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El teatro.

viernes, 14 de junio de 2019

La banda sonora de los personajes de Breaking Bad.-a



Por  Alberto Corona Gómez
29/09/2015

Parece mentira, pero el último episodio de Breaking Bad, por nombre “Felina”, fue emitido hace ya dos años. Y digo que parece mentira porque uno juraría, tembloroso y gimoteante, que ha pasado mucho tiempo más; que mínimo han caído un par de lustros o décadas desde que nos despidiéramos de Walter White y su familia para siempre. Es lo que ocurre con el síndrome de abstinencia: el tiempo se ralentiza, las horas transcurren caprichosamente lentas, los minutos se conforman como perniciosos obstáculos que te alejan de la siguiente dosis. Una dosis que, para mayor tragedia, sabes que nunca llegará.

Breaking Bad era una droga. Lo sigue siendo, de hecho; una cuyos efectos, cuyo mono, se han prolongado hasta la actualidad, a duras penas paliados por algo llamado Better Call Saul, que no viene a ser más que un placebo. Es cierto que ya querrían muchos placebos asemejarse a este spin-off, o muchas series actuales medirse en calidad a lo que éste supone (o a lo que supondrá dentro de un tiempo), pero la odisea autónoma de Saul Goodman es, claramente, un gesto de misericordia con el que Vince Gilligan quiso moderar el sufrimiento de los adoradores de Walter White. Breaking Bad sólo habrá una. Y en los largos e interminables días posteriores a su marcha, nunca estará de más recordarla con homenajes varios, del carácter que sean. Hoy, jugaremos a imaginar qué música escucharían sus personajes, con qué canciones se sentirían más identificados, y cuáles motivarían en ellos una mayor catarsis.
La banda sonora de Breaking Bad siempre distó bastante de los niveles de sofisticación exhibidos en otros shows como, por ejemplo, Mad Men o Los Soprano. Quizá se debió a mera lógica narrativa: no tenía la vocación historicista de la serie ideada por Matthew Weiner, ni el peso de una decena de películas de Martin Scorsese como principal influencia en el caso de la saga mafiosa. Los referentes de la historia de Walter White se decantaban más por la tragedia shakesperiana, la fatalidad de El Padrino (o la filmografía completa de los Coen), y el espíritu del western, todo desperdigado por ese desierto en el que tantas veces y tan gloriosamente nos perdimos. En consonancia, la música pasaba por los obligados temas de rock clásico (cuidadosamente escogidos mas no rebuscados), las instrumentales progresivas y los coqueteos fronterizos con la cultura latinoamericana. Fue en este último caso cuando se consiguieron resultados más memorables, con la composición expresa de un narcocorrido mexicano que glorificara la figura de Heisenberg. Sin desdeñar de ningún modo la banda sonora preexistente, juguemos a completarla. Por supuesto, con spoilers cual pianos:


WALTER WHITE

Comenzamos con el personaje más complejo y mejor escrito, con el permiso de Don Draper y Tony Soprano, que ha dado la televisión. Lo mucho que su carácter cambia a lo largo de las temporadas no deja de ser proverbial (el mismo título de la serie habla del asunto), y el hecho de que toda la trama orbite en torno a su flamante calva garantiza un ecléctico catálogo musical. 
La relación con su esposa Skyler, que llega a cambiar casi tanto como él mismo, nos remite a baladas agresivas en tanto a su frustración (“Puta Desagradecida” de Enrique Bunbury devendría un título elocuente), o a melancólicas piezas no exentas de optimismo desesperado (el clásico karaokero “Ni tú ni nadie” de Alaska y Dinarama). Por otro lado, su determinación, la rebeldía con la que decide encauzar su existencia con la amenaza del cáncer planeando, encontraría una sintonía impecable con la excepcional “Mi Voluntad”, de Extremoduro, o “Boss of Me”, de They Might Be Giants (la cual, como no podía ser de otro modo, fue la canción del opening de Malcolm in the Middle: la primera vez para muchos en que el formidable Bryan Cranston entró en nuestras vidas). 

