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El teatro.

domingo, 21 de mayo de 2017

Los hermanos McGill.-a

Carla Nicol Vargas berrios



   “Better call Saul”, se ha dicho por críticos de respeto, yo me limité a repetirlo, era en las temporadas anteriores una especie de serie bifurcada: por un lado, la historia de Mike, por otro, la de Jimmy. Las interacciones entre el ex policía y el abogado daban cierta unidad a la serie, que terminaba de cohesionar el conocimiento que tenía el espectador del universo donde se desarrollaba y del destino de los personajes (al menos, de parte de ellos). En esta tercera temporada, se puede defender que la estructura es similar; sin embrago, la historia de Mike sufre ella misma bifurcciones, subdivisiones. Con lo que una de las historias que conformaban el delicado equilibrio de la serie se transforma en un ramillete coral, con varias tramas entrelazadas, mientras la otra sigue su camino, aparentemente cada vez más desconectada de la otra. Los platillos de la balanza se han desequilibrado bastante esta tercera temporada. Ello no ha afectado a la calidad de este spin-off excepcional, aunque admito que mi sensación de estar viendo dos, en vez de uno sólo, ha sido más intensa este año.
    Habíamos dejado a Mike en su guerra particular contra el clan Salamanca, detenido el dedo en el gatillo, casi literalmente, por una escueta nota. Todos intuíamos quién estaba detrás de esa nota y todos esperábamos que su autor apareciera esta temporada. Y lo hizo, pero el ritmo pausado que Gilligan y Gould y los demás escritores han impuesto a la serie, hizo que se demorara. No me quejo; este ritmo pausado es una de las virtudes de la serie: le da una potencia de fuerza de la naturaleza, como una erupción volcánica, que tarda en gestarse, pero que no puede detenerse una vez comienza y que tiene consecuencias irreversibles.
   He leído alguna queja sobre las secuencias prácticamente mudas de Mike: desmontando meticulosamente su coche; vigilando, mientras come pistachos, en mitad de la noche; registrando el desierto, en busca del cadáver de la desdichada víctima de don Héctor y los suyos. A mí me parecen secuencias brillantes. Mike es un individuo cauto, solitario y silencioso. Es lógico que sus escenas en solitario sean cautas y silenciosas. Jonathan Banks sigue siendo capaz de darnos el equivalente a un soliloquio interno sólo con mover el mentón y no tendría mucho sentido verle soltando parrafadas o diálogos interminables.
   Lo que sí tiene sentido es que, siendo Mike y su historia la más relacionada (por ahora) con el mundo criminal en el que vimos zambullirse a Walter White, Mike se relacione cada vez más con los habitantes de ese mundo. La historia de Mike tiene que acomodar dentro de su espacio a la historia de Nacho y, también, al Hombre Pollo. Esto implica algún sacrificio: las secuencias familiares de Mike, donde se ve su lado más bondadoso, las que nos dan el porqué de sus acciones turbias (el Bien como un posible origen del Mal, uno de los interrogantes de “Breaking Bad”) han sido reducidas drásticamente. No eliminadas, empero, y han dado pie a alardes cinematográficos (la secuencia circular del grupo de duelo, donde sólo al final se nos desvela la presencia de Mike, escuchando a la viuda de su hijo, es particularmente brillante); reducidas, no obstante, a una mínima parte de lo que habían sido.

   En compensación, Nacho ha retomado protagonismo. Aunque sea un personaje que me importa más bien poco, todas sus escenas y secuencias van del notable al sobresaliente: sean sus diálogos con Mike, sea su relación con su padre (qué escena, esa charla nocturna, en la que el hijo trata de salvar a su padre, sin poder decirle parte de la verdad, mientras el padre, al que se ha descubierto toda la verdad que le hace falta, es aplastado por la decepción y la tristeza), sea el desarrollo de su plan para eliminar a Héctor Salamanca. Las secuencias en el café donde Nacho hace las veces de cobrador, casi mudas, son otro ejemplo de cómo se pueden usar las armas del cine o la televisión para desvelar o confirmar la psicología de los personajes apenas sin palabras. O cómo crear una tensión casi insoportable: Nacho dándole el cambiazo al viejo Salamanca con las pastillas me tuvo en el borde del sofá con la espalda como una tabla, igual que cuando Walter trataba de hacer volar a Gus por los aires en el aparcamiento.

   Y Gus, efectivamente, ha regresado. Mike ha seguido el rastro y ha encontrado a la araña. Claro que porque la araña tenía curiosidad por ver hasta dónde era capaz de llegar este viejo perro y hasta qué punto le podría ser útil. Muy útil, ha concluido.

   Como ya he dicho, la aparición de Fring no ha pillado a nadie por sorpresa. Pero que levante la mano el que no haya sentido un estremecimiento de placer al desvelarse el emblema de los Pollos Hermanos. ¡Y qué entrada, la de Gustavo! ¡Eso es conocer a un personaje! Nada de fanfarrias, nada de espectáculo! Una figura borrosa está barriendo el suelo al fondo del restaurante. Pero lleva esa camisa amarilla, esa corbata negra, tiene esa complexión… y es él, en efecto, con una escoba en la mano, el humildísimo gerente de la franquicia de pollerías. V.M. Varga, el pérfido villano de la tercera temporada de “Fargo” no podría menos que respetar a otra mente maestra criminal con vocación por la invisibilidad.

   Gus trajo consigo que el velo sobre el cartel, que ya se había levantado en parte la segunda temporada, quedase corrido del todo. Incluso pudimos ver de nuevo a la cima de la pirámide, don Eladio, amenazador sin dejar de reír. La lucha de poder entre el cartel no ocupó mucho tiempo (no lo había), pero la maestría de los guiones quedó de nuevo demostrada al hilar los mismos perfectamente la conspiración particular de Nacho, la guerra de Mike y su progresivo reclutamiento por Gus (ese apretón de manos; qué inteligencia, la de Fring: “Nunca robaría de su familia”, con ecos de su primitiva seducción de Walter) y la forja por éste de su imperio, con el grupo Madrigal de nuevo entre sus aliados o peones.
    La vida de Mike está ahora mucho más poblada de criaturas turbias y siniestras. Para nosotros, eso son buenas noticias.

   ¿Qué hay de la vida de Jimmy? Jimmy ha tenido muy poco contacto con Mike. En una ocasión, Mike le tuvo que pedir, rechinando los dientes, ayuda. En otra, fue Jimmy quien recurrió a Mike. Fuera de ese toma y daca, han sido dos extraños. Mike tenía bastante en su plato. Jimmy, aún más.

   Igual que en los años anteriores, por muy entretenida y hábil que fuera la parte de la serie dedicada a narcotraficantes, el peso auténtico está en la consagrada a Jimmy, Kim y Chuck. Los, para mí, dos mejores capítulos de la temporada (el quinto y el décimo) están libres de toda referencia a Mike, Gus o los Salamanca. Sólo los hermanos McGill.


Carla Nicol Vargas berrios

   Los primeros cinco capítulos cubren la batalla entre Chuck y Jimmy. Chuck, tan reverente con las leyes, las ha, por lo menos, doblado, al grabar a Jimmy sin su consentimiento. No puede usar ese arma ante un tribunal. No puede hacerla pública. Pero puede usarla de un modo más insidioso. Los que siempre han visto a Jimmy como más astuto que su hermano se habrán replanteado su posición: Chuck conoce bien a su hermano pequeño. Sabe que es de mente ágil, un improvisador casi genial, pero que carece de su sangre fría, de su paciencia reptiliana. Sabe, he aquí lo terrible, lo mucho que Jimmy le admira y le quiere, lo mucho que esta traición le dolerá, la desesperación a la que le arrastrará (por miedo profesional y, sobre todo, por angustia personal). Y Jimmy, efectivamente, no es capaz de seguir los calmados consejos de Kim. Y cae en la trampa de Chuck.
   Ah, no obstante, Chuck sólo es capaz de esta forma de pensar digna de un estafador como excepción. Una vez ha dado fruto su plan, se repliega al mundo que mejor conoce, donde se sabe imbatible: el de las leyes. Tiene las pruebas y se mete a la fiscal especial en el bolsillo sin dificultades. Fuerza un acuerdo lo más humillante y destructivo posible para su hermano. Esta vez, está decidido a destruir a Jimmy McGill, Esquire, y devolverlo al cuarto para el correo del que nunca debió salir.
   Chuck está seguro de su victoria y este orgullo, que le ciega, le pierde. Porque si Jimmy ha aprendido algo en su vida es a salir de situaciones comprometidas. Arrinconado, ante un adversario al que siempre ha admirado, cuya inteligencia siempre le ha abrumado, al que conoce, sin embargo, tan bien como éste le conoce a él, contraataca. Y qué contraataque. La ofensiva de Chuck es tan implacable, que hasta la íntegra Kim, sin vacilación, se hace partícipe del engaño de Jimmy. Así llegamos a la batalla campal, en el capítulo quinto. Es un placer intelectual un tanto perverso ver a Jimmy colocar trampas dentro de trampas, engaños dentro de engaños, sabiendo que Chuck será capaz de verlos casi todos, de desbaratarlos casi todos, de parar casi todas sus estocadas… menos la definitiva, la auténtica. ¡Qué actor es Michael Mckean! ¡Qué monólogo de derrumbe! A nadie le cae bien Chuck, de acuerdo, pero se puede entender su punto de vista, sin apreciarlo. Y su derrota, tan pública, tan demoledora, es dura de contemplar.
   Pero he aquí que eso ocurre a mitad de temporada. La guerra ha acabado. Y se nos ofrece la posguerra. Y hay otra vuelta de tuerca genial: Chuck parece haber perdido. Jimmy parece haber salido bastante bien parado. Pero Chuck emerge casi triunfante y Jimmy casi vencido.
   Admito que esperaba que Chuck, enfrentado ante la evidencia de su enfermedad mental, se encerraría en una paranoia absoluta. Todo lo contrario (una vez más, ¡qué escritores hay en esa sala de guionistas). Mira a las pruebas y concluye que su enfermedad puede ser mental, no física. Que puede haber estado equivocado todos esos años. Y, mente rigurosa, de acuerdo con su doctora (Clea DuVall, esa vieja conocida de “Carnivàle”), comienza su recuperación.

