejo cine de repertorio que data de 1920. Tarantino permitió a los actuales propietarios seguir llevando la sala, pero de vez en cuando hará sugerencias de programación. Tarantino dijo: «Mientras yo esté vivo, y mientras sea rico, el New Beverly estará allí, proyectando películas rodadas en 35 mm».
El 30 de junio de 2017, Tarantino se comprometió con la cantante israelí Daniella Pick. Se conocieron cuando Tarantino se encontraba en Israel promocionando Inglourious Basterds en 2009.46​ Se casaron el 28 de noviembre de 2018 en una ceremonia judía.  En agosto de 2019 anunció que sería padre por primera vez. Tarantino vive con su esposa en Ramat Aviv Gimel, Tel Aviv.

Harvey Weinstein


En octubre de 2017, Tarantino habló en una entrevista para The New York Times sobre las acusaciones por acoso sexual contra el productor Harvey Weinstein, con quien Tarantino había trabajado en la mayoría de sus películas. Tarantino admitió que sabía sobre la conducta de Weinstein por lo menos desde mediados de la década de 1990, cuando su novia en ese entonces, Mira Sorvino, le contó sobre su experiencia con Weinstein.50​ Tarantino criticó su propia falta de acción con respecto a la conducta de Weinstein y admitió que "sabía lo suficiente como para hacer más de lo que hice".​ El autor estadounidense Anthony Bourdain acusó a Tarantino de ser cómplice en los escándalos por abuso sexual de Weinstein.

Roman Polański


En febrero de 2018, se redifundió un audio de una entrevista de 2003 en The Howard Stern Show durante la cual Tarantino defendió a Roman Polański con respecto a su caso de abuso sexual de 1977. Tarantino declaró: "No violó a una niña de 13 años de edad. Fue estupro. Para mí, cuando se usa la palabra violación se habla de violencia". Dijo que la víctima, Samantha Geimer, estaba "dispuesta a enfiestarse con Roman" y "quería hacerlo"
Después de que esas declaraciones se difundieron masivamente, Tarantino pidió disculpas y declaró: 
"La Srta. Geimer fue violada por Roman Polański. Cuando Howard mencionó a Polański yo hice incorrectamente del abogado del diablo en el debate solo para ser provocativo... Así que, Srta. Geimer, fui un ignorante e insensible, y sobre todo, incorrecto."


Influencias y estilo

Robert Rodríguez y Tarantino en el año 2007.
 Ambos han colaborado en varios filmes


Tarantino ha creado un estilo propio y único, que combina los estilos de sus géneros favoritos, haciendo de él uno de los más puros Auteurs recientes. Él expresa sus películas exactamente desde su punto de vista: por ejemplo, en Kill Bill, combinó el estilo de las películas de kung fu de Sonny Chiba y los spaghetti westerns de Sergio Leone. Tarantino es el primero en decir que está fuertemente inspirado en la trama y en el estilo por sus películas favoritas; y logra rendir homenaje a estas, pero aun así sus películas tienen un toque único y propio. La música también es una parte muy importante de su estilo de filmación, y ha sido reconocido por ello con el premio Music and Film en los Critics' Choice Awards en 2011.

En 2002, en la encuesta de directores de la revista Sight & Sound, Tarantino reveló sus doce películas favoritas: El bueno, el feo y el malo; Río Bravo; Taxi Driver; His Girl Friday; El expreso de Corea; Todos rieron; The Great Escape; Carrie; Coffy; Dazed and Confused; Five Fingers of Death; y Casados sin casa.​ En 2009 afirmó que la película de acción de Kinji Fukasaku Battle Royale era su película favorita de las estrenadas desde que se convirtiera en director en 1992.
En agosto de 2007, mientras impartía un curso de cine de cuatro horas durante el 9º Festival Internacional de Cine de Cinemanila en Manila, Tarantino citó a los directores filipinos Cirio Santiago, Eddie Romero y Gerardo de León como iconos personales de la década de los 70,58​ citando las películas de vampiros y de la esclavitud en las mujeres de De León, especialmente la película Woman in cages, y describió la escena final como una "desesperación devastadora".
El actor Steve Buscemi ha descrito el estilo de Tarantino a la hora de hacer cine como "lleno de energía" y "concentrado",​ un estilo que le ha granjeado muchos elogios en todo el mundo. Sobre el humor, Tarantino ha dicho:
 "Una de las cosas que intento hacer [en mis películas] es conseguir que la gente se ría de cosas que no son graciosas. No estoy diciendo que lo escriba como una comedia, pero ahí hay risas"

Cuando le preguntaron si es posible aprender a hacer cine y dirigir películas simplemente viendo películas y sin estudios formales, respondió:
Sabes, es gracioso, para mí la mayoría de las escuelas de cine no te enseñan lo que necesitas para crear tu propia estética, tu propio estilo. Y en realidad parte de convertirse en un artista es descubrir tu estilo. Pueden enseñar a sincronizar la banda sonora con las imágenes, o puede ser que te enseñen algunos trucos diferentes de edición o "Oh, puedes hacer esto con una cámara" y te mostrarán algunas películas. Pero parte de convertirse en un artista es descubrir tu estilo, cuando empiezas "me gusta esto, pero no me gusta esto otro...".
 Pero luego empiezas a darte cuenta de la diferencia entre un buen trabajo y un mal trabajo, no solo "me gusta esto, pero no me gusta esto otro...". Y entonces comienzas a afinar tu estilo, y ya solo es ponerlo en práctica.