La avaricia desquiciada que va degradando al personaje acabaría fundiéndose con el “
Ecstasy of Gold” que compuso Ennio Morricone para El bueno, el feo y el malo y del que acabó apropiándose Metallica en forma de epiquísima instrumental; mientras que en los instantes de calma, acaso esos penosos meses de exilio que Walter pasó en la cabaña lamiéndose las heridas, cuando apretaban la pérdida y la culpa y hacía muchísimo frío, el “Me olvidé de vivir” del gran Julio Iglesias remataría la faena. El mismo Vince Gilligan, consciente de la grandeza de su criatura, quiso ambientar cierto roce con las autoridades con el muy apropiado “A Horse With No Name”, de America; mientras que para el trágico final de la serie recurrió a los no menos trágicos Badfinger y a su canción “Baby Blue”. Dos elecciones inexcusables que bastarían por sí solas para resumir la psique de Heisenberg (y su afición por las cosas azules).

WALTER WHITE JR.

Seguimos con el primogénito de los White, un personaje que nunca ha tenido demasiada relevancia en cuanto al argumento general, optando por ser utilizado como enésima evidencia de la podredumbre moral de su padre, pero por el que cierto pequeño colectivo (presidido por mí) guarda un especial cariño. La relación que le une a éste, de admiración casi ciega por parte de Jr., y de culpabilidad y cuasi desprecio por parte de Walter, es tan dramática y cercana que, con ciertos reajustes en sus caracteres, podría haber sido estudiada perfectamente por Harry Chapin en su genial “Cat’s in the Cradle”, o sometida a un hostil sarcasmo en la inquietante “Chirpy Chirpy Cheep Cheep”, de Middle of the Road. Sus fútiles intentos de reafirmación adolescente deberían ser registrados por el “No Controles” de Olé Olé, mientras que su pantagruélica adicción a desayunar cada vez que ve una cámara (sobre esto hay un cachondeo monumental en la red del que sí o sí había que hacerse eco), podría contar con la ominosa banda sonora de Newsboys y su “Breakfast”. Por último, el “Tequila” de Café Quijano sería perfecto para ambientar cierta escena de la segunda temporada con su padre y su tío, en la cual beben… sí, tequila. No me he calentado mucho la cabeza.

SKYLER WHITE

La mujer de Walter White ha desencadenado siempre un odio visceral, uno que a menudo ha impedido al público advertir lo excepcionalmente construido que está, o lo atractivo que se vuelve por momentos (su evolución tiene qué envidiarle a la de su marido, pero tampoco demasiado). 
En éstas, su dificilísima convivencia con Heisenberg atravesaría por diversas etapas, desde las moderadas pero venenosas “No me beses en los labios” de Aerolíneas Federales o “Frente a frente” de Jeanette, hasta las tensísimas “Ratonera” de Amaral o “Bang Bang” de Nancy Sinatra en el momento en que su vida doméstica se convierte en un auténtico infierno. Entretanto, la mal disimulada codicia de la que hace gala esta posmoderna Lady Macbeth sería abanderada por el “Money” de Pink Floyd, y el final resentimiento fruto del que sí, ha amado, y duele, se reduciría al tan desgarrador como inequívoco “Te Odio” de Los Seis Días (feat. Santi Balmes). Destacar por último la sensualidad y atractivo felino de los que pese a todo hace gala esta señora, exacerbado en el “Happy Birthday, Mr President” de Marilyn Monroe que le canta al pobre Ted Beneke, superado por las circunstancias como suele.