   En cambio, las cosas no van bien para Jimmy. Ni para Kim. Suspendido por un año, pero incapaz de admitir que Kim cargue en exclusiva con los gastos del bufete, Jimmy busca otras vías de ingresos. Dentro de la ley. Y su ingenio, tan fructífero cuando está al servicio de una estafa con todas las letras, es insuficiente para sacar dinero de estos apaños cada vez más desesperados. El viejo Jimmy, el Jimmy de la juventud callejera, empieza a asomar de nuevo. Y esta vez, con un nombre tras el que esconderse: Saul Goodman.
   Saul Goodman. Sabíamos que ese nombre aparecería. El futuro de Jimmy surge como una herramienta temporal, algo que se usará y se desechará. El espectador, que sabe más, sufre o disfruta sádicamente, al ver a Kim y Jimmy reírse de esta criatura ridícula, que, piensan, no tendrá importancia en sus vidas.
   Saul Goodman no es lo mismo que Jimmy McGill, ni siquiera que Slippery Jimmy. Es Slippery Jimmy sin ningún control, sin ningún contrapeso. Y está cada vez más cerca. Cuando sus intentos de lograr dinero de modo más o menos legal fracasan, Jimmy retoma el camino descendente. Estafa a los gemelos músicos (que antes trataron de medio estafarle a él), extorsiona al mezquino encargado de los servicios comunitarios… y teje una red para forzar a sus antiguos clientes de la residencia de ancianos para que lleguen a un acuerdo en el pleito que tanto tiempo ocupó en las temporadas pasadas y él pueda cobrar su parte. Es un plan ingenioso y que vuelve a demostrarnos lo hábil que puede ser Jimmy manipulando a la gente, incluso a gente que le importa. Un plan que nos da uno de los momentos más oscuros de la serie, en penetrantes palabras de Alan Sepinwall: una anciana a la que nadie aplaude al ganar el bingo.
   Jimmy no es, aún, Saul. Sus clientes le importan, le importan genuinamente. Y cuando ve que no puede soportar el sacrificio de esa anciana, pieza clave en su plan, desenreda su propia red y, en verdad, se inmola a sí mismo, a su reputación, para salvarla.

   Esto es muy importante. Se han establecido, lógicamente, paralelismos entre Walter White/Heisenberg y Jimmy McGill/Saul Goodman. La diferencia clave, creo yo, es ésta: Heisenberg estuvo siempre dentro de Walter, esperando que las circunstancias fueran propicias para alzarse; el ansia de poder, de control, la lascivia por la manipulación y el dominio siempre estuvieron en Walter. Jimmy es justo el reverso. Dentro del estafador esperaba su oportunidad el hombre honrado. Llevamos tres temporadas viendo cómo el mejor Jimmy trata de imponerse al Jimmy turbio. Cómo intenta dejar atrás las trapacerías, apoyándose en tres pilares: el amor y el respeto que siente por su hermano y que desea recibir de él; el amor y el respeto que siente por Kim y que desea recibir de ella; la estima que siente por sus clientes y que desea recibir de ellos.
   Pero la admiración y el respeto por Chuck han muerto: lleno de rencor, Jimmy sabotea (es algo trágico) la incipiente recuperación de su hermano, hasta llegar a una desolación mutua total. Las últimas palabras de Chuck a Jimmy son tal vez las más crueles que un hermano puede decirle a otro.
   La estima de sus clientes ha desaparecido, en el sacrificio propio que ha orquestado Jimmy.
   Sólo queda Kim. La espléndida Kim. La relación de pareja entre Kim y Jimmy está entre las mejores que haya visto. Contenida (Kim es una de las personas más reservadas y controladas de la serie, lo que no es decir poco), poco explícita (hay poco contacto físico entre ellos), pero innegable (lo que hacen Bob Odenkirk y Rhea Seehorn sólo con los ojos…). Para que Jimmy caiga en Saul, Kim tiene que desaparecer, de un modo u otro. Esa desaparición está en marcha: a Kim le devora la culpa por su parte en la humillación de Chuck y se zambulle en el trabajo hasta el agotamiento (ese accidente de coche lo temía y lo temía mucho peor). A fin de temporada, Jimmy y Kim han sobrevivido.
   Sin embargo, tenemos la carga del conocimiento. Sabemos que no hay esperanza para Jimmy. No la ha habido para Chuck. No la habrá para Kim.


           
 Un hombre tenía dos hijos. Si a la tenebrosa historia de Walter White y Heisenberg le venía como anillo al dedo los versos poderosos del “Ozymandias” de Shelley, a la historia de James McGill, esquire, algún día Saul Goodman, le encaja de un modo peculiar la parábola que se narra en Lucas, capítulo 15, versículos 11 a 32. La del hijo pródigo. Que los más finos intérpretes opinan debería ser la parábola del padre y los dos hijos.
  Cuando se anunció que, después de haber dado al mundo esa obra maestra sin paliativos que es “Breaking Bad”, Vince Guilligan, con Peter Gould, iba a rastrear la historia de Saul Goodman, millones dimos palmas con las orejas. El personaje de Saul, de entre los muchos del rico universo del señor de la droga azul, era uno de los más pintorescos, memorables y queridos, una colorida sabandija parlanchina, llena de inventiva, aunque temerosa de los reptiles inmensos que se deslizaban por el pantano de Albuquerque. ¡Qué mejor noticia que poder volver a este mundo, con este abogado de camisas chillonas y labia inagotable!

 Confieso, y no creo haber sido el único, que me esperaba una serie muy distinta a “Breaking Bad”. En eso, no me equivoqué. Estaba bastante seguro de que, esta vez, el humor, aunque negro, tendría la palabra, que tal vez el formato sería de media hora, en vez de los cuarenta y cinco o cincuenta de la serie madre. Que nos encontraríamos con Saul Goodman, en su grotesco despacho, dando un quebradero de cabeza tras otro a policías y fiscales y, tal vez, vislumbrando algo del mundo del narcotráfico. Y aquí, sí, me equivoqué bastante. Porque Vince Guilligam, Peter Gould y el equipo de guionistas, directores y actores nos iban a dar otra serie. Una mucho mejor de lo que esperaba y totalmente distinta. O, mejor dicho, dos: una serie negra, áspera, con un ex policía en su centro. Y un drama humano narrado con gran finura, con un abogado tramposo pero con una peculiar bondad.

Que una serie cuente en realidad dos historias paralelas es un arma de doble filo (perdón). El riesgo de que la serie se vuelva esquizofrénica, de que una de las dos historias fagocite a la otra o de que se anulen mutuamente, impidiendo que se desarrollen en plenitud, es altísimo. “Better Call Saul” evita esos peligros. Sus dos historias mantienen un equilibrio perfecto. Las tramas de Mike y Jimmy corren paralelas. Y si la primera va llevándonos a un terreno cada vez más conocido, al final del cual tal vez espera el impecable dueño de una cadena de pollerías, en la segunda nos permite descubrir a un personaje que ya creíamos conocer.
Dos series que además tienen otro supuesto hándicap: sabemos qué va a ser de Mike y de Jimmy/Saul. Para que no quede duda alguna, tanto la primera como la segunda temporada (es de prever que también la tercera) se abren con una excelente escena en blanco y negro, donde podemos observar a Saul en su nueva vida en ese programa de protección de testigos particular en el que acabó al final de su periplo como asesor de Heisenberg. Podría pensarse que no hay interés en un viaje cuyo final e incluso buena parte del trayecto ya conocemos. Ja. Si creen eso, por favor, por favor, empiecen a ver la serie. Si no, también, caramba.
No deja de ser un guiño divertido que los dos coprotagonistas sean Mike y Jimmy, o sea, Saul. Después de todo, el personaje de Mike entró, según tengo entendido, en la serie de Heisenberg, porque Bob Odenkirk no podía rodar ciertas escenas, en concreto, la eliminación del cadáver de la pobre Jane. Era Saul, el leguleyo todoterreno, quien debería haber aparecido para ayudar al destrozado Jesse. En su lugar, apareció este hosco calvo, de mirada sagaz y voz granítica. Y se hizo con un puesto de honor. Y al cual volvemos a disfrutar.