Epítetos raciales

Spike Lee cuestionó el uso de Tarantino de epítetos raciales en sus películas, sobre todo el epíteto racial ofensivo "nigger" (negrata). En una entrevista a Variety sobre Jackie Brown, Lee dijo:
 "Yo no estoy en contra de la palabra, y la uso, pero no excesivamente. Y alguna gente habla así, pero Quentin está enamorado de la palabra. ¿Qué es lo que quiere? ¿Que le hagan negro honorario?".​ 
Tarantino respondió en el talk-show de Charlie Rose afirmando:

Como escritor, exijo el derecho a escribir cualquier cosa en el mundo que quiera escribir. Exijo el derecho a ser ellos, exijo el derecho a pensar en ellos y exijo el derecho a decir la verdad de como los veo, ¿de acuerdo?. Y decir que yo no puedo hacer eso porque soy blanco, pero los hermanos Hughes pueden hacerlo porque son negros, eso es racista. Ese es el corazón del racismo. Y yo no acepto eso ... Es como un segmento de la comunidad negra que vive en Compton, que vive en Inglewood, donde transcurre la acción de Jackie Brown, que vive en Carson, así es como ellos hablan. Estoy diciendo la verdad. No se cuestionó si yo era negro, y me molesta que me lo pregunten porque soy blanco. Tengo derecho a decir la verdad. No tengo derecho a mentir.
Samuel L. Jackson, quien ha aparecido en películas de ambos directores, defendió el uso de la palabra por parte de Tarantino, y también afirmó estar cansado de que Lee actuara como si fuera un cargo electo y pudiera hablar en nombre de toda la gente negra.62​ En el Festival de Cine de Berlín, donde Jackie Brown se estaba exhibiendo, Jackson respondió a las críticas de Lee, diciendo:

No creo que la palabra resulte ofensiva en el contexto de esta película ... Los artistas negros piensan que son los únicos autorizados a usar la palabra. Bueno, eso es una tontería. Jackie Brown es un homenaje maravilloso a las películas de blaxploitation. Es una buena película, y Spike lleva años sin hacer una buena película. Si yo digo la palabra, está bien, pero porque Tarantino la ha escrito, ¿ya no está bien?​
Tarantino ha defendido su uso de la palabra, con el argumento de que las audiencias negras tienen una apreciación de las películas blaxploitation, que tanto le influyeron, que escapa a algunos de sus críticos, y, de hecho, que Jackie Brown, se hizo principalmente para "público negro"
Según un artículo de la revista Premiere en 1995, el actor Denzel Washington también se enfrentó con Tarantino debido al uso de insultos raciales en sus películas, aunque añadió que le consideraba un "gran artista".

'Érase una vez en Hollywood': Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Quentin Tarantino.-a

Reunimos al director y a sus protagonistas para hablar de la creatividad, la amistad, el éxito, el fracaso, la edad y de cómo mantenerse al día en un Hollywood que una vez más se encuentra en pleno cambio sísmico. ¡Acción!
Carla Nicol Vargas berrios

15/08/2019
'Érase una vez...en Hollywood': charlamos con Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Quentin Tarantino
Alexi Lubomirski

Introducción

La cara de Quentin Tarantino está pegada a la mía. Sonríe, educado, pero aun así está muy cerca.“Mira”, me suelta, “se me han ocurrido unas cuantas cosas que estaría muy bien que me preguntaras”. Su voz es susurrante, conspiradora, pero como se trata de Tarantino la proyecta con la claridad de un actor. Las palabras salen de su boca con una urgencia que, en otra persona, describiría como ‘tarantinesca’. Pero aquí, claro, resulta redundante.
Estamos en el jardín de una casa de Hollywood. Hace un minuto veía a Tarantino, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio al lado de la piscina, con la ciudad de Los Ángeles alzándose en el horizonte. Quiero charlar con ellos sobre la nueva película de Tarantino, Érase una vez en Hollywood (estreno 15 de agosto), y sobre lo que han aprendido durante el proceso creativo. Es la primera vez que los tres se reúnen desde que se acabó el rodaje el pasado noviembre.
Hace catorce meses, Tarantino estaba en Las Vegas, en una sala de convenciones llena de dueños de multicines para convencerlos de que reservaran su película para este verano. Aún no había rodado ni un minuto, pero eso no le impidió jactarse de lo que tenía entre manos: “En 2019... llevaré a los cines un dúo de estrellas como no se ha visto desde Robert Redford y Paul Newman”. Cuando entonces le oí, pensé: “Ya está Quentin haciendo de las suyas, exagerando”. Pero ahora, al ver a los tres posando, no puedo evitar pensar: “¡Qué narices! Tiene toda la razón. Al fin y al cabo, ¿qué son DiCaprio y Pitt sino los Newman y Redford de su generación? ¿Y qué es en realidad la película de Tarantino, sino un film con una de las mejores parejas de protagonistas desde que se estrenara el primer éxito de taquilla de Newman- Redford, Dos hombres y un destino, hace casi cincuenta años?”.