JESSE PINKMAN

Con él, prácticamente coprotagonista del show, ocurre lo opuesto que con Skyler; la audiencia lo adora, y todo eso sin ser especialmente carismático, como Walter, ni tan divertido como Saul Goodman. Su único secreto radica en que, esencialmente, es un buen chico, con unos principios que no traicionará caiga quien caiga (y siempre suele caer él). Su tristísimo periplo por lo más bajo de la delincuencia hallaría un engañoso solaz en la alegre “Street Life” de Randy Crawford, mientras que las palizas que religiosamente recibe cada temporada lo acercan al vapuleado protagonista de “Historia de un perdedor”, de Nacho Vegas.
 El romance bañado en heroína que mantiene con Jane (abocado, como todo en Breaking Bad, a la tragedia) se consumaría entre los narcóticos acordes de “Islandia”, de McEnroe; y las secuelas del mismo, paseadas por terapias y clínicas de intoxicación, escocerían aún más con el “Heroína” de Los Calis o, indistintamente, el “Heroin” de The Velvet Underground. La espiral de decadencia que en el arco de Jesse no parece tener fin se trasluce en piezas como “Down Under” de Men at Work o “Loser” de Beck, pero es posible que ninguna canción lo resuma todo tan acertadamente como “Lo malo de ser bueno”, de El Cuarteto de Nos. «Ya está, cuánta ambigüedad, esta vida me va a matar… Mi corazón vacío no soporta una ausencia más… Y sé que dijo una vez el Noble de la Paz asesinado al caer… Es lo malo de ser bueno en este mundo cruel”. Larga vida a Jesse Pinkman. En Alaska o dondequiera que esté ahora.

HANK SCHRADER

El cuñado de Walter White, agente de la D.E.A., lo tendría incluso más fácil que Skyler para suscitar el odio del respetable (no en vano, es un cuñado), y su petulancia, brutalidad y nefasto sentido del humor redundarían en ello. Sin embargo, al igual que Jesse, es un hombre de principios, para el que nada hay más importante que la familia y la ley, y que sufre una intensa crisis al descubrir la identidad secreta de Heisenberg, el narcotraficante que tantos años llevaba persiguiendo. La decisión que toma al respecto habría sido tomada con mayor convicción si entonces hubiera sonado de fondo “I Won’t Back Down” de Tom Petty & The Heartbreakers, dejando atrás los momentos de “Personality Crisis” de New York Dolls o los sinsabores motivados con “People Ain’t No Good” de Nick Cave & The Bad Seeds. Así, se habría abalanzado sobre Walter para cantarle con mucha ira el “Villancico para mi cuñado Fernando” de Love of Lesbian y, después de hacer lo que tenía que hacer y destrozar a su familia, se refugiaría en el “Boys Don’t Cry” de The Cure. Tendría entonces que seguir soportando a su mujer Marie (“Te favorece tanto estar callada” de Niños Mutantes como penicilina), pero al menos habría comenzado por fin con su negocio de venta de cerveza casera (“Visite nuestro bar” de Hombres G a todo tren en el garaje). Todo esto, claro, no ocurrió así, pero habría estado bien. Porque Hank lo peta.

MARIE SCHRADER

Con ella no caben medias tintas. Marie es un petardo. No es un mal personaje, por supuesto, pero sí uno que da gusto odiar. Histérica, superficial, envidiosa, charlatana, falsa. Una ‘drama queen’ que no llegó a tener mucho que hacer en medio de los tejemanejes de Heisenberg, por suerte (o por desgracia; de ser así quizás no habría llegado a la quinta temporada con vida y eso que nos llevábamos). Su banda sonora sería un compendio de temas ridículamente festivos, con una maliciosa concepción de la femineidad que ella no comprendería. Joaquín Sabina habló de cosas así en “Yo quiero ser una chica Almodóvar”, y Mecano en su infumable (y a la vez delicioso) hit “Maquillaje”, pero nadie podría entender a Marie mejor que las integrantes de Sleater Kinney, quienes en su “Modern Girl” realizaron un estudio portentoso de la frivolidad femenina. Por supuesto, no todo eran luces de neón en la psique de Marie; también había puntos oscuros, revelados cuando sucumbía a sus arrebatos cleptómanos y, por más que lo hubiera intentado, vaya, “She’s Lost Control” (Joy Division).