Empecemos, pues, por Mike Ehrmantraut, aunque sólo sea para evitar que Jonathan Banks nos atraviese con una de sus largas ojeadas silenciosas. Banks es inmenso. Se nos resiste a aparecer y, aun cuando lo hace, se pasa buena parte de la primera temporada simplemente sentado en su puesto de trabajo oficial, sacando de sus casillas a Jimmy cada vez que tiene que entrar o salir del aparcamiento. ¡Lo que es capaz de hacer este actor apenas moviendo una ceja, un labio o carraspeando un poco! Sin embargo, ese grandioso episodio quinto de la primera temporada, tan sombrío, tan terrible, le mete de lleno en la serie y le concede la mitad de la corona.
A partir de entonces, la de Mike es una trama negra como Dios manda. No sólo tenemos su pasado en Philadelphia, que puede reaparecer en cualquier momento. No sólo tenemos su faceta humana, como abuelo entrañable y suegro modelo, mientras consigue dinero para su familia ejerciendo de matón profesional (de una profesionalidad ejemplar). Además, a través de las andanzas de Mike, el clan Salamanca vuelve a nuestras pantallas, para mayor regocijo, y el mundo de “Breaking Bad” asoma las orejas. Cierto que Tuco hizo su reaparición con Jimmy, no con Mike, pero cuando se vuelve realmente jugosa la implicación del cartel es con Mike, no con Jimmy.
 Cada escena de esta parte de la serie es una delicia. Perfectas. Trozos de gloria cinematográfica. Diálogos breves, concisos, entre gentes duras y de pocas palabras. Los encuentros armamentísticos entre Mike y Lawson, el vendedor de artillería a granel, son fantásticos. Ese burlón guiño hacia Walter White en ese patético cocinero de droga con ínfulas (tan lejos del ambicioso Heisenberg, pero irónicamente cercano al fracasado profesor de química). ¡Y qué decir de los dos encuentros cara a cara con Hector Salamanca, aún no prisionero de la silla de ruedas y de esa irritante campanilla!

Sin embargo, por grande que sea Mike, es Jimmy quien tiene la parte del león en la serie. Es justo que así sea. Y si Jonathan Banks es un grande, Bob Odenkirk es un monstruo. Jimmy, aún no Saul, es un personaje digno de interpretar. Desde sus escenas como abogado de oficio a sus chanchullos como estafador en bares y restaurantes. Desde sus estratagemas comerciales a sus discursos de vendedor de humo. De sus triunfos legales (porque sí, es un buen abogado) a sus reflexiones mientras bebe agua de pepino. ¡Qué personaje! Gilligan no hace más que dar criaturas de antología.
 El drama de Jimmy es muy diferente del drama de Mike. De hecho, cuanto más alejado está Jimmy del mundo del crimen (al que sabemos que regresará) más interesante se vuelve su historia. Porque se convierte en una historia de personas y relaciones, de amores y odios. Del gran amor entre Jimmy y Kim. Del gran odio, que nace de un gran amor, entre Chuck y Jimmy.
 Kim, una espléndida Rea Sheehorn, es la brújula moral de la serie. Si hay un personaje radicalmente positivo, es ella. Si hay alguien por quien el espectador sin inclinación por la oscuridad tenga simpatías instintivas, es Kim. Gran abogada, rigurosa profesional, ambiciosa con escrúpulos, mantiene su dignidad humana en todo momento. Desde su grito de alegría en los aparcamientos de HHL a sus miradas a Jimmy cuando descubre alguna de sus trapacerías, es difícil de quién disfrutar más, de la actriz o del personaje. Y Kim, en especial en la rotunda segunda temporada, se ve, por su amor por Jimmy (es peculiarmente placentero ver a la moral Kim deslizarse al mundo turbio de Jimmy, en sus estafas de recepción de hotel) en la guerra terrible que se libra entre los hermanos McGill.
Un hombre tenía dos hijos. Un hijo mayor, cumplidor de la ley, severo observador del deber. Un hijo menor, encantador, fullero, que malgasta la herencia de sus dones y facultades. Uno que siempre está en su puesto, pero que no ama ni es amado. Uno que danza al borde del abismo, pero lleno de vida. No puedo dejar de pensar en esa prodigiosa parábola evangélica mientras veo “Better call Saul”. Es uno de los textos más sutiles de la Historia, se interprete como metáfora teológica, como narración psicológica o como ambas. Junto al cuadro de Rembrandt, esta serie es la plasmación más clara de estos dos personajes que he visto nunca.
La serie es de una astucia tremenda en la presentación del conflicto. Durante la primera temporada nos deja creer (sin mentirnos nunca de modo descarado) que el culpable de que a Jimmy se le cierren los caminos legales es Hamlin, la supuesta cabeza del bufete de abogados; es él quien parece ser el mayor antagonista del más joven de los McGill. Aunque sabemos bien que Jimmy no es ningún santo varón, le vemos cuidar con fraternal solicitud a su hermano enfermo, defendiéndole a capa y espada frente a los consejos médicos, por muy certeros que sean, buscando, con una admiración que despierta ternura, la aprobación, la estimación, la caricia de su hermano mayor. Por eso es tan lacerante para Jimmy (y el espectador) el desenmascaramiento de Chuck, sus crueles palabras de rechazo. Por eso es tan terrible la lucha que libran en la segunda temporada, inteligencia contra inteligencia: una mente rigurosa y brillante contra una flexible y astuta.

Carla Nicol Vargas berrios

             Sin embargo, la serie también nos da cuenta de los pecados de Jimmy. Y no son pecados menores. Es comprensible el rechazo que Chuck puede sentir por su hermano menor y por sus prácticas. No obstante, no logramos sentir simpatía alguna por Chuck. El hermano mayor, rigorista, no conoce la piedad para con nadie, para con ningún error, ni propio ni ajeno. Cumple hasta la letra pequeña de la ley, todos los deberes, sin conocer más satisfacción que la del deber, impuesto o autoimpuesto, cumplido. Que es incapaz de coger la mano de su hermano para ayudarle a salir del hoyo. Porque esto es terrible: tan convencido está Chuck en su desdén por Jimmy, que, de manera consciente, sabotea todas las posibilidades de que su hermano logre triunfar de un modo honrado. Claro que Jimmy también pone de su parte. Pero Chuck actúa con Jimmy como quien le da la llave de una destilaría a un alcohólico y luego le señala, censor, cuando está totalmente borracho.
Esta guerra, que sin duda será sin cuartel en la próxima temporada, es el combate psicológico que más sin aliento me ha dejado desde el enfrentamiento entre genios perversos de Heisenberg y Gustavo Fring. Pero Jimmy lleva las de perder: porque, por experto en tretas que sea, su cariño por Chuck le lleva a desbaratar sus golpes, en última instancia. Mientras que el rencor acumulado por Chuck (esas reveladoras secuencias de la cena con la exmujer de Chuck o en el lecho de muerte de la madre) le lleva incluso a traicionar su beatería legalista.
 Sí, un hombre tenía dos hijos. Pero aquí sólo tenemos a los hijos, no al padre. Kim es la única voz que pone a ambos ante el espejo. Sabemos que el pródigo hijo menor no resistirá en casa de Kim, que volverá a los senderos torcidos. No sabemos qué será del hijo mayor, como tampoco sabemos qué fue de él en la parábola. En este mundo de Nuevo México, sin redención, es probable que si uno se pierde por un lado, el otro quedará, rígido, solitario, preso de sus propias cadenas.
¡Pero qué magnífico será ver esto y todo cuanto nos tengan en reserva esta panda de genios!

viernes, 19 de mayo de 2017

Leonel y Marco "primos"Salamanca (Daniel y Luis Moncada ) a

Carla Nicol Vargas Berrios



(conocidos como los primos Salamanca o simplemente los Primos) son dos hermanos gemelos que trabajan como sicarios para el Cartel Juárez. A pesar de su aspecto austero y su interacción prácticamente no verbal, son unos temibles asesinos que matan sin vacilación ni emoción.
Eran sobrinos de Hector Salamanca, el cual les enseñó que la familia lo es todo (demostrando eso cuando intentó ahogar a uno de ellos hasta que el otro lo detuviera). Tienen dos primos conectados a las acciones criminales, Joaquin y Tuco Salamanca. Marco es asesinado por Hank Schrader mientras intenta matarlo para vengar a Tuco, y Leonel más tarde es silenciado por Mike Ehrmantraut por orden de Gus Fring.