Cuando hablé por teléfono con Tarantino, me confesó: “Esta es la película que más se parece a Pulp Fiction”. Solo puedo revelar lo que eso significa en términos de estructura: múltiples personajes (algunos reales, otros imaginarios), líneas argumentales que parecen no estar relacionadas... hasta que se cruzan de manera sorprendente. “Probablemente sea también mi obra más personal”, prosigue Tarantino: “Alfonso [Cuarón] tuvo el barrio de Roma de Ciudad de México, en 1970. Yo, Los Ángeles, en 1969. Esta película soy yo. Ese es el año en que me formé como soy. Yo tenía seis años entonces. Este es mi mundo. Y esta es mi carta de amor a Los Ángeles”. La trama, en pocas palabras, es la siguiente: estamos en 1969, un año de tremenda agitación, no solo en las calles de EEUU, sino también en Hollywood. 
La edad de oro de las productoras está llegando a su fin. El sistema original de estudio, estable y sólido durante 50 años, se ve colapsado a medida que la contracultura de los menores de 30 años rechaza líneas argumentales y protagonistas tradicionales. Es el año en que Easy Rider, Cowboy de medianoche y Grupo salvaje rompen moldes, celebran al antihéroe y ponen fin a la definición de ídolo de la gran pantalla. 
En ese contexto conocemos a Rick Dalton (DiCaprio), una estrella en decadencia y un veterano de los telefilmes del Oeste. Rick, por una combinación de ego y malas decisiones, ha arruinado su oportunidad de pasar al estrellato cinematográfico. Con lo único que cuenta es con la amistad de Cliff Booth (Pitt), su doble de toda la vida en las escenas difíciles. Una noche, Rick se da cuenta de que tal vez esté a tan solo una fiesta de distancia de cambiar su carrera. Sus nuevos vecinos son la chica de oro del momento, Sharon Tate (Margot Robbie), y su marido, Roman Polanski (Rafal Zawierucha), que es, gracias a La semilla del diablo, el director de moda de la ciudad.
Las historias de Rick, Cliff y Tate se desarrollan a lo largo de tres días o, como dice Tarantino, en tres actos: El 8 de febrero, el 9 de febrero y, finalmente, el 8 de agosto, la noche en que Charles Manson (Damon Herriman) envió a cuatro miembros de su ‘familia’ a la casa de Polanski en Beverly Hills. Allí estaban Tate, el estilista Jay Sebring (Emile Hirsch) y otras tres personas. Fue la noche en la que, como escribió Joan Didion, “los años 60 terminaron bruscamente... aquel día estalló por fin la tensión. La paranoia se cumplió”. Érase una vez... en Hollywood es una película ambiciosa, una historia deslumbrante en la que todo el elenco está a la altura de su talento.
Allá vamos... Brad y Leo, ¿qué os atrajo del proyecto? Si he entendido bien, sois los únicos que habéis leído el guion completo.

Comentario

LEO DICAPRIO: En primer lugar, la oportunidad de trabajar con Tarantino. Y que se trata de una época fascinante. Es un homenaje a Hollywood. No creo que haya habido otra película sobre Hollywood como esta, que se moje así, metiéndose en la vida diaria de un actor y su especialista. 1969 fue un año fundamental en la historia del cine, y en el mundo. Rick y Cliff son de la vieja escuela de Hollywood, pero también quieren adaptarse al nuevo mundo de la revolución hippie y el amor libre. Me encantó la idea de enfrentarme a un actor en apuros que trata de encontrar su lugar en este nuevo mundo. Quentin capta magistralmente lo que sucedía en EEUU, pero también lo que estaba cambiando en Hollywood, a través de la mirada de los protagonistas. Cuando lo leí por primera vez, me cautivó. Los personajes tenían la impronta del inmenso conocimiento que tiene Quentin sobre la historia del cine [risas].

BRAD PITT: Es algo muy profundo, que va más allá de mi comprensión. Incluso el título, Érase una vez... en Hollywood, es un homenaje.

Quentin, ¿qué quieres decir con ese título? Por un lado, evoca un cuento de hadas. Por otro lado, se hace eco del western de Sergio Leone o de una película de gángsteres.

QUENTIN TARANTINO: Bueno, tiene algo de cuento de hadas, así que el título encaja bastante bien. Pero es también un pedazo de mis recuerdos.

ESQ: Brad, ¿qué te atrajo del guion?