MIKE EHRMANTRAUT

El viejo Mike mola tanto que aún cuesta creerlo. Un hombre con el aspecto de un abuelito adorable, cuya habilidad para el asesinato y el crimen en general no soslayan el genuino amor que siente por los suyos (en especial, por su nieta), así como la perenne desazón de quien arrastra un pasado oscurísimo, que en Better Call Saul hemos empezado a vislumbrar. Alguien tan abocado a los callejones sórdidos, tan diestramente conocedor de lo más bajo del ser humano, sólo encontraría en alguien parecido a Tom Waits un alma gemela (y quizá en “God’s Away On Bussiness” su pieza más característica); mientras en las largas noches en vela, añorando a los caídos, la indescriptible voz de Roy Orbison cantando “Only the Lonely” ambientaría sus recuerdos, así como “Solitary Man”, de Neil Diamond, le animaría a levantarse al día siguiente. Encarando impertérrito la “Reckless Life” que, sin saber de la misa la mitad, festejaban Guns N’ Roses, siempre encontraría un momento para visitar a su querida nieta, exhibiendo un cariño que en la música sólo supo expresar Phil Lynott, de Thin Lizzy, en aquel “Sarah” que escribió para su hija recién nacida. Cursiladas aparte, aquí llega el honorable y rígido Mike Ehrmantraut, que si le tiene que partir los morros a alguien que se esté pasando de listo, se los parte. Como John Wayne. Como “Feo, fuerte y formal”, de Loquillo.

GUS FRING

El gerente de Los Pollos Hermanos pasaría por ser el mayor villano que ha pasado por Breaking Bad y, por ende, la televisión, si no fuera por Walter White. En cualquier caso, este tío es terrorífico. Ese aspecto tan engañosamente inofensivo. Esa elegancia natural. Esa frialdad que haría palidecer a Michael Corleone. Gustavo Fring es tan grande como la escena de su muerte (de las poquísimas concesiones ‘peliculeras’ que llegó a hacer Vince Gilligan, y por una buena causa), y su soundtrack iría tornándose más agreste a medida que le conocemos. “Chicken Fried”, de Zac Brown Band, sería una muy buena opción para ambientar alguno de esos anuncios en los que Gus promocionaba su tapadera para vender droga. Era pollo frito, pero también era meta azul, y el “I Want to Take You Higher” de Sly & The Family Stone se haría eco de las verdaderas intenciones del amiguete, cuya total sangre fría acabaría de cristalizar con la desengañada “No Feelings” de los Sex Pistols. Una cosa son los negocios, sin embargo, y otra el objetivo vital por el que Gus se metió en ese fregado, para cuya comprensión hay que remontarse a sus años en México y sus primeros roces con “La Migra” (La Pulquería). En un episodio memorable descubríamos que Gus Fring, como tantos otros grandísimos personajes, estaba obsesionado con la venganza: la muerte del capo Don Eladio en represalia al cruel asesinato de su socio Max. En un episodio más memorable aún, Gus conseguía su propósito. Y la enloquecida “Revenga”, de System of a Down, no habría desentonado para nada.




SAUL GOODMAN

No resulta difícil comprender por qué, de entre todos los miserables que poblaban Albuquerque, Vince Gilligan y su tropa eligieron a este picapleitos sin escrúpulos para protagonizar un spin-off. Hablamos de un tipo que, sin la más mínima ínfula de ser protagonista, se comía cada escena en la que asomaba la nariz, con un desparpajo asombroso y una vis cómica (la de Bob Odenkirk, que no tardará en llevarse algún Emmy) descacharrante. Hablamos de un pícaro de tomo y lomo, un sinvergüenza adorable, un cinéfilo irreverente (cierta escena de Better Call Saul en la que parodia El Resplandor es para enmarcar) y de, también, un profesional que se deja la piel por sus clientes, estén en el lado de la ley que estén.


 Fought the Law”, luchar contra la ley empleando la ley, podría ser su mantra, así como los muy capitalistas “¿Dónde está el dinero?” de Quique González y “National Anthem” de Lana Del Rey. Saul Goodman es un tipo más listo que el hambre, pero también es, algo que intuíamos en Breaking Bad y que confirmamos en la secuela, un desgraciado que ha sufrido los sinsabores del amor no correspondido y la marginación social. El inconmensurable “I am a Rock” de Simon & Garfunkel encajaría muy mucho en esos días del mes, así como el “Good Times, Bad Times” de Led Zeppelin quizá le ayudaría a animarse pese a las desgracias vividas. Nada mejor para ello, sin embargo, que una buena sesión de cine y, acaso, una escucha al “Julia Roberts” de Rafa Pons, la canción más cinéfila de la historia.
Y eso es todo. Hemos dejado de lado secundarios memorables como Tuco Salamanca, el entrañable Gale Boetticher, Lydia o el temible Todd porque de lo contrario no acabábamos nunca, pero no es descartable que en un futuro cercano se amplíe el artículo para dejarlos espacio. La ansiedad por la ausencia de nuestra serie sería la causa, y estaríamos dispuestos a hacer cualquier cosa por volverla a sentir cerca, creer que aún quedan cosas por decir de ella, una vez más; este artículo, de hecho, no tiene más justificación que esa necesidad.