Historia

Los Primos fueron criados por su tío, Hector Salamanca. Cuando eran niños, Marco rompió el juguete de Leonel, ocasionando que este fuera a quejarse con su tío y afirmara que lo quería muerto. Como respuesta, Hector engañó a Marco para que se inclinara sobre una tina de agua helada a buscarle una cerveza y procedió a tratar de ahogarlo, preguntándole a Leonel si eso era lo que quería. Hector continuó intentando ahogar a Marco, hasta que finalmente Leonel lo detuvo dándole un golpe en la nariz. Hector les revela que en realidad hizo eso para demostrarles que "la familia lo es todo". (One Minute)

Better Call Saul

Temporada 3

Héctor y Gus se encuentran en un lugar remoto, flanqueados por sus respectivos secuaces. Por un teléfono con altavoz, Héctor se comunica con Juan Bolsa, quien le dice que Don Eladio está satisfecho con el nuevo "método de transporte consolidado" para enviar drogas a través de la frontera y quiere que la práctica continúe utilizando la red de distribución de Los Pollos de Gus exclusivamente. Héctor rompe enojado el teléfono, queriendo tener su propio método de distribución en lugar del de Gustavo. Los problemas cardíacos de Héctor se manifiestan, lo que lo lleva a abrir el vial que contiene las píldoras con púas de Nacho. Sin embargo, las pastillas no tienen ningún efecto aparente y Héctor maldice a Eladio, Bolsa y Gus antes de irse. (" Caída ")

Se produce una reunión del cartel en el almacén de Héctor en Albuquerque con Gus y Juan Bolsa, sin que ellos lo sepan Nacho Varga .planea matar a Héctor en el acto. Bolsa le informa a Héctor que Don Eladio está reforzando sus órdenes con respecto a las operaciones de Gus. Héctor se enfurece por las órdenes de Don y comienza a gritarles a Bolsa y Gus que los Salamanca han trabajado duro para el cartel, perdieron sangre por el cartel, invirtieron dinero en el cartel e incluso entonces los tratan como perros. Héctor comienza a tener otro ataque en su estado de furia, sufre un gran dolor cuando trata de tomar su medicación; las píldoras enriquecidas de Nacho finalmente hacen efecto. huye Héctor sobrevive y lo llevan a un hospital en ambulancia, mientras que Gus sospecha con razón de la participación de Nacho. (" Linterna ")

Temporada 4

Inmediatamente después de que se llevan a Héctor en una ambulancia, Nacho se queda parado en el estacionamiento de la tapicería con Gus. Mientras Gus hace una llamada en su teléfono celular a Juan Bolsa, Nacho ve una rejilla de alcantarilla rota en el suelo y se mueve para dejar caer en secreto su frasco de píldoras contaminadas. Sin embargo, tiene que abortar cuando Gus termina la llamada y le dice que Bolsa quiere hablar. En la granja de pollos Los Pollos Hermanos, Bolsa les dice a Nacho y Arturo que los Salamanca mantendrán su territorio a pesar del aparente derrame cerebral de Héctor y les indica a la pareja que continúen trabajando como antes. Después de que Nacho y Arturo son despedidos, Bolsa consulta con Gus, quien cree que alguien hará un movimiento en los Salamanca que desencadenará una guerra contra las drogas y atraerá a la DEA (" Humo ").

Después del ataque organizado a Nacho, Gus recibe una llamada de Juan Bolsa informándole del ataque a Arturo y Nacho. Al notar las similitudes con dos golpes anteriores en los camiones de Héctor (los cuales en realidad fueron obra de Mike), Gus y Bolsa acuerdan pasar cargas ficticias por la frontera hasta que se identifique a los culpables. Cuando Gus le dice que no queda más de una semana de suministro de producto, la Bolsa le ordena ir a ignorar los edictos de Don Eladio y buscar un proveedor al norte de la frontera (" Algo hermoso ").

Temporada 5

Lalo conduce a la granja de pollos para sentarse con Gus y Juan Bolsa sobre la cocaína alterada que descubrió y Werner Ziegler. Gus admite falsamente que reemplazó en secreto parte de la cocaína del cartel con metanfetamina después de que Werner tropezó con el negocio de drogas de Gus y robó el producto. Cuando Lalo exige saber en qué "proyecto de construcción" estaba trabajando Werner, Gus le muestra a él y a Bolsa una estructura enorme que los hombres de Werner están construyendo para un enfriador industrial. Lalo conoce a Mike, quien supervisa al equipo. Con Lalo aparentemente apaciguado, Bolsa le dice a Gus que Eladio no está satisfecho con la violación y le advierte que no vuelva a guardar secretos del cartel.

Fuera de la granja de pollos, Bolsa confronta a Lalo por espiar la operación de Gus y asesinar al empleado de TravelWire . Lalo responde que simplemente está velando por los intereses de su tío Héctor, quien cree que Gus le guarda rencor al cartel después de que Héctor ejecutó a su amigo. La Bolsa insiste en que Gus solo se preocupa por los negocios, a lo que Lalo expresa escepticismo debido a un incidente pasado no especificado en Santiago. Bolsa dice que Gus nunca será "uno de los nuestros", pero que es un buen trabajador que mantiene feliz a Eladio, que es todo lo que importa. Lalo le dice a Bolsa que no tiene más problemas con Gus (" Hombre Mágico ")

Después de que Jimmy McGill es emboscado en el desierto mientras traía $ 7 millones para otorgarle la fianza a Lalo y después de que Mike descubre el tatuaje que tenían Tiburón y la pandilla de la que formaba parte, Gus se da cuenta de que Juan Bolsa los contrató. Gus llama a Bolsa, quien está complacido de que Gus pueda volver a la normalidad y señala la reciente racha de "mala suerte" que ha sufrido. Gus le explica a Mike Ehrmantraut que Bolsa había contratado a la pandilla para proteger sus propios intereses al proteger los intereses de Gus. (" Mala elección de camino ")

La Bolsa informa a Don Eladio cuando Lalo lleva a Nacho Varga a conocer al líder del cartel. Aunque permanece en silencio, Bolsa no parece particularmente complacido con la situación. (" Algo Imperdonable ")


BREAKING BAD

Temporada 2

Los Primos se mencionan brevemente cuando Tuco Salamanca secuestra a Walter White y Jesse Pinkman tras la represión policial de sus operaciones. El plan de Tuco es llevarse consigo a Walt para que cocine a tiempo completo y afirma que sus Primos vendrán a ayudarlos pronto. Sin embargo, antes de que los Primos lleguen, Walt y Jesse consiguen escapar y Tuco es asesinado por el agente de la DEA Hank Schrader. (Grilled)
Algún tiempo más tarde, cuando a Hank lo ascendieron para que trabajara en El Paso, el jefe de los Primos, Juan Bolsa descubre que uno de sus hombres, Tortuga, es un informante de la DEA. Luego de citarlo en un bar, lo engaña para que fuera a ver un regalo a la parte de atrás. Allí, Tortuga es atrapado por los Primos, los cuales lo apoyan sobre una mesa y utilizan un machete para decapitarlo, como castigo por su traición al Cártel de Juárez. (I.F.T.) Más tarde, la cabeza de Tortuga se colocó en la espalda de una tortuga con C4 para matar a los agentes de la DEA con los que el traidor estaba trabajando. (Negro y Azul)

Temporada 3
Adoradores de  Santa Muerte 



La dramática llegada de los Primos a los Estados Unidos. (No más)

En el desierto de México, los Primos llegan en un Mercedes caro cuando un grupo de gente está rindiendo culto a la Santa Muerte arrastrándose por el suelo. Ellos los imitan y luego dejan una ofrenda y un retrato burdo de "Heisenberg" (Walter White). Los Primos más tarde llegan hasta una pequeña casa en ruinas, donde robaron su ropa a una familia, la cual no opuso ningún tipo de resistencia, posiblemente sabiendo quienes eran los Primos. Marco y Leonel se cambian sus trajes impecables por ropa desgastada ante la mirada de la familia. Marco deja entonces las llaves de su Mercedes en el cuerno de una cabra, y los Primos se marchan.
Finalmente, los Primos se las arreglan para conseguir un camión de fardos en el que trasladan inmigrantes ilegales para cruzar la frontera con Estados Unidos. Un joven hablador comienza a darles una charla sobre su experiencia pintando coches para gángsteres en Michoacán, pero se detuvo cuando, observando los cráneos de plata que tienen en la punta de sus botas, comprobó que se trataban de miembros del Cartel de Juárez. Dándose cuenta de que el joven los ha descubierto, la solución de Marco y Leonel es matar a todo el mundo en el camión. Cuando el conductor sale a investigar, es asesinado por Leonel. Los Primos incendian el camión y van caminando por la carretera hacia la frontera con Estados Unidos, mientras el camión explota. (No más)

Los Primos esperando para matar a Walt. (Caballo Sin Nombre)
Los primos  
Después de entrar en los Estados Unidos, los Primos localizan a su tío, Hector Salamanca, en el Hogar de Ancianos Casa Tranquila, situado en la ciudad de Albuquerque, Nuevo México. Debido a que su tío no puede hablar por un ictus que sufrió hace años, solo se comunica con una campana. Los Primos deben usar un tablero de Ouija e ir señalando una a una las letras hasta que Hector lo detenga en la correcta. Así, descubren el nombre real del sujeto al que hasta el momento la policía identifica como "Heisenberg", el hombre que supuestamente mató a su primo Tuco: Walter White. Los Primos logran encontrar a Walt y lo esperan en su casa con un hacha para matarlo. Por casualidad tuvieron suerte, ya que Walt había estado fuera por semanas y justamente ha regresado el día en el que ellos llegaron. Mientras Walt toma tranquilamente una ducha, sin darse cuenta de nada, los Primo se sientan en la cama a esperar. Pero antes de que puedan realizar cualquier acción, reciben un mensaje de texto que dice "POLLOS". Luego de ver ese mensaje, los Primos abandonan la casa antes de que Walt termine de ducharse. (Caballo Sin Nombre)
Juan Bolsa organiza una reunión entre él, Gus Fring, Hector y los Primos. Bolsa explica a Gus, para el cual Walt lleva un tiempo trabajando y por tal motivo lo necesita vivo, que fue Walt quien mató a su primo Tuco y que por eso quieren acabar con él. Gus, que controla todo el trafico de drogas al norte de la frontera con Nuevo México, replica que Walt pertenece a su negocio y por tal motivo no pueden hacerlo. Sin embargo, agrega que una vez que termine sus negocios con Walt, podrán matarlo tranquilamente. Más tarde, Bolsa llama a Gus y le advierte que si bien de momento puede controlar a los Primos para que cumplan con el trato, tarde o temprano acabarán cediendo ante su ira e irán a por Walt sin su consentimiento. (I.F.T.)
Mientras esperan la respuesta de Gus, los Primos consiguen albergue matando a una anciana en las afueras de Albuquerque y apoderándose de su casa en una reserva. Más tarde, un policía llamado Bobby Kee investiga la desaparición de la mujer y descubre el cadáver de la mujer. Cuando ve a los asesinos en la casa, el policía se dispone a atraparlos. Sin embargo, cuando consigue apuntar y acorralar a Leonel, este le tiende una emboscada con Marco detrás para matarlo de un hachazo en la cabeza.