BP: Es una época muy divertida. Y Quentin Tarantino mola. Con él sabes que estás en buenas manos. Te suelta esos discursos que te gustaría haber dicho tú, y en los que sigues pensando al día siguiente. Sentí que el guion era una evolución de su voz. Todos conocemos a Quentin Tarantino como un autor que realiza películas de forma singular y original, pero esto es una evolución y una amalgama de todo lo que nos gusta de sus otras ocho películas.

QT: No era mi intención, pero poco a poco empezó a suceder.

BP: Me sentí muy bien, como que me llegó al corazón.

LD: Muy cierto.

BP: Y hacerlo con Leo fue realmente genial y una oportunidad única. Luego estaba además que todos crecimos con la tradición del actor principal y su doble. Esa relación y ese oficio. Hay historias épicas de esos dúos: Burt Reynolds tenía a Hal Needham, Steve McQueen a Bud Ekins, Kurt Russell tenía a su hombre, Harrison Ford al suyo...Esos tipos fueron socios durante décadas. Y es algo que ya no se da en nuestra generación. Se cambia de especialista.

LD: Es también una auténtica historia de Hollywood en el sentido de que nuestros personajes son los voyeurs de la fama y el glamour de la meca del cine. Somos los forasteros, los que estamos allí cada día tratando de conseguir trabajo. Ese es el enfoque de Quentin, con personajes que bien podrían haber existido. Luego está todo eso de Manson que sucede a nuestro alrededor, la historia de Polanski y Tate.


Brad, ¿ha sido muy diferente trabajar ahora con Quentin que cuando rodasteis Malditos bastardos?

BP: Ha sido exactamente igual. Estoy muy a gusto en los platós de Quentin. Por el ambiente. Por las conversaciones que tenemos, que son muy divertidas. Ya sabes, todos llegamos a la mayoría de edad en esta industria más o menos a la vez.

LD: Todos somos hijos de los 90.

BP: Hablamos el mismo idioma y entendemos las mismas cosas. [Se gira hacia DiCaprio.] Uno de mis primeros trabajos fue como estrella invitada en tu programa.

LD: ¿En Los problemas crecen?

BP: Sí, cuando acababas de empezar.

Es asombroso que todos triunfaseis al mismo tiempo. Quentin, con Reservoir Dogs en 1992 y luego con Pulp Fiction en 1994. Brad, con Thelma & Louise, El río de la vida y Entrevista con el vampiro en 1991, 1992 y 1994. Y Leo, tú con ¿A quién ama Gilbert Grape? en 1993. Los tres habéis estado en la cima de Hollywood durante un cuarto de siglo.

QT: Brad aparece incluso en Amor a quemarropa en 1993. ¡El primer guion que escribí! [Risas].

LD: “No seas tan guay conmigo, capullo. La próxima vez, te mataré”. [DiCaprio se vuelve hacia Pitt y sonríe.] Me encanta esa frase.

BP: Da gusto entrar en los diálogos de Quentin. Por eso los actores quieren trabajar con él: deberías haber visto la cola de gente que quería salir en esta película. Ofrecían sus servicios solo para ser parte de esto, aunque solo fuera por un día. Quentin, todo el mundo alaba siempre lo alegres que son tus rodajes. Cuando quieres otra toma, sueltas: “¡Hagámoslo una vez más! ¿Por qué?”... Y entonces todo el equipo grita...

QT, BP, LD: “... ¡Porque nos encanta hacer películas!”.

BP: Tiene mucha fuerza, cierto.

LD: Sus rodajes son magnéticos. Ya no se entra en platós así, donde todo el mundo respeta el proceso. Es una forma de hacer películas que poco a poco se ha convertido en una antigualla. Quentin hace un esfuerzo enorme para que los personajes y la época cobren vida. También está esa libertad y energía que sentimos todos en su plató. Su forma de trabajar es ahora una rareza: tomarse el tiempo que sea hasta que salga bien. A toda costa.

CREANDO EL PERSONAJE
Quentin, respecto a los personajes, ¿qué descubrieron Brad y Leo que no estaba escrito en el guion?

QT: Bastante. Brad ya conocía las historias de los equipos con actores que hacían de especialistas. Por eso me dijo enseguida: “Esto es como Steve McQueen y Bud Ekins”. Lo que significa que el personaje de Leo es como una especie de versión de McQueen.

BP: Lo que me convierte a mí en una especie de versión de Bud Ekins.