Gale Boetticher



Crapa Pelada
Quartetto Cetra

A ustedes, señores, quiero decirle
La historia que me hace tan desesperada
He visto cómo me cae el pelo de la cabeza durante siete meses
Estoy calvo, decepcionado, decepcionado
No sé qué cuidado tomar

Pero escucha lo que dice
¿Ese pobre infeliz?
No te quejes
Pero trata de cantar
¡Con nosotros esta canción!

Crapa pelada la faa I turtei
Ghe le da minga al sò fradei. Oh-oh-oh-oh
I sò fradei fan la fritada
No le da minga a crapa pelada
¡Espera, espera, espera, espera!

Crapa pelada la faa I turtei
Ghe da minga al sò fradei
I sò fradei fan la fritada
No le da minga a crapa pelada

Crapa pelada la faa I turtei
Ghe da minga al sò fradei
Oh-oh-oh-oh
Crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà
Badabaddà badabba babbarara pirulirulirulirulì
Crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà
Paaaaa pararappappa paraparapà

Y la canción te hace olvidar
Sólo lo que entristece tu corazón y suspira te hace

¿Quién sabe si puedo encontrar la gruesa cabellera?

¡Pruébalo, inténtalo de nuevo!

Intenté y probé todos los cuidados más seguros y recomendados
La quinina es rigor pero la cabeza sigue calva, sigue calva

Vamos, hombre, no te desesperes

Con bulbomicilina con bayrum y petroline lo intenté y lo intenté de nuevo, pero todavía estoy calvo pelado

¿Por qué? ¿Por qué? No sé cómo es
¿Quién sabe por qué?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡No lo sé!

Parapappa parapappa tarattatà parapappa parapappa parapappa parapappa parapappa pararara pam

¿Eres tú?

Crapa calva, crapa pelada
Crapà crapà crapà crapà crapà crapà crapà
Oh, Dios mío
Bidibadi bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba bidiba
Parappà parappa jalea jalea
Crapa pelada ha hecho 'I turtei
Ghe ne dan mina a su fradei, oh-oh-oh

Crapa pelada
Con peluca


¡Tal vez puedas curarte!




Crapa Pelada
A voi miei signori io voglio narrare
La storia che tanto mi fa disperare
Son già sette mesi che vedo cadere dal capo I capelli pian pian
Ormai son pelato, deluso, avvilito
Non so quali cure adottar

Ma senti cosa dice
Quel povero infelice?
Non ti lamentar
Ma prova a cantar
Con noi questa canzon!

Crapa pelada la fà I turtei
Ghe ne dà minga ai sò fradei. Oh-oh-oh-oh
I sò fradei fan la fritada
Ghe ne dan minga a crapa pelada
Oh-oh-oh-o-oh!

Crapa pelada la fà I turtei
Ghe ne dà minga ai sò fradei
I sò fradei fan la fritada
Ghe ne dan minga a crapa pelada

Crapa pelada la fà I turtei
Ghe ne dà minga ai sò fradei
Oh-oh-oh-oh
Crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà
Badabaddà badabbadà badabba babbarara pirulirulirulirulì
Crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà, crapa pelà
Paaaaaaa pararappappa pappa paraparapà

E la canzone ti fa dimenticar
Soltanto ciò che ti rattrista il cuore e sospirar ti fa

Chi lo sa se potrò ritrovare la folta chioma?

Prova, tenta ancor!

Ho provato e riprovato ogni cura più sicura e consigliata
La chinina è di rigore ma la testa è ancor pelata, ancor pelata

Coraggio amico, non ti disperar

Con la bulbomicillina con bayrum e petrolina ho provato e riprovato ma io sono ancor pelato ancor pelato

Perché? Non so com'è
Chissà perché?