Los Primos hablan con Gus en el desierto. (Sunset)

los primos
Cuando finalmente se impacientan, los Primos visitan a Gus en Los Pollos Hermanos, sentándose durante horas en el restaurante continuamente, sin ordenar nada y con el simple propósito de intimidar al traficante. Después de dos días repitiendo eso, Gus se cansa de ellos y organiza una reunión en el desierto. Allí, les dice que si bien Walt pudo haber "traicionado" a Tuco, cosa que también pone en duda, no fue él quien lo mató. Marco explica que saben que fue un agente de la DEA, pero que Juan Bolsa les prohibió atacar a cualquiera relacionado con la ley. Gus replica que en Albuquerque el que manda es él, no Bolsa, por lo que les da el nombre del agente de la DEA: Hank Schrader, y les dice que espera que su muerte los satisfaga. (Sunset)

Leonel siendo aplastado entre los dos autos por Hank.(One Minute)


los primos en desierto 

Similar a como casi hacen con Walt, los Primos visitan un pequeño santuario en honor a la Santa Muerte en alguna zona del desierto de Nuevo México, y colocan una foto de Hank en el altar. Más tarde se reúnen con un traficante de armas para que les proporcione chalecos antibalas. Ahí, Marco recibe una bala de punta hueca como muestra gratis. El traficante les da dos chalecos y se jacta de la calidad de los mismos, mostrando como siempre lleva uno consigo. Marco procede a dispararle en el pecho, rompiéndole una costilla y, cuando el traficante sobrevive, aceptan comprar los chalecos y marcharse de allí.
Los Primos siguen a Hank hasta el estacionamiento de una tienda. El agente está desarmado debido a que golpeó a Jesse Pinkman salvajemente y, como consecuencia, tuvo que entregar la placa y la pistola. Gus Fring, sin embargo, le advierte a Hank a último momento de lo que le va a pasar, hablando por teléfono con una voz codificada. Leonel se acerca a la camioneta de Hank por atrás y Marco por delante. Avisado por Gus, Hank instantáneamente vuelve con su camioneta en reversa, atrapando a Leonel entre su coche y el que había aparcado detrás, y aplastándole las piernas como resultado. Un sorprendido Marco dispara a quemaropa contra Hank para obligarlo a que adelante la camioneta y libere a su hermano. Este lo hace y se baja del coche para escapar corriendo. Cuando Leonel cae al suelo, herido, mira a Marco y se limita a susurrar "Termínalo".

Hank ejecutando a Marco. (One Minute)

culto  de santa muerte 
Marco persigue a Hank a pie, matando a un transéune en el estacionamiento, y con eso gasta sus dos últimas balas. Cuando se detiene a recargar, accidentalmente deja caer la muestra gratis de bala de punta hueca que el traficante le regaló. Hank, armado con la pistola de Leonel, dispara contra Marco, dándole varias veces en el pecho. Sin embargo, debido al chaleco antibalas el daño es mínimo y cuando al agente se le acaban las balas, Marco le devuelve los disparos, uno al pecho y otro al abdomen. Hank queda herido y sin armas. Aunque podría acabar con él en ese momento, Marco decide que es "demasiado fácil" y va de nuevo al coche para recuperar su hacha. Mientras tanto, Hank encuentra la bala de punta hueca de Marco y recarga su pistola. Cuando Marco reaparece con el hacha y la alza en el aire dispuesto a darle al agente el golpe de gracia, Hank le dispara a la cabeza, volándole la tapa de los sesos. (One Minute)

Los primos 
La muerte de Leonel. (I See You)

Después del tiroteo, tanto Hank como Leonel son llevados al hospital. Mientras que a Hank tienen que hacerle una cirugía y permanece en estado crítico, Leonel vuelve a estar consciente mucho antes que el agente, para gran disgusto de los amigos y la familia de Hank. Sin embargo, debido al atropellamiento de Hank las dos piernas de Leonel son amputadas. Walter White es más tarde invitado por Steven Gomez, compañero de Hank, a ver al sicario en su cama, Leonel despierta y ve a Walt a través de un vidrio. Nada más ver al hombre que traicionó a Tuco, el ritmo cardíaco de Leonel se ascelera, y el sicario se arranca todos los electrodos y salta de la cama. Leonel intenta arrastrarse hacia Walt dejando un rastro de sangre de sus muñones, hasta que los médicos lo capturan y lo sedan. Leonel sabe que Gus Fring había delatado a Hank del atentado antes de que sucediera, por lo que este envía a Mike Ehrmantraut a silenciarlo. Mike envenena con una inyección letal a Leonel y los médicos atribuyeron la repentina muerte del sicario a un paro cardíaco. (I See You).

Santa Muerte, Santísima Muerte o Muerte



Santa Muerte, Santísima Muerte o Muerte es una figura popular mexicana que personifica la muerte y es objeto de culto. Diversas iglesias como la católica, bautista, presbiteriana, metodista, entre otras, rechazan y condenan su veneración, considerándola diabólica.
Algunas corrientes cristianas (incluyendo el catolicismo) se oponen a que se le adjudique el título de Santa pues carece de las características tradicionales para recibirlo, cabe destacar que los collares se pueden prestar(a excepción de los Arcángeles, solo los seres humanos reciben el título de Santos cuando han llevado una vida en la que ejercitan heroicamente las Virtudes Cristianas alcanzando un estado de comunión y amistad con Dios llamado Santidad -no se confunda con Sacralidad-) para la mayoría de los cristianos la muerte es un estado y no una entidad personificada ni personificadora lo que deriva en que se considere pecado de idolatría cualquier intento de mistificarlo.
Los ritos con la Santa Muerte suelen ir asociados a rituales y hechizos, teniendo un componente más esotérico.



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Daniel Moncada

Daniel Moncada es un actor hondureño que en Breaking Bad interpreta a Leonel Salamanca, uno de los primos. Es hermano de Luis Moncada, que interpreta al otro primo, Marco.

Luis Moncada

Luis Moncada es un actor hondureño que en Breaking Bad interpreta a Marco Salamanca, uno de los primos. Es hermano de Daniel Moncada, que interpreta al otro primo, Leonel.



Robert Forster (Ed the Disappearer- Señor de aspiradoras ) a

aldo Ahumada  Chu Han 


Walter : " Uno de estos días, cuando vengas aquí, estaré muerto. Mi dinero allá. ¿Qué pasa entonces? ¿Qué pasa si te pido que se lo des a mi familia? ¿Lo harías? "
Ed : " Si dijera que sí, ¿me creerías? "
―Walter y Ed en la cabaña en New Hampshire. [src]

Ed Galbraith , también conocido como el desaparecido , es un reparador y vendedor de aspiradoras que también ofrece el servicio clandestino de tomar personas (en su mayoría delincuentes) y darles nuevas vidas e identidades.

Historia

Poco se sabe del pasado de Ed. Se convirtió en un reparador y vendedor de aspiradoras en un momento de su vida, operando un negocio legítimo y exitoso . En un momento comenzó a ofrecer un servicio de darles a los fugitivos y criminales buscados una nueva vida e identidad para ayudarlos a evadir a la policía extrayéndolos a nuevas ubicaciones en todo Estados Unidos. Esto sugiere que tiene antecedentes policiales o militares posibles dada la competencia de sus servicios.
En algún momento, sus servicios se hicieron conocidos por el abogado criminal Saul Goodman, quien ofreció los servicios de Ed a algunos de sus clientes, aunque el mismo Saul nunca conoció a Ed ni su verdadero nombre.