QT: [Risas] Brad inmediatamente pensó que la idea era genial y realmente se metió de lleno. Pero hay algo interesante en lo que respecta a Cliff: tenemos a tres personas diferentes que representan los tres estratos sociales de Hollywood. Está Sharon, que vive la auténtica vida de la estrella de Hollywood. Después Rick, que está mejor de lo que él cree. Tiene una casa, algo de dinero y sigue trabajando. Cliff representa a un tipo que ha dedicado toda su vida a esta industria y no tiene nada. Es parte de Hollywood, pero vive en Panorama City en una caravana. Estos tres estratos sociales son importantes en la historia. Hay algo especial cuando se trata de Cliff, y de Brad interpretando a Cliff: él y yo somos casi de la misma edad, así que eso también le supone a Brad una serie de recuerdos. En 1969, los dos teníamos cinco o seis años. Ambos recordamos los mismos programas que emitían en la televisión y en la radio. Pero con Leonardo, que es más joven, tuve que buscar referencias. Eso le dio frescura, fue estimulante verle estudiando todos esos viejos westerns que le pasé. Se me ocurrió inventar una película que Rick podría haber protagonizado, Los catorce puños de McCluskey, una versión de bajo presupuesto de Doce del patíbulo. Le dije a Leo: “Si el rival de Rick, Steve McQueen, hace Los siete magníficos, Rick es el tipo de hombre que habría estado en la tercera secuela, como segundo protagonista”.

Quentin, tienes tacto. Se nota en cómo creas el personaje, al que luego añades las experiencias o recuerdos que le aporta el actor que lo interpreta. Brad, ¿qué has aportado a Cliff?

BP: Tuve flashbacks de cuando era crío, porque todo estaba allí. Por ejemplo, en la película, Cliff vive al lado de un autocine. En Misuri, crecí a unas calles del autocine, iba a la casa de un amigo para ver las películas desde su jardín. Creo que la escritura de Quentin desata muchos recuerdos.

¿Y qué has aportado tú, Leo?

LD: Crecí en esta industria y tengo muchos amigos actores a los que conozco desde que tenía 13 años. He visto todo tipo de pruebas y tribulaciones. Al leer el guion, reconocí inmediatamente muchas batallas: la búsqueda de tu propia identidad y del éxito en una industria que excluye al 99% de los actores de la élite que puede elegir. Tengo muchos amigos en esa situación, más de los que cualquiera pueda imaginar. Les encanta hacer películas, pero muy pocos pertenecen al club. Como Rick, que toda su vida ha querido ser miembro y se siente rechazado constantemente.

Entonces, ¿conoces a estos tipos...?

LD: Oh, sí. Pero lo que más me ha gustado es el afecto que hay entre Cliff y Rick. Porque, con todo, son como una familia. Han creado un vínculo que les va a permitir sobrevivir al pisoteo de sus sueños.
O
MIRADA INTERIOR
Algo que me encanta de esta película son los matices. Es una historia sobre tipos que actúan en películas del Oeste, en un momento en que el western, que siempre ha sido una metáfora de la hombría americana y de la idea del tipo duro, cambia radicalmente. Mira las diferentes versiones de los western que salieron en 1969, y lo que dicen sobre masculinidad y sobre los EEUU: Valor de ley, Dos hombres y un destino, Easy Rider, Cowboy de medianoche, Grupo salvaje, Y ahí estáis, Rick y Cliff, en una pieza de época inspirada en una dinámica esencial del Oeste: el dúo. Los amigos.

QT: Le hablé a Leonardo de los actores de la época, y hubo algo que le intrigó...

LD: ¿Lo de Ralph Meeker?

QT: No, lo de Pete Duel.

LD: Cierto.

QT: Empezó cuando Brad mencionó Los dos mosqueteros (1971-1973), una serie del Oeste que a los dos nos encantaba cuando éramos niños. Conversando nos dimos cuenta de que en ese programa los dos oímos hablar de suicidio por primera vez. En la vida real, Pete Duel, que interpretaba a Hannibal Heyes, se suicidó.

BP: Estaba en casa de mi abuela cuando me enteré. Era una casita muy pequeña. Me metí en el dormitorio oscuro y me puse a llorar. Estaba muy disgustado.


LD: Recuerdo esa conversación. No había oído hablar nunca ni de la serie ni de los actores, pero ambos comentaron que habían tenido exactamente la misma reacción.

QT: Ambos aprendimos con ocho años qué es el suicidio a través del actor Pete Duel...

LD: Para mí supuso algo muy fuerte. El suicidio. En esta ciudad. Lo he visto en muchos compañeros de profesión, cómo el desgaste y la frustración continua pueden empujarte a matarte. Quise que el suicidio fuera una posibilidad real para Rick.

QT: Al hablar del tema, nos dimos cuenta de por qué Pete Duel se mató. Era bipolar. Estaba bebiendo y se automedicaba. Entonces pensamos: “Tal vez Rick tenga un problema con la bebida”. No había escrito así el personaje, pero sus emociones cambiaban repentinamente. Ahora teníamos la causa.

Leo, hay una escena en la que una cría te llama por teléfono. Es un momento muy conmovedor.