Perché? Perché? Non so!

Parapappa parapappa tarattatà parapà parapappa parrappappà parappa pararara pam

Sei tu?

Crapa pelada, crapa pelada
Crapà crapà crapà crapà
Oh
Bidibadi bidibadi bidiba bidiba bidibà bidibà bidibà bidibà
Parappappà parappa pappa pappa pappappà
Crapa pelada l'ha fa' I turtei
Ghe ne dan minga ai suoi fradei, oh-oh-oh-oh

Crapa pelada
Con la parrucca
Forse potrai guarir!

«Major Tom (Coming Home)» (en alemán: Major Tom (völlig losgelöst)) es una canción y sencillo del cantante alemán Peter Schilling publicado en 1983 y perteneciente a su disco de estudio Error in the System. Con un carácter no oficial, el personaje del "Major Tom" de la canción hace referencia al también protagonista homónimo de la canción de David Bowie Space Oddity, en la que se narra un accidente espacial en el que el protagonista está atrapado.



MAJOR TOM
LETRA DE PETER SCHILLING

Standing there alone
The ship is waiting
All systems are go
'Are you sure?'
Control is not convinced
But the computer
Has the evidence
No need to abort
The countdown starts

Watching in a trance
The crew is certain
Nothing left to chance
All is working
Trying to relax
Up in the capsule
'Send me up a drink.'
Jokes Major Tom
The count goes

4, 3, 2, 1
Earth below us
Drifting, falling
Floating weightless
Calling, calling

Second stage is cut
We're now in orbit
Stabilizers up
Runnning perfect
Starting to collect
Requested data
'What will it affect
When all is done?'
Thinks Major Tom

Back at ground control
There is a problem
'Go to rockets full.'


'Hello Major Tom
Are you receiving?
Turn the thrusters on
We're standing by.'
There's no reply

4, 3, 2, 1
Earth below us
Drifting, falling
Floating weightless
Calling, calling

Across the stratosphere
A final message:
'Give my wife my love.'
Then nothing more

Far beneath the ship
The world is mourning
They don't realize
He's alive
No one understands
But Major Tom sees
'Now the light commands
This is my home
I'm coming home.'

Earth below us
Drifting, falling
Floating weightless
Coming
Earth below us
Drifting, falling
Floating weightless
Coming, coming
Home
Home



MAJOR TOM
TRADUCCIÓN DE PETER SCHILLING EN ESPAÑOL

De pie allí solo
El barco está a la espera
Todos los sistemas se van
'¿Está seguro?'
El Control no está convencido de
Pero el equipo
Tiene la evidencia
No hay necesidad de abortar
Empieza la cuenta atrás

Watching en un trance
La tripulación es cierto
Nada se deja al azar
Todo está funcionando
Tratando de relajarse
En la cápsula
'Me envía una bebida.'
Chistes Major Tom
El conde va

4, 3, 2, 1
La tierra debajo de nosotros
A la deriva, la caída de
Flotando ingrávido
Llamando, llamando

Second etapa se corta
Ahora estamos en la órbita de
Los estabilizadores hacia arriba
Runnning perfecto
Empezando a recoger
Los datos solicitados
'¿Qué va a afectar
Cuando todo está hecho?'
Piensa que el Mayor Tom

Back en control de tierra
Hay un problema
'Ir a los cohetes completo.'


'Hola Major Tom
Estás recibiendo?
Activar los propulsores en
Estamos de pie.'
No hay una respuesta

4, 3, 2, 1
La tierra debajo de nosotros
A la deriva, la caída de
Flotando ingrávido
Llamando, llamando

Across la estratosfera
Un mensaje final:
'Dar a mi esposa de mi amor.'
Entonces nada más

Far debajo de la nave
El mundo está de luto
Ellos no se dan cuenta
Él está vivo
Nadie entiende
Pero el Mayor Tom ve
'Ahora la luz comandos
Esta es mi casa
Estoy llegando a casa.'

Earth por debajo de nosotros
A la deriva, la caída de
Flotando ingrávido
Venir
La tierra debajo de nosotros
A la deriva, la caída de
Flotando ingrávido
Viene, viene
hogar
hogar



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