Breaking Bad

Temporada 4


Saul alude a Ed por primera vez como una opción de último recurso cuando Walt se siente amenazado por Gus . (" Puntos de viñeta ")
Más tarde, una vez que Walt se entera de que Gus planea matar a Hank , organiza que Ed lo recoja a él y a su familia una vez que Saul haya informado a la DEA de la amenaza. La desaparición fracasa porque Walt no tiene suficiente dinero para pagar los servicios. (" Espacio de rastreo ")

Temporada 5

Después de que Walter White le pide a Jesse Pinkman que salga de la ciudad, Saul Goodman hace arreglos para que desaparezca. Cuando Ed (que no se muestra) se detiene ante Jesse en su camioneta roja , Jesse en ese momento se da cuenta de que Walt envenenó a Brock Cantillo y se va. (" Confesiones ")
Después de la muerte de Hank Schrader y Steven Gómez a manos de la pandilla de Jack Welker y dejando a su familia, Walt se encuentra con Ed para comenzar su nueva vida. (" Ozymandias ")
Poco después de tomar a Walt, Saul decidió comenzar una nueva vida también y lo lleva a su tienda , creando una nueva identidad para Saul con una licencia de conducir de Nebraska. Unos días después de la llegada de Saúl, él le dice que está listo para comenzar una nueva vida y lo pone en marcha mientras Walt permanece en el búnker. Vuelve listo para Walt y lo lleva a New Hampshire en el tanque de un camión de reparto de propano . En una cabaña en New Hampshire, le dice a Walt que no puede abandonar la propiedad ya que inevitablemente lo atraparán y deja en claro que si descubre que Walt se fue por algún motivo, no volverá y Walt se quedará solo. Ed también le dice a Walt que volverá una vez al mes para satisfacer sus necesidades. Regresa varias veces durante el invierno y abastece a Walt con bebidas nutritivas, anteojos, un kit de quimioterapia y otros suministros. También trae periódicos de Walt Albuquerque y ha estado vigilando a su familia y lo mantiene informado sobre el juicio de su esposa. (" Estado de granito ")
Después de que Walt decidió abandonar New Hampshire, Ed probablemente descubrió rápidamente que Walt dejó su cabaña y, por lo tanto, cortó todas las conexiones con Walt. Más tarde se enteró de su muerte en las noticias.

El camino


Después de escapar del Compuesto de Jack Welker , Jesse Pinkman rastrea la tienda de Ed para alistar sus servicios. Una vez que Ed termina con un cliente, Jesse intenta torpemente recordar la frase de contraseña antes de sacar $ 125,000 de la bolsa del dinero de drogas de Todd Alquist que había recuperado. Ed dice no tener idea de qué está hablando Jesse y Jesse intenta que Ed admita que él es "el tipo", mostrándole que no está usando un cable ni arma. Con Ed negándose a reconocer las demandas de Jesse, Jesse afirma que está noventa y seis por ciento seguro de que Ed es a quien está buscando, después de haber reconocido la camioneta de Ed de la camioneta abortada. (" Confesiones ")Jesse se disculpa por romper las reglas de Ed y no ir con él ese día, afirmando que Ed nunca sabrá cuánto lamenta Jesse por haberse perdido esa recolección y le ruega a Ed que lo ayude.

Ed se compadece de Jesse y le dice que Jesse le debe $ 125,000 por la primera recolección y tendrá que pagarle otros $ 125,000 si quiere que Ed lo ayude esta vez. Jesse acepta el trato, pero descubre que combinar todo el efectivo restante aún le deja $ 1,800 cortos. Ed le devuelve a Jesse todo su dinero y le ofrece su consejo, pero deja en claro que no ayudará a Jesse sin el pago completo. Jesse intenta ganarse la simpatía de Ed diciéndole sobre su cautiverio, pero Ed simplemente dice que si quiere tirar de los corazones de las personas, pruebe su suerte con la policía. En los ojos de Ed, Jesse, Walt y Saul GoodmanTodos hicieron su propia suerte. Con Jesse negándose a irse, Ed llama a la policía, obligando a Jesse a huir cuando realmente aparecen. Sin embargo, Ed les proporciona una descripción falsa y miente acerca de dónde se dirigió Jesse en lugar de entregarlo. Llamando al teléfono de la tienda una vez que los policías se fueron, Jesse se asegura de que con Ed sea un trato y cuando Ed lo confirma, Jesse promete conseguirle a Ed el resto de su dinero.
Después de que Jesse obtiene todo el dinero necesario, Ed lo transporta en la parte trasera de una camioneta en movimiento a Alaska. A su llegada, Ed perfora a Jesse en su nueva identidad y le deja un auto y direcciones para llegar al pueblo más cercano. Jesse le entrega a Ed una carta para Brock Cantillo que Ed promete enviar cuando esté en la Ciudad de México en un mes después de leerlo. Ed comenta que "no muchos de nosotros tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo" y le desea suerte a Jesse en su nueva vida. Ed observa cómo Jesse se marcha antes de dejarse. (" El Camino ")

 Better Call Saul

Temporada 5

Después de ser hecho por un taxista llamado Jeff , Saul Goodman llama a Ed para otra extracción. Ed reconoce a Saul, quien afirma que la extracción está caliente y que se ha realizado, aunque todavía no hay una participación oficial. Ed acepta extraer a Saul nuevamente, pero advierte que será difícil, así como duplicar el precio y el pago contra reembolso nuevamente. Saul está de acuerdo y Ed declara que la recolección será a las 7:00 am del jueves en el mismo lugar donde lo dejaron. Inicialmente de acuerdo, Saul cambia de opinión después de un momento y le dice a Ed que en su lugar lo "arreglará yo mismo". (" Hombre Mágico ")

Personalidad y rasgos

Ed es un personaje bastante complejo cuyos motivos para ayudar a delincuentes culpables y peligrosos como Walter White y ayudarlos a escapar de la justicia son desconocidos, aunque en gran medida parece provenir del deseo de obtener ganancias. A pesar de esto, Ed se muestra como un hombre muy inteligente, paciente y cauteloso que ofrece sus servicios con la mayor dedicación y profesionalismo para garantizar que sus clientes obtengan lo que pagan y puedan comenzar una nueva vida y evadir a la policía. También es extremadamente honorable y mantendrá su parte del trato lo mejor que pueda, siempre y cuando reciba la cantidad correcta de dinero para sus servicios de extracción. Se ha demostrado que los servicios de Ed son casi completamente efectivos, posiblemente convirtiéndolo en uno de los mayores extractores criminales en los Estados Unidos,
Sin embargo, Ed tiene algunos rasgos oscuros y de ninguna manera ayudará a alguien sin el pago completo o incluso a alguien que haya sufrido horrores y torturas extremas como se ve por sus interacciones con Jesse inicialmente e incluso Walt hasta cierto punto como se ve por su falta de empatía por la soledad de Walt y solo acepta quedarse con él por más tiempo por un pago adicional. Ed tampoco se lleva bien con la imprudencia de sus clientes y rápidamente cortará los lazos con ellos si toman decisiones que serán un riesgo para sus intereses, como se ve con Walt y Jesse. No espera nada más que precaución por parte de sus clientes y una disposición a seguir sus reglas sin cuestionamientos. También está completamente dispuesto a hacer la vista gorda ante los delitos que han cometido sus clientes y ayudarlos a evadir la justicia y permitirles permanecer libres.

A pesar de esto, Ed parece tener un deseo genuino de permitir que los delincuentes comiencen una nueva vida libre de delitos y darles una segunda oportunidad, como lo ven sus interacciones con Jesse después de extraerlo a Alaska, diciéndoles que no muchos de ellos obtienen un oportunidad de comenzar de nuevo y también permitir que Walt pase el resto de su corta vida en un ambiente relajado. Incluso proporciona servicios adicionales a sus clientes sin recibir nada a cambio, como enviar una carta de Jesse a Brock Cantillo, aparentemente como un puro gesto de amabilidad. En su trabajo civil, se muestra como un vendedor razonable y atento que está dispuesto a brindar un servicio de calidad a sus clientes, lo que también se extiende a sus servicios de extracción criminal.

Relación con Saulo

" Desde donde estoy sentado, tú hiciste tu propia suerte. Al igual que tu ex pareja. Al igual que tu abogado " .
―Ed a Jesse Pinkman 


Actualmente se desconoce cómo Saul se puso en contacto con Ed, pero se sabía que ofrecía a sus clientes los servicios de Ed y lo había utilizado lo suficiente como para estar al tanto de las reglas de Ed. Sin embargo, desconocía el nombre de Ed o que Best Quality Vacuum era un negocio real y no solo un frente que Ed solía reunirse con sus clientes. La primera y única interacción directa conocida de Ed y Saul fue cuando Saul hizo que Ed lo llevara a una nueva vida en Omaha, Nebraska y Saul pasaron tres días escondidos en el sótano de Ed. (" Estado de granito ")A lo largo de sus interacciones, los dos mantuvieron una relación puramente profesional, a diferencia de la que se desarrollaría entre Ed y Jesse, que tenía algunos elementos de naturaleza personal. De esta manera, la relación de Ed y Saul era mucho más similar a la de Ed y Walt, aunque los dos carecían de las interacciones extendidas de Ed y Walt una vez que se conocieron en persona.