LD: Mucho. El de Rick es un viaje no solo de aceptación, sino también de agradecimiento. Cuando estás en su posición, buscando ayuda para llegar al estrellato y las puertas se te siguen cerrando, al cabo de un tiempo empiezas a pensar: “¿Puedo ser feliz aquí?, ¿qué satisfacción espero?”. Es el viaje de Rick a través de sus sueños hechos añicos, los efectos de cuestionarse a sí mismo cada día. El odio a uno mismo. ¿Hay algún lugar donde se le aprecie por pertenecer a esta industria?, ¿le sirve de algo o es solo una continua fuente de decepción? Ese es el arco argumental que teníamos pensado para Rick. Pero, como dije, es el homenaje de Quentin a esta industria y a todos aquellos que se mantuvieron en ella, aunque sus sueños de juventud nunca se hicieran realidad.

ESQ: Es mejor haberlo intentado que no haberlo hecho, ¿no?

LD: En muchos sentidos creo que esa es la historia...

ÉXITO, IDENTIDAD, HOMBRÍA

Mencionaste el tema hace un minuto. A primera vista, se trata de una película sobre actores de 1969, sobre el cambio en Hollywood. Pero, en el fondo, esta es la historia de dos hombres luchando contra lo mismo que les sucede a otros muchos tipos de hoy en día: ¿Qué pasa cuando estoy en mitad de mi carrera profesional, en la mitad de mi vida, y la industria en la que trabajo ya no me quiere o el trabajo que he tenido durante décadas está cambiando o incluso desapareciendo?, ¿puedo reinventarme?, ¿seré capaz de hacerlo? Mucha gente vive ahora con esa angustia.

LD: Eso es.

BP: Exacto. ¿Quién soy ahora?, ¿dónde está mi identidad?

Porque para los hombres, la identidad proviene del trabajo. Interpretáis a dos tipos tratando de entender quiénes son, qué les queda y cuál es su propósito si pierden esa identidad. ¿Pueden reinventarse a sí mismos y determinar su futuro?

QT: Rick viene a la ciudad en 1955. Es joven y guapo. Piensa: “Estoy en Misuri. He de largarme de aquí e ir adonde van los tipos guapos a ganar dinero: a Hollywood. Cogeré unos vaqueros ajustados y me dejaré caer por el Schwab’s de Sunset Boulevard”.

BP: Ese era yo en el 86. [Sonríe.]

QT: Y funcionó, ¿no? ¡Bien por ti!

ESQ: Excepto que no era el Schwab’s. ¿Dónde ibas?

BP: Al Taco Bell. Espera, no... A Pizza Shakey’s.

¿Dónde estaba eso?

BP: [Sonríe.] Una muy buena pregunta. De hecho, había dos. Al principio, fui al local de North Hollywood. Luego gané algo de dinero y pude permitirme el de Hollywood, en Sunset Boulevard. Podías comer todo lo que quisieras por 1,49 dólares, esa era tu comida del día. Te llenabas al máximo, y así aguantabas hasta el día siguiente.

'Érase una vez...en Hollywood': charlamos con Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Quentin Tarantino
Alexi Lubomirski

QT: ¡Esas patatas mojo! Seguro que en aquella época también jugabas al billar en Barney’s.

BP: Sí, claro.

QT: El caso es que a Rick le vendieron lo mismo que a todos: para ser protagonista tienes que ser muy masculino y muy macho, sexy, guapo y tener un cuerpazo.

Bueno, para su generación, esa era la representación de la hombría, de la identidad masculina.

QT: Exactamente. Y lo que se necesitaba para protagonizar un western.

BP: De ahí salieron todos. Burt Reynolds, Clint Eastwood...

QT: Todos esos tipos. Y resulta que, ahora, en 1969, los cánones son justo lo contrario. Son tipos flacos y peludos. Hay una cierta pansexualidad en ellos. Son los hijos hippies de gente famosa, como Peter Fonda, Michael Douglas, Arlo Guthrie o Michael Sarrazin.

Es fascinante: por un lado está el ascenso del hombre guapo, pero también el del antihéroe. De nuevo, mira 1969. Dustin Hoffman interpreta a Ratso Rizzo en Cowboy de medianoche. Pero ¿quién fue en realidad la auténtica encarnación del antihéroe? ¡Charles Manson! Es peludo, carismático y joven. Y, además, liga. Da carpetazo a los sueños de todos esos tipos. ¡Manson lo usurpa todo! Incluso los titulares. Se hace más famoso que todos ellos juntos.

BP: ¡Exacto! Bien dicho, muy bien dicho.

Brad, hay un gran momento en la película en lo que respecta a Cliff. Rick nunca puede ver más allá de sí mismo, pero tú encarnas a un tipo que es más consciente del mundo exterior. Como cuando estás detenido en un semáforo y pasa delante de tu coche esa chica hippie de Manson. Es un gran momento, tus ojos lo dicen todo. Vemos a un hombre reconociendo que tiene delante a los nuevos protagonistas que van a tomar el escenario.

QT: Es exactamente así.

¿Cómo ves tú a Cliff?

BP: Está en paz consigo mismo. Se contenta con lo que tiene, con estar vivo; es el tipo de persona que siempre estará bien, pase lo que pase. Sabe salir de cualquier apuro y no pide mucho. Así que cuando ve a esa joven, sabe que llega algo nuevo y emocionante. No es la típica chica recatada y aburrida.

LD: Ahora que lo pienso, yo también he tenido esa clase de relaciones en la industria. Necesitas apoyo, necesitas a ese tipo con el que te puedes sentar a ver la tele durante cinco horas sin mediar palabra. En el rodaje, al momento conecté con Brad. Enseguida improvisamos un diálogo que lo cambió todo. Tal como estaba en el guion, yo iba al rodaje con una resaca de campeonato y de pronto descubro cómo va a ser mi futuro en la industria. Me deprimo. De repente Brad improvisa, me mira y me espeta: “Eres el puto Rick Dalton. Que no se te olvide”.

¿Cómo se te ocurrió, Brad?

BP: Fue algo que me sucedió a mí, a principios de los 90. Estaba en el plató quejándome de algo, bastante deprimido, y viene un tipo y me dice: “Deja de lloriquear. Eres el puto Brad Pitt. Ya me gustaría a mí ser el puto Brad Pitt”. Me hizo un favor. Necesitaba oírlo. Ese día, con DiCaprio, me vino un flash. Tal como había escrito Quentin la escena me lo recordó totalmente.

'Érase una vez...en Hollywood': charlamos con Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Quentin Tarantino
Alexi Lubomirski

A LARGO PLAZO

Es interesante que, aunque el negocio esté en constante evolución, hay cosas invariables en Hollywood. Las inseguridades, las neurosis, ya sea en 1919 o en 2019, eso nunca cambia.

BP: He estado escuchando podcasts sobre la historia de Hollywood, la transición del cine mudo al sonoro, la llegada de la televisión, los musicales de los 60, la era de los directores de los 70. Y ahora tenemos el streaming. Veo un gran cambio en la forma en que se van a hacer las películas, en lo que se va a financiar. El sistema de estudio tiene enormes bancos de contenido, pero se han convertido, como en los años 20, en imperios corporativos que se han apoderado de la vena artística de la producción cinematográfica. Ahora hay dinero y un exceso de contenido, pero también mucha basura. Los artistas tienen la oportunidad de hacer guiones que no habrían podido rodarse hace diez años. Pero, por otra parte, las películas como las que hace Quentin están en peligro de extinción. Sí, la gente tiene más oportunidades. Pero también veo algo que me espanta: la cantidad de jóvenes que no han visto El padrino, Alguien voló sobre el nido del cuco o Todos los hombres del presidente, fundamentales para mí, y que tal vez nunca lleguen a ver. Las nuevas generaciones están acostumbradas a algo más corto, más rápido, inmediato. Los servicios de streaming funcionan de esa manera; si no te seduce algo, pasas a otra cosa. Lo que siempre me gustó de ir al cine fue dejarme llevar por la historia, sin prisa. No sé si toda esa forma de ver películas se ha ido al traste. Espero que no.

Si le dieras consejo a Rick y a Cliff, ¿cuál sería?

BP: ¡Dejad de beber! [risas]. Siempre hay una oportunidad. Tal vez no sea lo que esperabas, pero siempre hay ocasión de hacer algo magnífico y de dejar de lamentarte con que la culpa es de la industria, de la sociedad o del tiempo que te ha tocado vivir. Sabes, odio cuando te dicen: “Todo sucede por una razón”.

QT: Pero todo puede cambiar en un segundo. Brad, ¿te acuerdas de cuando te pregunté cómo fue el casting de Thelma & Louise? Y tú me contestaste: “En realidad, le dieron el papel a otro tipo”.

BP: A otros dos. El primero se fue para protagonizar otro filme. Y el segundo no lo quiso.

Habladme de la estructura de la película. La acción sucede en solo tres días, ¿no?

LD: Para mí eso fue muy difícil, porque no he hecho ninguna película en la que la narración tenga lugar en tan poco tiempo. Siempre me fijo en el principio, el clímax... [Mira a Pitt.] ¿Y tú?

QT: Bueno... En Titanic la acción pasa en un par de días...

LD: [Silencio] ¡Ciertoooo!

No recuerdo esa película. ¿De qué va?

BP: Eso, ¿cómo termina? [risas].

LD: [Se ríe. Mira a Pitt.] Supongo que tienes razón [más risas]. Me corrijo.

Hablemos de Charles Manson: es una película en tres actos, pero Manson se cierne sobre toda ella, como el arma de Chéjov.

QT: Sí, esta es una película sobre Hollywood en la misma línea que, por ejemplo, Profesión: el especialista, con Peter O’Toole y Barbara Hershey, o la mítica Cantando bajo la lluvia, y, sí, es una película amable. Pero lo que no queremos contarte es cómo encaja en ella la familia Manson. Ahí está la gracia. “¿Qué pinta aquí una figura tan rancia como la familia Manson?”, quiero que el público se haga esa pregunta y espero que esa sea una de las cosas que lo anime a ir a verla. Es como si tuviéramos un cuerpo perfecto, tomáramos una jeringuilla y le inyectamos un virus letal.