Más tarde, Ed le diría a Jesse Pinkman que sentía que Saul había hecho su propia suerte como lo hicieron Jesse y Walter White . (" El Camino ")

Después de ser hecho por un taxista llamado Jeff, Saul llamaría a Ed para que lo recogieran. A pesar de que Saul no se identificó, Ed reconoció instantáneamente a Saul como un antiguo cliente solo por voz y luego identificó quién era cuando Saul declaró que estaba en Omaha, Nebraska. Ed parecía un poco preocupado cuando le preguntó qué tan caliente estaba Saul y se enteró de que Saul necesitaba otra extracción porque había sido hecho, aunque no hubo participación oficial. Ed acordó ayudar a Saul nuevamente por el doble del precio y se sorprendió cuando Saul repentinamente cambió de opinión después de aceptar al principio a favor de solucionar el problema él mismo. (" Hombre Mágico ")

Relación con Walt
" Eres el cliente más atractivo que he tenido. De lejos " .
―Ed [ fuente ]

Walt es un caso particularmente especial para Ed. Normalmente, una vez que ha establecido a sus clientes en su nuevo entorno, nunca los vuelve a ver. Dado que Walt es un cliente único debido a que es objeto de una cacería humana en todo el país y muere de cáncer, Ed realiza viajes de suministros y lo ayuda a realizar su quimioterapia. Intenta mantener una relación puramente profesional con Walt, siempre refiriéndose a él como "Mr. Lambert" y solo se queda para jugar a las cartas con él durante una hora extra a cambio de $ 10,000. Al principio, a Walt no parecía gustarle mucho Ed y estaba disgustado porque tenía que pagarle tanto dinero para traerle suministros, sin embargo, con el tiempo, Walt parecía disfrutar que Ed viniera a traerle suministros (ya que era el único contacto humano que Walt tuvo durante su tiempo escondido) e incluso confió en Ed para vigilar a su familia por él.(" Granite State ") Ed más tarde le dice a Jesse Pinkman que cree que Jesse, Walt y Saul Goodman hicieron su propia suerte. (" El Camino ")

Relación con Jesse
" No muchos de nosotros tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo. Buena suerte, Sr. Driscoll " .
―Ed diciendo adiós a Jesse [fuente]

Al igual que con Walt, Jesse es un cliente particularmente especial para Ed. Después de contratar los servicios de Ed por primera vez, Jesse retrocedió en el último minuto después de darse cuenta de que Walt envenenó a Brock Cantillo . (" Confesiones ") Jesse más tarde declararía que Ed nunca sabría cuánto lamentaba haberse perdido esa recolección. Durante la recogida abortada y la exitosa, Jesse rompió varias de las estrictas reglas por las que Ed opera, algo que Ed dejó pasar, lo que se indica que es muy inusual para él.

Después de ser rescatado por Walt del Compuesto Supremacista Blanco , Jesse buscó nuevamente los servicios de Ed, pero no pudo recordar la frase de contraseña correcta, sino que insistió torpemente en que Ed era "el tipo", usando la camioneta de Eddesde la primera recogida como prueba. Aunque iba en contra de las reglas de Ed de tratar con sus clientes, parecía compadecerse de Jesse para tratar con él de todos modos. Ed insistió en que le pagaran por las dos recogidas y se negó a tratar con Jesse cuando le faltaban $ 1,800, llegando a llamar a la policía cuando Jesse se negó a irse. A pesar de sentir que Jesse le debía al menos la primera recolección, Ed todavía le devolvió todo su dinero cuando Jesse no pudo llegar a la segunda mitad y le dio consejos sobre cómo correr por su cuenta. Ed declaró que no tomaría el dinero que Jesse le debía por la primera recolección ya que sentía que no terminaría bien ni para él ni para Jesse y, como resultado, estaba dispuesto a dejar que Jesse se fuera con todo su efectivo. Cuando la policía realmente apareció,
A pesar de afirmar que no simpatizaba con Jesse cuando trató de usar la historia de su cautiverio para motivar a Ed a ayudarlo, Ed mostró momentos en los que parecía algo comprensivo, como aceptar tratar con Jesse en primer lugar y luego, después de leerlo. Carta a Brock. Sin pedir nada a cambio, a diferencia de cómo Ed hizo que Walt pagara cada vez que proporcionaba un servicio adicional, Ed prometió asegurarse de que se entregaría la carta y preguntó si Jesse quería contactar a alguien más, sugiriendo que Ed lo habría ayudado a enviar otro carta si la tenía. Cuando se separaron, Ed parecía feliz de que Jesse tuviera un nuevo comienzo, notando lo raro que era que alguien como ellos tuviera uno. Esto sugiere que, en algún nivel, a diferencia de su relación puramente profesional con Walt,(" El Camino ")


Robert Wallace Forster Jr. (nacido Robert Wallace Foster Jr.; Rochester, Nueva York; 13 de julio de 1941 - Los Ángeles, California; 11 de octubre de 2019) fue un actor estadounidense, conocido por sus papeles como John Cassellis en Haskell Wexler 's Medium Cool (1969), de un libanés terrorista Abdul Rafai en Delta Force (1986), y Max Cherry en Quentin Tarantino's Jackie Brown (1997), por el que fue nominado para el premio de la Academia al mejor actor secundario .

La variada filmografía de Forster incluye además títulos como Reflections in a Golden Eye (1967), The Black Hole (1979), Alligator (1980), Me, Myself & Irene (2000), Mulholland Drive (2001), The Descendants (2011), Olympus Has Fallen (2013), London Has Fallen (2016) y What They Had (2018).
También tuvo papeles prominentes en series de televisión como Banyon (1971–1973), [[Héroes (serie de televisión) |Heroes]] (2007–2008) y Twin Peaks (2017). Desde (2012-2018) tuvo un papel recurrente como Bud Baxter, el padre del personaje de Tim Allen, Mike Baxter, en la comedia Last Man Standing que abre un dispensario de cannabis poco después de que se legalizara en el estado, con un poco de ayuda de marketing de su hijo. Ganó el Premio Saturno al Mejor Papel Protagonista Invitado en Televisión por su actuación en el episodio Breaking Bad "Granite State" (2013), repitiendo su papel en la secuela de la serie El Camino: una película de Breaking Bad y en el primer capítulo de la quinta temporada del spin off Better Call Saul.

Biografía

Forster nació en Rochester, Nueva York, hijo de Grace Dorothy (de soltera Montanarella) y Robert Wallace Foster Sr., quien trabajó como entrenador de elefantes para Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus y luego como ejecutivo para una empresa de suministro de panificación. Su madre era italo americana, mientras que su padre era de ascendencia inglesa e irlandesa. La pareja se divorció en 1949.
Como tributo a su padre, Forster colgó uno de los carteles de Circo Barnum & Bailey de su padre en la oficina de su personaje en Jackie Brown. Completó su Bachillerato en Historia del Arte en 1964 en la Universidad de Rochester, donde protagonizó actuaciones dramáticas de estudiantes como Bye Bye Birdie y, después de la intención inicial de estudiar derecho, decidió convertirse en actor.
Se empezó a interesar en la actuación mientras asistía a la Madison High School, donde actuó en musicales de canto y baile. Después de graduarse en 1959 en la Universidad de Rochester obtuvo una beca en fútbol y siguió desempeñándose como estudiante teatral.
Después de ganarse una licenciatura en psicología de Rochester en 1963, tomó un aprendizaje en el teatro del Oriente de Rochester, donde actuó en montajes como West Side Story. Se había mudado a Nueva York en 1965 cuando le llegó su primera gran oportunidad dando la réplica a Arlene Francis en la obra Mrs. Dailey Has a Lover. Poco después de que la obra dejara de estar en taquilla y al resultarle difícil encontrar nuevos trabajos en el teatro, regresó a Rochester donde trabajó como un suplente docente.