MOMENTOS FUGACES

Algo curioso sobre Manson: no era un extraño en Hollywood. Se cruzó con mucha gente famosa. Con Brian Wilson o con el hijo de Doris Day, Terry Melcher, el productor de discos. Vosotros lleváis aquí mucho tiempo. ¿Nunca os habéis cruzado con alguien o con algo curioso en todos estos años?

BP: Recuerdo que en los primeros días yo iba mucho con Brandon Lee. Él vivía en Echo Park y conducía un coche fúnebre. Salimos una noche y acabamos los dos en su casa hacia las seis de la mañana. Ya sabes, la típica noche que te has pasado con el alcohol. Empezó a contarme que sabía que se iba a morir joven, como su padre. Pensé que era la típica charla de bolinga a las tantas de la madrugada. Al año siguiente fue cuando sufrió ese fatal accidente en el rodaje de El cuervo que acabó con su vida.

Su padre, Bruce Lee, aparece en la cinta.

LD: Yo tengo un recuerdo tan premonitorio como triste. Adoraba a River Phoenix, era el gran actor de mi generación, y me moría por tener la oportunidad de estrecharle la mano. Una noche, en una fiesta en Silver Lake, lo vi subiendo las escaleras. Noté algo en su cara, venía caminando hacia mí y me quedé paralizado. Entonces la multitud se interpuso en su camino, y cuando volví a mirar, ya se había ido. Subí las escaleras y volví a bajar, pensando: “¿Adónde se ha ido?”. Él estaba... de camino al Viper Room.

BP: Os contaré uno de los mejores momentos que he tenido en esta ciudad: pasar dos días con Burt Reynolds en esta película.

QT: ¿Sí?

LD: Sí. Quentin lo eligió para interpretar a George Spahn.

QT: Sí. La última actuación de Burt Reynolds fue cuando vino a ensayar

esa toma. Estuvo increíble.

BP: Fue un auténtico placer.


HONRANDO A SUS MUERTOS

Brad, ¿qué recuerdas de esos días con Burt?

BP: Bueno, tienes que entender que, para mí, que crecí en los Ozarks viendo Los caraduras, era un referente. Siempre tenía algo agudo que decir, muy ingenioso. Estar con él me hizo recordar lo mucho que me gustaba de niño. Ensayar con él esos dos días me llegó muy hondo.

LD: Y para el caso, ¡Luke Perry! [Perry interpreta a Scott Lancer, otro actor ficticio de televisión]. Recuerdo a mi amigo Vinny, que también sale en la película. Entramos en el plató y los dos nos quedamos paralizados: “¡Oh Dios mío, ese es Luke Perry!”.

BP: “¡Es el puto Luke Perry!”. Éramos como niños en una tienda de golosinas. Cuando pasabas por los estudios de Sensación de vivir él era lo más. Actuar con él fue muy emocionante. Era amable y humilde, y estaba totalmente volcado en su papel. Tuve la oportunidad de sentarme a charlar con él. Fue algo muy especial.

QT: Fui al funeral, justo tres días después de haber montado la última escena de Luke. Eso me dio que pensar. Las bandas de grunge adoran Reservoir Dogs, creo que porque es una buena película para ver en el autocar cuando estás de gira. Kurt Cobain llegó al punto de agradecérmelo en su tercer álbum. Su gente me llamó y me propuso reunirnos, pero yo estaba en plena preproducción de Pulp Fiction, y le sugerí hacerlo en algún momento después.

Hace años entrevisté a Sylvester Stallone. En su biblioteca había un pequeño papel enmarcado en la pared. Era una carta que decía algo así como: “Querido Sr. Stallone, quiero felicitarle por sus nominaciones a los Premios de la Academia por Rocky. Firmado, Charlie Chaplin”. Resulta que, cuando Stallone fue nominado al Oscar al mejor guion y al mejor actor por Rocky, solo otras dos personas habían sido nominadas por escribir y actuar en una película: Orson Welles por Ciudadano Kane y Charlie Chaplin por El gran dictador.

LD: ¡¿Qué me dices?!

BP: ¡Qué fuerte!

ESQ: Esto fue en 1977, así que pregunté a Stallone: “¿Conociste a Chaplin?”. Y me respondió: “Fui tan idiota y era joven, que pensé: ‘Ya habrá tiempo’... Murió a los seis meses”.

BP: Vaya...

Stallone me confesó que era uno de los grandes arrepentimientos de su vida, no haber sabido aprovechar el momento.

LD: Parece que lo pillas todo.

¿No es de eso de lo que va la película, de aprovechar el tiempo al máximo y estar agradecido porque nunca sabes lo que te va a deparar la vida?

LD: Por supuesto.

La serie de televisión Breaking Bad.-a

Introducción  Breaking Bad es una serie de televisión dramática estadounidense creada y producida por Vince Gilligan. Breaking Bad...