Después de aclamadas actuaciones de apoyo en dos películas importantes de Hollywood, una como Private Williams en Reflections in a Golden Eye de John Huston (1967), otra como el explorador del ejército indio Nick Tana en The Stalking Moon de Robert Mulligan (1968), Forster protagonizó la crítica en la aclamada película Medium Cool (1969). Después de protagonizar papeles en las series de televisión Banyon (1972) y Nakia (1974), interpretó principalmente papeles secundarios en películas de acción y terror, incluido The Black Hole de Disney (1979). Forster tuvo papeles principales en películas de culto B en la década de 1980 como Alligator (1980), Vigilante (1983), Delta Force (1986) y El banquero (1989).
Forster apareció en Jackie Brown como el personaje Max Cherry, lo que le valió una nominación al Premio de la Academia al Mejor Actor de Reparto en 1997. Jackie Brown revitalizó la carrera de Forster, un efecto que ocurrió para muchos actores que aparecen en las películas de Quentin Tarantino.Desde entonces tuvo un trabajo constante en la industria del cine, apareciendo en Like Mike, Mulholland Drive, Me, Myself & Irene, Lucky Number Slevin y Firewall. Apareció en la película para televisión The Hunt for the BTK Killer, como el detective que intenta capturar al asesino en serie, Dennis Rader. Forster también interpretó al padre de Van en la efímera serie de Fox Fastlane.
Forster grabó un anuncio de servicio público para la campaña de Alfabetización Hip-Hop de Deejay Ra, alentando la lectura de libros de Elmore Leonard. (Protagonizó la adaptación cinematográfica del libro de Leonard, Rum Punch, filmado como Jackie Brown).
Él apareció en la exitosa serie de la NBC Héroes como Arthur Petrelli, el padre de Nathan y Peter Petrelli, así como el ganador del premio Emmy AMC drama Breaking Bad como Walter White nuevo especialista identidad 's (un papel que luego repitió en El Camino: una película de Breaking Bad). Interpretó al padre de Tim Allen, Bud Baxter, con Mike Baxter de Allen en la exitosa comedia de Fox Last Man Standing . Forster también fue un orador motivacional. 
Él fue la primera opción para el papel del Sheriff Harry S. Truman en David Lynch 's Twin Peaks , pero tuvo que rechazarlo debido a un compromiso previo con un piloto de televisión diferente, y fue reemplazado por Michael Ontkean. Continuaría apareciendo en Mulholland Drive de Lynch, un piloto de una serie de televisión que no fue muy acogida pero que luego se convirtió en una película aclamada por la crítica, y finalmente apareció en Twin Peaks, interpretando al hermano del Sheriff Harry S. Truman, Sheriff Frank Truman, en Twin Peaks: The Return , cuando Ontkean no estaba disponible para repetir su papel. [6]Sobre esto, Forster dijo: "David Lynch, qué buen tipo es. Quería contratarme para el original, hace 25 años, por una parte, y me comprometí con otro tipo para un piloto que nunca fue. Así que yo no hice los Twin Peaks originales, que habrían cambiado la vida. Es un éxito gigantesco si recuerdas esos años, un fenómeno. Pero no lo hice. [...] Y esta vez, conseguí una llamada de mis agentes y me dijeron: David Lynch te va a llamar. Cuando me llamó cinco minutos después, me dijo: "Me gustaría que vinieras a trabajar conmigo otra vez". Y yo dije: 'Lo que sea es David, ¡aquí voy! "" 
Forster participó en El Camino: A Breaking Bad Movie, repitiendo el personaje de Ed, el "Desaparecido" de la serie Breaking Bad. La película fue lanzada el día de su muerte. Su penúltima aparición fue en el primer capítulo de la quinta temporada de la serie "Better Call Saúl". La última actuación de Forster fue en el tercer capítulo de la serie Amazing Stories, remake de la serie antológica de Steven Spielberg de la década de los 80, donde interpretó a un abuelo convertido en el superhéroe de su infancia gracias a un anillo con superpoderes.

Forster era miembro de la Triple Nine Society. Se casó con June (nacida Provenzano) del 14 de mayo de 1966 al 20 de septiembre de 1975, después de reunirse en su alma mater, la Universidad de Rochester.  El matrimonio produjo tres hijos, las hijas Elizabeth (nacida en 1967), Kathrine "Kate" (nacida en 1969) y Maeghen (nacida en 1972). Estuvo casado con Zivia Forster de 1978 a 1980. También tuvo un hijo, Robert III (nacido en 1965), de una relación anterior.
Durante más de quince años, desde 2004 hasta su muerte, Forster convivió con la actriz Denise Grayson.
Forster murió el 11 de octubre de 2019 a la edad de 78 años de cáncer cerebral en su casa en Los Ángeles, rodeado de familiares.



'Better Call Saul': La emotiva dedicatoria a Robert Forster en la quinta temporada

24/2/2020 

Vaya que su cameo en el episodio nos sorprendió.


La quinta temporada de Better Call Saul ha llegado a Netflix y vaya que nos dejó sorprendidos con una secuencia en particular. ¡Spoilers a continuación! Como ha sido costumbre el primer episodio de cada entrega tiene una secuencia del “presente” de Saul Goodman (Bob Odenkirk), cuando ya ha terminado Breaking Bad y trata de pasar desapercibido después de haber escapado. Si bien desde la temporada uno sabemos que trabaja en un Cinnabon, las cosas se le han complicado y para la quinta entrega quiere huir nuevamente y adoptar una nueva identidad
Después de que un tipo lo reconociera en el centro comercial donde trabaja, “Gene Takovic” se pone tenso y llama a Ed, aquel personaje especializado en “desaparecer” del mapa a la gente y darles una nueva oportunidad con una identidad diferente. Este papel es interpretado por Robert Forster, quien se integró desde Breaking Bad y también lo vimos en El Camino (la cinta que continuó con la historia de Jesse), pero quien falleció en octubre del año pasado.


Si bien ya sabíamos que Ed se integraría a la trama de la quinta temporada de Better Call Saul, no esperábamos que fuera tan pronto, lo que significa que oficialmente se ha estrenado su penúltima participación en una serie de televisión, ya que también aparece en Amazing Stories. Pero además de hacer un cameo, a Robert también le dedicaron el episodio completo con una mención al final justo antes de comenzar los créditos finales del capítulo.
Recordemos que Robert falleció el 11 de octubre del 2019 a causa de cáncer cerebral a los 78 años. Curiosamente su muerte se empalmó en el marco del estreno de El Camino, por lo que tuvo gran repercusión mediática, además de que era un actor conocido por otros papeles como el de Max Cherry en Jackie Brown o el de Scott Thorson en Los descendientes.

Así que su cameo en Better Caull Saul fue algo muy emotivo y también emocionante, ya que encontrar nuevas conexiones del spin-off con la serie original siempre es genial.




En el universo Breaking Bad, ¿cómo haría Ed the Disappearer para hacer lo que hace?
Pregunta: En el universo Breaking Bad, ¿cómo haría Ed the Disappearer para hacer lo que hace?

Gran pregunta

Algunos pensamientos:

Ed es un ex agente de inteligencia, un investigador de seguros o un mariscal retirado de EE. UU. Que se especializó en rastreo de fugitivos. Él pone sus habilidades a trabajar ahora ayudando a las personas a esconderse de quien sea que las esté buscando.
Ha creado una red de conexiones que le permite obtener documentos falsificados, agregar personas a las bases de datos y crear leyendas (historias de fondo convincentes) para los clientes. Estas personas también lo ayudan a obtener vehículos que están debidamente registrados (Ver El Camino ) y lo ayudan a obtener casas seguras como la que se encontraba Walter White justo antes del final de la serie de Breaking Bad.
Aparentemente trabaja a través del boca a boca y exige que cualquiera que busque sus servicios repita una frase de código que es extremadamente improbable que se diga por accidente. Cuando han pronunciado la frase en clave, él les da un conjunto de instrucciones, hace los arreglos para que lo encuentren en algún lugar y requiere un pago de $ 125,000 USD en efectivo por adelantado (la serie no dice que aceptará el pago en ningún otro forma) por sus servicios.
Recoge a los individuos, los lleva a un lugar establecido y permanecen allí durante varios días o más mientras él (Ed) hace los arreglos necesarios. En ese destino, no se les permite tener dispositivos de comunicación o salir. Si lo hacen, probablemente perderán su pago, y Ed ya no hará negocios con ellos.
Dentro de varios días, Ed llega con una nueva documentación de identificación y luego trabaja con el individuo hasta que conozca su nueva identidad de manera suficientemente convincente como para resistir un escrutinio moderado por parte de las autoridades. Cuando está satisfecho, parten de otro lugar al que Ed los lleva, y comienzan su nueva vida.
Cuando los deja, vuelve a ensayar su historia de fondo con ellos para asegurarse de que todavía están preparados. En algunos casos raros (como Walter White) vendrá a su casa segura con suministros o medicamentos; sin embargo, se puede suponer con seguridad que los riesgos adicionales de hacer esto requieren pagos adicionales. Sin embargo, en la mayoría de los casos, como se muestra en El Camino , cuando deposita a la persona en el vehículo esperando para llevárselos, ese es el final de la transacción.
En la vida real, lo que hace Ed sería relativamente fácil, excepto por el hecho de que muchas personas son jodidas y arruinarían su desaparición. En El Camino , Jesse Pinkman rompió uno de sus protocolos al ir directamente a su negocio e intentar extorsionarlo. Es por eso que dudaba en ayudar a Pinkman, especialmente porque también le faltaba el monto total requerido para la transacción.
Lo que también podría ser difícil es que los clientes mayores, los clientes con problemas de abuso de sustancias o las personas con bajos niveles de educación puedan presentar dificultades a la hora de recordar sus historias de fondo. Si bien es una certeza virtual de que no daría reembolsos, también es probable que para algunos clientes, Ed tenga que pasar días o incluso semanas preparándolos para su nueva vida. Algunas personas se equivocarían sin importar cuánto los entrenaran, y Ed probablemente tendría que permitirles "hacerlo solos" en lugar de arriesgarse a que los atraparan en Albuquerque y exponerlo.
Aparentemente es una "oportunidad única", ya que es poco probable que acepte clientes habituales. No solo sería malo para los negocios, eventualmente ese cliente revelaría a la policía lo que sabe y eso requeriría que Ed use sus propios servicios.
Así que ... Ed tiene una extensa red de personas que pueden ayudarlo a hacer que las personas "desaparezcan". Es muy bueno en lo que hace, lo que significa que ha tenido entrenamiento y años de experiencia. Es casi imposible sacudirlo como se ve en El Camino, donde no se enoja con Jess Pinkman; ni expresa nada que parezca miedo. Y tendría que ganar una suma considerable para que valga la pena, aunque por su vestido y la falta de ostentación en su tienda de reparación / venta de aspiradoras, obviamente no gasta su dinero.

La serie de televisión Breaking Bad.-a

Introducción  Breaking Bad es una serie de televisión dramática estadounidense creada y producida por Vince Gilligan. Breaking Bad...